Hace cinco días Nelson Jaimes Quintero, preso político del ELN, presentó parálisis facial; previamente padeció fuertes dolores de cabeza y sangrado nasal. Pese a que fue atendido por el médico del establecimiento, no se ordenó la práctica de ayudas diagnósticas que permitieran determinar la causa de ello, que pueden ser variadas, entre otras la existencia […]
Hace cinco días Nelson Jaimes Quintero, preso político del ELN, presentó parálisis facial; previamente padeció fuertes dolores de cabeza y sangrado nasal. Pese a que fue atendido por el médico del establecimiento, no se ordenó la práctica de ayudas diagnósticas que permitieran determinar la causa de ello, que pueden ser variadas, entre otras la existencia de un tumor cerebral.
El día de hoy empezó a perder la sensibilidad en su brazo y el dolor de cabeza continúa, lo que hace temer que su afección en salud empeora; aún así, no ha sido remitido a un neurólogo, ni se le han practicado los exámenes necesarios para un diagnóstico básico. El riesgo de un accidente cerebro vascular con consecuencias más gravosas para su integridad física, es alto.
La falta de atención adecuada en salud dentro de los centros de reclusión sigue siendo una constante, lo que mantiene el estado de cosas inconstitucional que supone la existencia de una violación sistemática y generalizada de los derechos humanos en las prisiones del país. Se incrementa la deuda del Establecimiento con la población reclusa y continúa.
La falta de atención adecuada al preso político Nelson Jaimes, es una evidencia más del inhumano sistema penitenciario y de la poca voluntad de paz del Gobierno colombiano.
Exigimos de las autoridades competentes, el cumplimiento cabal de su obligación de garantizar el derecho a la salud e integridad de este preso político y las hacemos responsables de las consecuencias adversas que se deriven de su falta de asistencia adecuada y oportuna.