El lunes 16 de agosto, por tercera vez en este año las cuentas de la luz sufrieron una nueva alza, como siempre lo que más importa en una sociedad capitalista es mantener los altos márgenes de lucro de los empresarios tanto de la producción, como distribución de la electricidad, solamente este año la electricidad a […]
El lunes 16 de agosto, por tercera vez en este año las cuentas de la luz sufrieron una nueva alza, como siempre lo que más importa en una sociedad capitalista es mantener los altos márgenes de lucro de los empresarios tanto de la producción, como distribución de la electricidad, solamente este año la electricidad a subido en promedio poco más de un 10%, esto debe unirse al 20% de aumento en los pasajes de la locomoción colectiva y otro 20% que han subido los alimentos básicos que usan las familias más pobres de nuestro país.
Chilectra y los robos descarados de las empresas de distribución.
Junto a los aumentos desmedidos de las cuentas de la luz, debemos sumarle los cobros de un cargo fijo que a todas luces es un verdadero robo legalizado de estas empresas y una serie de otros cobros que hacen estas empresas monopólicas, como por ejemplo el cobro usurero por los empalmes e incluso el cobro por trabajos que nunca realizan y ni hablar de los intereses usureros aplicados en sus cobros en cuotas de algunos de sus supuestos servicios.
A doscientos años de la Independencia, nada ha cambiado.
A doscientos años de una supuesta independencia del imperialismo español, estas empresas siguen haciéndose «la América» en nuestro país. Los grandes grupos económicos españoles hoy son dueños de Endesa, una de las principales generadoras de electricidad, que se han adueñado de las principales fuentes de agua de Chile, por las que no pagan absolutamente nada y que utilizan para generar electricidad (junto con contaminar) y que luego nos terminan vendiendo a precios extremadamente altos, siendo obviamente una de las empresas más rentables de este país.
Lo mismo ocurre con una de las principales distribuidoras de electricidad, Chilectra, que también esta en manos de las grandes transnacionales españolas y que hoy suma grandes ganancias a costa de la expoliación de las familias más pobres, cobrando precios que están muy por sobre lo que realmente cuesta la energía en nuestro país.
Los grandes empresarios españoles son dueños además de las carreteras y también de los principales bancos que funcionan en Chile, a doscientos años de nuestra supuesta independencia, nos siguen cambiando espejitos de colores, por nuestras principales riquezas y continúan llevándoselas a su país.
Necesitamos levantar un bicentenario popular y antiimperialista
Sebastián Piñera, la Alianza por Chile y la Concertación quieren ocultar estos temas, hablan de celebraciones por el bicentenario, pero le quitan el contenido esencial ¿Que es lo que realmente están celebrando ellos? ¿La independencia? Cuando no pasan de ser más que meros lacayos o administradores de los intereses de los grandes países imperialistas.
Los asalariados debemos levantar un bicentenario de los trabajadores y los sectores populares, que apunte claramente a poner fin al control imperialista de nuestras riquezas y que estas puedan ser destinadas a solucionar todos los problemas de pobreza que hoy tenemos en Chile, a pesar de que en este país tenemos riquezas suficientes para terminar con esta lacra.
Un bicentenario que muestre al Chile real, a ese que hoy tiene condenado a muerte a 33 mineros en el norte de nuestro país, por la sola razón de ser pobres y verse obligados a trabajar en condiciones tan inseguras y no solo la vida de opulencia de los empresarios criminales, como los dueños de la mina San José y de muchas otras minas que están en las mismas condiciones.
Pero para lograr esto necesitamos empezar por recuperar todas nuestras riquezas básicas y poner las empresas bajo el control democrático de los trabajadores y del conjunto de la sociedad y terminar de raíz con la avaricia de unos pocos.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.