Zaida Catalán, de 36 años, estaba desaparecida desde el 12 de marzo y ayer se encontró su cadáver. La representante de Naciones Unidas, de doble nacionalidad chilena-sueca, había desaparecido junto a otras cuatro persona. Versiones indican que fue secuestrada por una milicia local. La chilena-sueca Zaida Catalán fue identificada como una de las dos víctimas […]
Zaida Catalán, de 36 años, estaba desaparecida desde el 12 de marzo y ayer se encontró su cadáver. La representante de Naciones Unidas, de doble nacionalidad chilena-sueca, había desaparecido junto a otras cuatro persona. Versiones indican que fue secuestrada por una milicia local.
La chilena-sueca Zaida Catalán fue identificada como una de las dos víctimas halladas en la República Democrática del Congo, representando a las Naciones Unidas, y que estaban desaparecidos desde el 12 de marzo pasado junto a su intérprete congoleño y tres conductores. El hecho ocurrió mientras investigaban abusos de derechos humanos en Kananga, una de las capitales de la zona central del país.
La misión fue -aparentemente- secuestrada por milicianos del difunto líder tradicional Kamuina Nsapu, uno de los grupos armados activos en la mencionada nación africana.
Catalán, de 36 años e hija de un chileno que llegó a Suecia como exiliado político, colideró las juventudes del Partido del Medio Ambiente entre 2001 y 2005, ejerció como jurista dentro de esa formación y dejó luego la política por una carrera que la llevó a trabajar, entre otros, para la misión policial de la UE en Afganistán (EUPOL).
El paradero del resto de los secuestrados aún se desconoce y, en dicho sentido, la ONU urgió a las autoridades congoleñas a que «sigan buscando».
Misión de paz
Las Naciones Unidas tienen desplegada desde 1999 una misión sobre el terreno (denominada «Monusco») para contribuir a la estabilización del país, inmerso en un frágil proceso de paz desde su más reciente guerra (1998-2003).
Recientemente Human Rights Watch (HRW) pidió a las autoridades que investiguen «de forma imparcial» las ejecuciones de milicianos por militares en esta región, tras la difusión en internet de un video en el que efectivos de las Fuerzas Armadas congolesas tirotean al menos a 13 supuestos milicianos armados con palos y hondas.
El pasado julio una ola de violencia a gran escala estalló en la provincia de Kasai Central y se expandió posteriormente a las vecinas Kasai y Kasai Oriental, donde murieron unas 280 personas.
Condolencias
Ante lo ocurrido, el ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Heraldo Muñoz, envió sus «más sentidas condolencias por el trágico fallecimiento».
«Estamos con la familia y amigos de Zaida en este momento de profunda tristeza. Ha perdido la vida en la República Democrática del Congo representando a la ONU y sirviendo los valores de la democracia y los derechos humanos que aprendió de su madre sueca y de su padre exiliado en Suecia, durante los años oscuros de nuestro país», expresó.
Para el canciller la memoria de Catalán «vivirá entre quienes la quisieron y entre quienes, como nosotros, admiramos su sacrificio y compromiso humanitario».
El primer ministro sueco, el socialdemócrata Stefan Löfven, elogió en un comunicado a Zaida por su «incansable» trabajo por la paz y la justicia, y reclamó que las Naciones Unidas y las autoridades congoleñas investiguen el caso para hallar a los culpables.
En un comunicado la madre de la mujer dijo que era «la mejor y más cariñosa hija que una madre puede tener» y recordó que su padre, ya fallecido, «era un refugiado político que fue torturado tras el golpe militar en Chile».