Un encuentro campesino, afrodescendiente, indígena, popular y social, marcará el inicio de la agenda de paz ineludible para el país. La llave que tiró Santos la encontrará el pueblo colombiano.
Luego de ser galardonados con el Premio Nacional de Paz, el pasado año, la Asociación de Campesinos del Valle del Río Cimitarra, ACVC, se propone ser el motor de «El diálogo es ruta», encuentro de paz donde se convocan a todas las organizaciones sociales, populares, campesinas, indígenas y afrodescendientes del país, para discutir acerca de la paz.
Desde la experiencia campesina, desde la experiencia de los afrodescendientes y desde la experiencia indígena, se pretende elevar una propuesta que empiece a construir un escenario de paz con justicia social.
No más el discurso de la guerra
Mauricio Ramos, miembro de la ACVC, comenta la importancia del encuentro y la motivación de volver a vincular el tema de la paz en la agenda política y social del país, «Estamos cansados de la guerra y creemos que entre todos debemos buscarle una solución política al conflicto que padecemos hace mas de 60 años en Colombia».
Desde la última década y luego del frustrado diálogo de paz entre la FARC y el Gobierno Nacional en el Caguán, la paz había sido excluida de los escenarios políticos por los afanes guerreristas de los gobiernos de Uribe y la estrategia de señalamiento a todo aquel que hablara de paz o se atreviera a inculcar la necesidad de encontrar por el diálogo el fin del conflicto. «No se avizora la salida militar. Ese discurso ya está descartado y se pone en evidencia la necesidad de volver a retomar el tema del diálogo y este encuentro es el escenario para empezar a encontrarlo de nuevo. Esta vez, con la fuerza de todo el movimiento campesino, las fuerzas sociales, populares e indígenas», subrayó Mauricio Ramos.
Rescatada la llave de la paz
La guerra afecta con mayor rigor al campesinado que vive en la parcela, al indígena que vive en su tierra, a los afrodescendientes y su territorio, y los humildes de Colombia, quienes son precisamente los actores del encuentro de paz. La llave de la paz que el presidente Santos ha querido olvidar se la está arrebatando el movimiento popular, y prueba de ello es la convocatoria a miles de organizaciones sociales que acompañarán el evento al que se pronostica lleguen alrededor de 30 mil personas.
Ramiro Ortega, miembro de la ACVC, explica la importancia de hacer el encuentro amplio a las organizaciones sociales y que sean éstas las que lleven en sus propias agendas de trabajo el tema en común: la PAZ. «Hemos vivido las consecuencias de la guerra y también somos los que hemos dado la resistencia», explica Ortega para significar la importancia de los protagonistas del evento.
Los encuentros del país
«La ruta es el dialogo», se tomó las ciudades del país con escenarios culturales y sociales invitando a responder la pregunta: ¿Cómo se hace la paz en Colombia? En Medellín, Cúcuta, Villavicencio, el sur y norte del país se reunieron miles de participantes que se oponen a la guerra y proponen la salida del conflicto por medio del diálogo en procura de construir una paz duradera, con justicia social e incluyente.
Las actividades culturales también fueron invitadas de gala al preencuentro realizado en la capital antioqueña, donde la Red Artística Cultura y Libertad, que hace parte del Comité de Impulso por Antioquia, llevó a cabo en 12 puntos de la ciudad una puesta en escena cultural a la que llamaron La Paz Real. «Los amigos de la paz están en la esencia del pueblo colombiano, sólo unos pocos y muy poderosos ven en la guerra su oportunidad», comentaron los artistas en la ciudad de Medellín.
Preencuentro distrital
Con la participación de al menos una veintena de organizaciones sociales y populares que hacen presencia en Bogotá, transcurrió con éxito el encuentro distrital preparatorio al Encuentro Nacional de Comunidades Campesinas, Afrodescendientes e Indígenas por la Tierra y la Paz de Colombia, «El diálogo es la Ruta». Todas las ponencias presentadas apuntalaron a encontrar salidas al conflicto armado a través de la concertación y el diálogo. «Nos educaron para acostumbrarnos a la guerra. Nos enseñaron que la democracia carga el peso de la muerte, y que el ‘orden’ solo se consigue con la fuerza de las armas», es la proposición inicial de la declaración del encuentro.
Declaración incluyente
«Hemos padecido la pobreza, exclusión, marginalidad y persecución que son causas objetivas del conflicto social y armado colombiano. Y sin embargo, nos hemos organizado de distintas formas para luchar por nuestros derechos y construir caminos de paz», aduce la declaración final del preencuentro distrital, en el que a propósito del cúmulo de ponencias que desde los sectores sociales se expusieron, se aplaudió en particular la presencia multitudinaria de los jóvenes capitalinos.
«Nos negamos a resignarnos ser una Nación que gasta cuantiosos recursos para alimentar una guerra que no tiene solución militar, que ha dejado más de cuatro millones de desplazados en casi una década. Una guerra que ha costado la vida de miles y miles de colombianos y colombianas, y ha embargado nuestro futuro dejándonos en el abandono y la desesperanza. No estamos dispuestos a ser una Colombia eternamente enlutada», enuncia la declaratoria final en la Capital y que ambienta el gran encuentro en Barrancabermeja.
Parlamento Alemán acompaña la paz
El Parlamento Alemán también acompaña la iniciativa de paz. Heike Hänsel vocera de la bancada de Die Linke y conocedora del conflicto, envió un saludo al comité de impulso del encuentro en el que expresó su apoyo incondicional al encuentro de paz. «Tras décadas de persistencia del conflicto social y armado, no hay nada que indique que en Colombia se esté ad portas de su solución. Por eso es vital y felicitamos a las y los organizadores del Encuentro Nacional de Comunidades Campesinas, Afrodescendientes e Indígenas por la Tierra y la Paz de Colombia, por brindar la posibilidad de tener este espacio de convergencia y debate de la sociedad en búsqueda de los caminos de la paz y la solución política del conflicto social y armado que afecta a Colombia por cerca de medio siglo».
La organización y movilización del pueblo colombiano entorno a la paz, es la única proposición del multitudinario encuentro en Barrancabermeja y será también el antídoto contra la guerra que padece el país. La paz con justicia social busca una nueva oportunidad.