La cita fue organizada por el Centro para la interpretación de las relaciones culturales Cuba-Europa, pertenenciente a la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana.
Especialistas e investigadores trajeron al presente historias y legados de mujeres que esperan por ser contados y reconocidos en su justa medida, al intervenir en el Coloquio Presencias europeas en Cuba, celebrado en La Habana del 25 al 28 de octubre.
Historiadoras, pedagogas y académicas de diferentes provincias del país revisitaron la historia de la nación desde una mirada de género, durante las sesiones del encuentro, que se celebra desde 2017 y esta vez se dedicó a las mujeres en la historia compartida entre Cuba y Europa.
La cita fue organizada por el Centro para la interpretación de las relaciones culturales Cuba-Europa, pertenenciente a la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana.
«En la organización de este evento prima un espíritu feminista, porque entre los primeros desafios a sortear está el de entender el feminismo como postura de equidad y de reivindicación, no de enfrentamiento ni de exclusión», dijo la historiadora del arte Onedys Calvo Noya en las palabras inaugurales.
La también directora del centro reconoció que la dedicatoria no responde a una cuestión de moda, sino que es un acto de justicia, con iste un marcado interés por parte de investigadoras e investigadores nacionales y extranjeros.
La diversidad de temáticas abordadas y la profundidad de las ponencias demuestran esa apuesta creciente por una línea de estudios historiográficos que, según el historiador cubano Yoel Crodví Nuñez, va en aumento.
Las casi 50 ponencias presentadas versaron acerca de las mujeres en las letras como escritoras, traductoras y periodistas; la educación femenina y el rol de pedagogas; las migrantes y el impacto de las migraciones en la familia e identidad, a partir de testimonios de vida; la representación de las mujeres en la moda y la publicidad; las creadoras en las artes visuales y escénicas; el quehacer de emprendedoras en los siglos XVI, XIX y XX, el asociacionismo femenino y el rol de las mujeres en el ámbito del patrimonio.
Cubanas, francesas, italianas y españolas fueron mencionadas, reconocidas y, en algunos casos, presentadas al público por primera vez. El solo hecho de poder reunir sus nombres despierta avidez por quiénes fueron, cómo vivieron, cuáles son sus legados y qué podia unirlas sin importar la distancia de siglos que separan a unas de otras.
La Condesa de Merlin, Eva Canel, Dolores María Ximeno, Maria Luisa Dolz, Carolina Poncet y de Cárdenas, Mercedes Vieito Bouza, María Viñals, Belén de Sárraga, Emilia Rodríguez, Rosario García Calviño, Eva Mameli Calvino, Rosa Pastora Leclere, Thelvia Marín, Rita Longa, Adela Escartín, Mariana de Gonitch, María Manuela Benítez Mariscal y Marta de los Ángeles Abreu y Arencibia fueron algunas de las figuras abordadas en los paneles.
Otras, mucho menos conocidas, promovieron el intercambio sobre vidas de resiliencia. Entre ellas se encuentran Cruz Angulo Verdesi, la primera mujer de piel negra Doctora en Medicina y Cirujía en Cuba; Luisa P. Vélez Betancourt, afrofeminista y doctora en Pedagogía; Juana Dolira Vélez Betancourt, primera mujer negra Doctora en Farmacia en Camagüey y Felicita Ortíz, militante política y maestra normalista. Todas presentadas por la investigadora Kesia Zabrina Henrry Knight en la ponencia «¡Resiliencias! Mujeres negras profesionales y racismo. Estudio de caso».
«Al escoger la academia, ellas potenciaron la desobediencia de los patrones hegemónicos etno-eurocéntricos y favorecieron la cultura en clave de liberación, y el fomento progresivo de la quiebra de modelos asimétricos de poder», celebró la especialista de la Oficina del Historiador de Camagüey, a 537 kilómetros de La Habana.
El empeño, la inteligencia, la beligerancia frente a los moldes patriarcales y la persistencia son elementos comunes en las historias presentadas.
Yainet Rodríguez, licenciada en Historia del Arte y especialista del Centro para la interpretación de las relaciones culturales Cuba-Europa, considera crucial el rol de las instituciones culturales para romper con el silencio y desconocimiento que cubre a muchas de estas figuras históricas.
«Creemos que este tipo de evento es una instancia de inclusión, que es fundamental, y es responsabilidad de las instituciones culturales estar a tono con los tiempos y realizar eventos que promuevan la participación de las mujeres y la reflexión sobre los temas de género en pos de lograr la igualdad real y efectiva entre mujeres y hombres», dijo a SEMlac Rodríguez.