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Visita del Presidente Uribe a España

En Verano: Desnudados los verdaderos actores del conflicto en Colombia

Fuentes: Red Voltaire

¡Un sudor frío empapa mis temblorosas carnes! ¡Como! ¿Tengo miedo de mi mismo? Ricardo III La insistencia del Presidente Uribe en pretender hacer creer que la realidad es como el dice que es y no como ha sido y esta siendo, lo ha convertido en una especie de prueba ácida que esta permitiendo a los […]

¡Un sudor frío empapa mis temblorosas carnes! ¡Como! ¿Tengo miedo de mi mismo?

Ricardo III

La insistencia del Presidente Uribe en pretender hacer creer que la realidad es como el dice que es y no como ha sido y esta siendo, lo ha convertido en una especie de prueba ácida que esta permitiendo a los pueblos de su propio país y a los pueblos de otros lugares del mundo comprender como funciona el brutal mecanismo que instaura la miseria y aniquila. También les esta permitiendo saber quien es quien en el volátil escenario internacional.

El domingo 10 de julio, bajo un sol inclemente, una desastrosa sequía – el año de menores lluvias desde la década de los sesenta y alertas por las probabilidades de incendios debido a las elevadas temperaturas en varias comunidades autónomas, el Presidente Uribe, acompañado por 80 empresarios, aterrizó en Madrid. Su propósito principal: recabar apoyo político a la «Ley de Justicia y Paz» en la Unión Europea en el segundo semestre de este año; los países visitados en esta vertiginosa gira son dos pilares decisivos en la construcción de la política de la Unión Europea sobre Colombia. Todo lo que se decide en Bruselas con relación a Latinoamérica pasa por España y Gran Bretaña presidirá la UE este segundo semestre del año.

La visita del Presidente Uribe estuvo precedida por un implacable editorial de día 4 de julio del New York Times titulado «La Capitulación de Colombia» en el que se señalaba, entre otras cosas:

Colombia acaba de aprobar una ley para la desmovilización de paramilitares. El gobierno la denomina «Ley de Justicia y Paz» pero más bien debería llamarse: «Ley de impunidad para asesinos en masa, terroristas y principales traficantes de cocaína».

La nueva ley, que refleja el considerable poder político de los paramilitares (una de las partes implicadas en una guerra civil de 40 años, han masacrado a miles de personas. Controlan el 40% de las exportaciones de cocaína en Colombia, y muchos líderes paramilitares son buscados para su extradición a EE UU.

(El Departamento de Estado considera a los paramilitares terroristas) bloqueará la extradición de líderes paramilitares buscados por traficar a los EE UU y les permitirá seguir llevando a cabo sus trapicheos, chantajes, robos de tierras y demás actividades criminales sin que nadie les moleste.

Incluso los responsables de los crímenes más atroces contra la humanidad podrán ser puestos en libertad debido a los estrictos plazos establecidos para llevar a cabo los juicios. Los pocos que sean condenados tendrán probablemente que cumplir sentencias de tan solo 22 meses de cárcel.

Varios miembros del Congreso de Colombia propusieron una ley justa que habría reducido las penas de cárcel a aquellos paramilitares que lo confesaran todo, pagaran indemnizaciones, entregasen sus recursos ilegales y proporcionaran a las autoridades la información necesaria para desmontar sus bandas de criminales. Pero el gobierno (Álvaro Uribe Vélez) se opuso al proyecto de ley y no fue aprobado.

La administración Bush podría haber presionado al Presidente Álvaro Uribe para que aprobase un buen proyecto de ley.

En cambio, el Embajador William Wood ha apoyado con entusiasmo la nueva ley, proporcionando el aval de Washington a la capitulación de Colombia con la mafia terrorista.

En castellano: más fuerte se puede decir, mas claro, no. Dice el editorial que el gobierno colombiano y el gobierno de Bush se opusieron a una Ley que contenía los elementos necesarios para desmontar el paramilitarismo y evitar la continuidad de los crímenes y el narcotráfico, y apoyaron con entusiasmo, en cambio, una Ley de Capitulación con una «mafia terrorista».

Con este inquietante precedente que circulo en el mundo, muchos se preguntaron por la posición que iba asumir el Presidente José Luis Rodríguez Zapatero, un gobernante que ha insistido en el valor de los principios sobre los intereses y la necesidad absoluta de respetar la legalidad internacional , el estado de derecho y las garantías ciudadanas en la «guerra contra el terror», por la posición del Rey Don Juan Carlos , un referente de enorme importancia en la Monarquía Constitucional española y la posición de Joseph Borrel , un político catalán del PSOE que funge actualmente como Presidente de la Eurocámara en el Parlamento Europeo y a quien correspondió presentar al Presidente a 300 inversores españoles en un Foro titulado «Colombia: Una Oportunidad.»

Las respuestas públicas de estos personajes se pueden comprender mejor si tenemos en cuenta la información y las ideas expresadas por David Llistar , Coordinador del Observatorio de la Deuda en la Globalización en Barcelona (http://www.observatorideute.org/ www.observatorideute.org), quien días antes de la visita presidencial a España, al regresar de un viaje a Bogotá y la Costa Atlántica, nos ofreció una esclarecedora entrevista sobre las relaciones España -Colombia.

«Lo que más me ha impresionado – señalo David- ha sido la atmósfera de terror. No es fácil contemplar un país con un trato humano tan calido y asombrosa belleza natural, tan militarizado y con la gente tan amedrentada. Subleva conocer las dificultades extremas con las que tienen que moverse los ambientalistas y los defensores de derecho humanos para realizar su labor y palpar de cerca una realidad tenebrosa en el norte de Colombia en donde en los últimos meses se han cometido mas de 300 asesinatos que no han sido reportados por ser parte de un despliegue de control paramilitar «

«En un escenario global de crisis energética, se produce una presión de las empresas transnacionales de este sector por ubicar y apropiar los últimos yacimientos en el mundo. En un lugar de conflicto las multinacionales adoptan nuevas estrategias. La «Seguridad» se convierte en una obsesión, sin la «Seguridad» de corto plazo requerida para recuperar inversión y garantizar rápidos y cuantiosos dividendos es imposible actuar.»

«En Colombia, mas del 56% del sector energético está en manos de multinacionales españolas: Unión FENOSA cubre la Costa Atlántica y en Bogota funciona Endesa; Electro caribe, Electro norte, Engesa, pertenecen a estas empresas españolas. La expansión de las empresas de energía y de agua – Aguas de Barcelona- en América Latina en los noventa se hace de la mano de los Bancos: SCH y BBVA. Estos facilitan los mecanismos financieros que les permiten aprovechar la oleada privatizadora que discurre en medio de la corrupción. En la primera mitad de los noventa se privatizaron los monopolios públicos españoles beneficiando a gente muy cercana a los dos partidos: PSOE y PP. De allí vienen Villalonga, Rodrigo Rato…Privatización y Corrupción avanzaron y avanzan unidas con una burguesía de tradición muy rentista. Repsol, por ejemplo, es una petrolera de un país sin petróleo, una empresa enana que se come a un gigante como YPF en Argentina a precios increíblemente bajos. Una Comisión independiente señaló que el precio de venta de YPF fue un 10% de su valor real en el mercado. Eso solo lo puedes lograr, como sucedió en toda América Latina, con presión del FMI forzando las privatizaciones y una corrupción sin limites.»

El Grupo Prisa, al que pertenecen, entre otros, el diario El País en España, y Caracol y Editorial Santillana en Colombia, es un acérrimo defensor de las inversiones españolas en América Latina. Prisa tiene una gran afinidad ideológica y comparten una misma visión con las otras multinacionales españolas sobre la importancia decisiva de América Latina en su crecimiento y competitividad. (Mas del 27.4 % de sus ingresos, en promedio, proceden de la región.) . Además, Repsol, Telefónica, las multinacionales energéticas y financieras, son grandes anunciantes en las empresas de comunicación del Grupo Prisa, y las financieras (BBVA y SCH) le brindan soporte al Grupo en sus operaciones de expansión. Estos mismos Bancos también dan créditos a los partidos políticos: PSOE y PP.»

Con lo expuesto por David Llistar es posible observar los intereses que condicionan las decisiones en Política Exterior y los maridajes que mantienen a la mayor parte de la población española desinformada sobre lo que realmente esta aconteciendo en América Latina. No es improbable que la mayor parte de la población española , si se entera , rechace que el destino de sus impuestos , en política exterior, esté al servicio de estos mastodontes corporativos sin importar que, como en el caso de Colombia, el apoyo oficial a la «Política de Seguridad Democrática» signifique muerte, persecución y sufrimiento para la población civil, y para la población española signifique, como señala el Times, mayores flujos de trafico de cocaína y mayor presión migratoria por la violencia resultante de la Capitulación con las mafias. Incluso muchos accionistas podrían no estar interesados en percibir dividendos cuya generación esta basada en el destierro violento de pueblos indígenas y el exterminio impune del sindicalismo.

Para la dirección política del PP y del PSOE sin embargo, los intereses son enormes como para considerar estos efectos «colaterales» que pueden resultar hasta «deseables» para los sectores más reaccionarios de una dirigencia que prefiere una juventud anestesiada y embrutecida, antes que una juventud informada, inconforme y movilizada.

Los 41.000 millones de euros de ingresos que perciben las mega corporaciones españolas en América Latina representan el 5.6% del PIB español y se traducen en una Privatización de su Política Exterior. Esta cifra, a pesar de ser una suma enorme no contabiliza, sin embargo, el gigantesco flujo de euros provenientes de las utilidades del narcotráfico que irrigan el sistema financiero, sostienen el consumo de lujo y alimentan sus paraísos fiscales.

Como es sabido, el grueso de los beneficios del narcotráfico no llega a los países andinos, sino que se queda y circula en Europa y los Estados Unidos. También estos dineros que sin estar ocultos no se ven, tienen una incidencia en las decisiones sobre los pueblos de Colombia.

En el caso español su considerable y creciente déficit exterior, se une en el caso de la UE, a la necesidad de «yacimientos de crecimiento económico» que le permitan superar la amenazante recesión económica, para condicionar la política exterior. Y también es necesario no olvidar a nivel europeo los intereses que se benefician con la exportación de armamento – en contravía absoluta de los Códigos de Conducta que dicen sostener – y los beneficios derivados de la exportación de precursores químicos para el procesamiento de la cocaína.

Demasiado en juego como para que los principios prevalezcan sobre los intereses.

Además, es imposible soslayar que en las relaciones entre el actual gobierno de los EE.UU. y la Unión Europea, representados los intereses corporativos por Condoleza Rice y Javier Solana, se ha producido una recomposición de la Alianza Trasatlántica después de las fisuras producidas por la invasión estadounidense a Irak. En ese marco, el distanciamiento que se produjo entre el gobierno de Zapatero y de Bush por el retiro de las tropas españolas, ha estado siendo subsanado por sus coincidencias y su cooperación en otros escenarios, principalmente en América Latina.

La segunda semana del pasado mes de junio , con motivo de los levantamientos populares en Bolivia, Miguel Ángel Moratinos, Ministro de Exteriores español y la Secretaria de Estado Rice acordaron coordinar entre sus embajadas en la Paz y cooperar estrechamente como hicieron , con resultados satisfactorios para ambas partes, en la reciente crisis en Ecuador. En la reunión que tuvieron el 22 de junio sobre Irak, hubo un tiempo destinado a analizar y establecer acuerdos básicos sobre Colombia y la región andina. En su forma de comprender, con el ejemplo de Venezuela en América Latina, no pueden permitirse «perder» Colombia. Eso significaría perder el control hegemónico en la región.

Así, aun sabiendo lo que significa lo esclarecido por el editorial del New York Times para los jóvenes europeos y estadounidenses (El consumo de cocaína sigue aumentando sin que los precios varíen), y decidiendo de antemano por el Parlamento Europeo, Joseph Borrell, no tuvo ninguna vergüenza al afirmar en su presentación del presidente colombiano ante un nutrido grupo de inversores que Uribe «ha recuperado la autoridad del Estado y ha impulsado un proceso de paz negociado.» «se ha enfrentado a la búsqueda de la paz con firmeza y ha logrado reducir la violencia, recuperar el control por el Estado de grandes territorios, reducir las fuerzas paramilitares y consolidar un éxito macroeconómico».

El Presidente Zapatero, con palabras cuidadosamente escogidas afirmó que la información ofrecida por Uribe ha sido «positiva en la valoración de lo que conocíamos, en torno a la ley, clarificadora» y «por supuesto, va a servir como elemento para el dialogo en la UE.» Fue mas cuidadoso con relación a Europa que Borrell y señalo que «España forma parte de la Unión Europea y, por tanto, es la Unión Europea en su conjunto quien tiene que desarrollar todo un proceso de diálogo con Colombia; un proceso que, desde luego, España desea que sea fructífero, positivo y con acuerdo. (…) El Presidente Uribe ha puesto y ha hecho una oferta a la Unión Europea que, en mi opinión, la Unión Europea debe de considerar, y desde luego voy a apoyarla: que el proceso de aplicación de esa Ley tenga las garantías con una comisión por parte de la Unión Europea.» (En pocas palabras, lo aclaró)

Miguel Ángel Bastenier, editor internacional de El País: «un altísimo funcionario del Gobierno español, de la absoluta confianza del presidente -un José Obdulio Gaviria casero- horas más tarde y en la intimidad de un viaje en avión dijo en privado que el compromiso era total y que España trabajaría por la aceptación de la ley en Europa.)

«Colombia ha iniciado la singladura de este siglo con una consolidada tradición democrática y un esfuerzo decidido, que merece todo nuestro respaldo, por afianzar y fortalecer sus institucione(…)Sabemos de Vuestro esfuerzo y éxito en la extensión del Estado de Derecho en todo el territorio colombiano…(…) Quiero expresar el apoyo de España, junto a la Comunidad internacional, a Vuestros nobles esfuerzos en busca de la paz.»(…) Nos congratulamos de los buenos resultados económicos de los últimos años que avalan la gestión de Vuestro Gobierno, con un crecimiento económico equilibrado y sostenido, menos paro y más inversión social.

Son numerosas las empresas españolas que, desde hace años, apuestan por el desarrollo de Colombia y demuestran su compromiso con el futuro de Vuestro país. Su presencia en muy diversos sectores productivos contribuye a estrechar los lazos que nos unen.

Todo este caudal insufrible de palabras mesuradas y elegantes que esconden intereses, cálculos y astucias, trajeron a nuestra memoria lo dicho por el escritor español Santiago Alba al presentar el documental Bagdad Rap: «Allí donde la moderación derriba casas, donde la elegancia mata, donde el ingenio desprecia, donde la sensatez arranca brazos, donde la objetividad envenena el agua, donde la imparcialidad tortura, donde la serenidad cierra los ojos y donde la matización aplaude al verdugo, es necesario ser panfletarios. El panfleto es el nivel exacto de los acontecimientos; la realidad es panfletaria. Al mismo tiempo, allí donde la sobriedad de un decreto deja sin medicinas a un continente, donde la prosa más escueta riega uranio empobrecido, donde el cálculo geométrico hace sangrar a miles de familias y donde la propaganda destruye sin interrupción ciudades y metáforas, es necesario ser poéticos. La poesía es la temperatura de los cuerpos, el pulso escamoteado de los hombres. La realidad es brutalmente poética.»

Con la actual dirección política europea y estadounidense sometida a lo dictado por el gran capital que ha establecido una alianza o se ha fusionado con el capital mafioso para garantizar la ilusa «seguridad» armada que requieren sus inversiones, se decreta la intensificación de la guerra, el exterminio y la intimidación de la oposición civil en Colombia. Es ese perverso entramado de intereses oculto por sus cómplices mediáticos el que dinamiza la confrontación en Colombia y condena a sus jóvenes al sacrificio y la mutilación vistiendo uniformes diferentes.

La falsa ilusión de seguridad derivada del mayor potencial armamentístico ya condujo el siglo pasado a dos guerras mundiales con decenas de millones de victimas y un caudal inconcebible de sufrimiento humano. Se gano la guerra, pero no la paz. Es imposible acceder a la paz si día a día se construyen las condiciones para la confrontación. Privilegiar la competencia por sobre la cooperación, la fuerza sobre la justicia, la mentira y la argucia sobre la verdad, siembra la desconfianza y las semillas del odio y conduce mas temprano que tarde a los enfrentamientos.

«Colombia: Una oportunidad» para los inversores europeos significa la ausencia de oportunidades para los niños y jóvenes colombianos , condenados a servir en las plazas de turismo sexual que la globalización corporativa les establece; significa estar destinados a actuar como «vigilantes» en los monocultivos de palma africana que han sido ya trazados en un país en el que la población indígena y campesina esta considerada como un estorbo; significa tener que abandonar su territorio por falta de oportunidades y emigrar a Europa o a los EE.UU. a prestar con precios bajos los servicios que la población local no acepta. Más del sesenta por ciento de la prostitución en España proviene de América Latina y dentro de ella la mayoría es de Ecuador y de Colombia. ¿Por qué en Colombia no ha habido una oportunidad para ellas?

Mientras en sus discursos oficiales hablan de Paz y Estado de derecho, en el Bloque Siriri (Samore) , Bloque Catleya (Saravena), Capacho y Bloque Mundo Nuevo , en el oriente del país, Repsol ha iniciado en contra de la voluntad del pueblo Uwa , la exploración y perforación armada de territorios considerados sagrados por la comunidad en búsqueda del petróleo – Ruiria, la sangre de la madre tierra que sostiene el equilibrio del mundo – que demanda el delirio de una población que aprisionada en un valor demoníaco del presente y arrojada a un consumismo insostenible intensifica las variaciones climáticas que pueden haber cruzado ya los umbrales de lo reversible.

«Nos bombardearon la comunidad» «Aquí lo que hay es un Vietnam completo», señaló el mes pasado uno de los voceros de la comunidad Uwa.

Mientras hablan de Paz y de Lucha contra el Terror , la sangre inocente de Weimer Guerra de once años, Santiago Bolívar de veinte meses, Natalia Andrea Bolívar de seis años, Beyanira de diez y siete años – todos ellos despedazados a machetazos en la Comunidad de Paz de San José de Apartado el 21 de febrero de este año- sigue clamando justicia , junto a la sangre de sus padres, campesinos insobornables e irreductibles asesinados por el delito único de no aceptar lo trazado por el capital corporativo en su territorio y ser un «mal ejemplo» que podrían seguir otras comunidades.

Mientras hablan de Paz y Respeto a los Derechos Humanos deciden a favor de una guerra que no libran ellos en sus palacios y despachos, deciden a favor de una «guerra sucia» cuyos horrores no quieren adivinar por estar absortos en sus cálculos de beneficios y poderes. ¿O alguien recordó en sus reuniones de «trabajo» – el trabajo de repartirse lo que los pueblos de Colombia han cuidado – al sociólogo Alfredo Correa , al poeta Tirso Vélez , a Jorge Eduardo Prieto Chamucero, Héctor Alirio Martínez y Leonel Goyeneche, los tres sindicalistas fría y vilmente fusilados en Arauca el 5 de agosto de 2.004 , a los 12 indígenas Wayuu , entre mujeres y niños, asesinados el 18 de abril de 2.004 en Bahía Portete , Media luna , Bahía Honda y Punto Fijo, a los campesinos , indígenas y población afro colombiana , masacrada durante todos estos años , a todos los jóvenes colombianos asesinados o mutilados por librar una guerra a la que han sido arrojados por astutos intereses que se lucran con su enfrentamiento?

¿Alguien recordó acaso en medio de sus desayunos y banquetes a todas las niñas y los niños fulminados cada día por el hambre y la falta de atención medica mientras Corporaciones saquean territorios de riquezas asombrosas? ¿Por qué para ellos Colombia no es una oportunidad? En medio del desierto ético que prevalece en la dirección política española y europea con relación a los pueblos de Colombia, es necesario destacar que una agrupación política brillo en el Parlamento Español por su negativa a formar parte de la farsa.

Se trata de Izquierda Unida – ICV, sus integrantes se negaron a estar presentes en la recepción de Uribe en el Senado. Gesto que no debe ser interpretado como un desaire personal, no se trata de eso, sino como un rechazo claro, expreso y absoluto a una «Política de Seguridad» que se traduce en una violencia descomunal sobre la población civil de Colombia y en consecuencias desastrosas para los pueblos de España y de otros lugares del mundo.

Esta agrupación política acompaño en un brillante gesto de elemental dignidad al creciente y asombroso tejido de organizaciones civiles que en España -y en muchos otros lugares del mundo- poco a poco esta logrando lo imposible: vencer con el poder de la verdad la prepotencia de las mentiras y las armas.

Sin embargo, es claro que, salvo invaluables excepciones que nunca habrá que olvidar, el actual escenario internacional de la política institucional es adverso a los pueblos de Colombia. Hay una descomunal desinformación y prevalecen las verdades a medias sobre una realidad compleja en la que los principales motores del conflicto están fuera y no dentro de Colombia.

Para despertar, entonces, de la pesadilla de sangre en la que unos muy poderosos grupos están interesados en mantenernos o les da igual que ello ocurra, es necesario superar la fragmentación imperante -y no gratuita- en el movimiento social y las expresiones políticas verdaderamente democráticas en Colombia.

Estas expresiones enfrentan una coyuntura muy adversa por la persecución imperante y las dictaduras locales armadas existentes pero, al mismo tiempo, podría afirmarse que la unidad de estas expresiones tiene una oportunidad sin precedentes para realizar desde la institucionalidad y con la participación de las comunidades, un viraje genuino hacia la paz .

Construir una verdadera unidad «con todos y para el bien de todos» es la tarea primordial. Avanzar en primer lugar, y sin excepciones, en el respeto al valor sagrado de la vida y su dignidad en el derecho real de nuestros pueblos a vivir y cuidar sus territorios y en la curación de los estragos y los horrores inflingidos a nuestra población durante décadas , exigirá , en un complejo contexto internacional, la consagración de un amplísimo tejido social comprometido con la vida durante muchos años.

Como señalo Einstein hace ya cincuenta años «En un último análisis, toda clase de cooperación pacifica entre los hombres se basa primordialmente en la confianza mutua y, solo en segundo lugar, en instituciones tales como los tribunales de justicia y la policía….la base de toda confianza son las concesiones mutuas realizadas con honestidad»