El pasado 27 de mayo a partir del medio día en el municipio de Puerto Leguízamo, corregimiento de Piñuña Negro, se presentaron enfrentamientos entre la insurgencia de las Farc-Ep y tropas de la Fuerza Naval del Sur. Estos últimos, en un acto irresponsable y de clara infracción al Derecho Internacional Humanitario, se escudaron en la […]
El pasado 27 de mayo a partir del medio día en el municipio de Puerto Leguízamo, corregimiento de Piñuña Negro, se presentaron enfrentamientos entre la insurgencia de las Farc-Ep y tropas de la Fuerza Naval del Sur. Estos últimos, en un acto irresponsable y de clara infracción al Derecho Internacional Humanitario, se escudaron en la institución educativa rural mixta Luis Vidales colocando en grave riesgo a los 86 niños y niñas y 6 docentes que se encontraba en su jornada escolar y a los habitantes de la comunidad indígena Monai de Jitoma del pueblo Murui ubicado en cercanías de la institución educativa.
El enfrentamiento duró hasta la 1:20 de la tarde, momento en el cual los niños, niñas y docentes de la institución pudieron salir del lugar donde estaban escondidos en medio del temor generado por la acción militar de la Fuerza Naval.
La comunidad en reiteradas ocasiones había solicitado a las tropas de la Fuerza Naval que se retiraran del lugar, pues era un sitio exclusivo para la población civil, recordándoles lo que el DIH dice al respecto. Desde hace más de dos años indígenas y campesinos del corregimiento de Piñuña Negro están a la espera de que se cumplan los compromisos adquiridos por la Defensoría y la Administración Municipal respecto al cierre del predio de la escuela para evitar que tropas militares entren y se hospeden en ella como ha sido habitual.
Ante esta situación, desde la Comisión de Derechos Humanos de la Mesa Regional de Organizaciones Sociales, se exige de manera urgente al Gobierno Nacional, en cabeza de Juan Manuel Santos, que se respeten los derechos a la vida, la integridad física y psicológica de los habitantes del departamento y del país; además el cumplimiento efectivo y real del Derecho Internacional Humanitario por parte de las fuerzas militares.
Frente al irrespeto hacia los sitios exclusivos para la población civil, es lamentable que en el territorio colombiano las escuelas y colegios deban ser cerrados porque las Fuerzas Militares no son capaces de respetar estos espacios. Se reitera el llamado y la exigencia para concertar de manera inmediata el cese bilateral del fuego, ya que esta será la única manera de evitar nuevos hechos de dolor y el derramamiento de más sangre de hombres y mujeres colombianos.
Fuente original: http://prensarural.org/spip/spip.php?article16970