“No+AFP tendrá candidatos y candidatas constituyentes en todo Chile”, dijo a Le Monde Diplomatique el líder de esa organización, Luis Mesina, quien eventualmente también postulará a la Convención Constitucional que emane del plebiscito del próximo 25 de octubre.
La edición chilena de Le Monde Diplomatique ha generado esta sección “Chile Posible” para contribuir al debate constituyente, con las voces de quienes han sido y serán protagonistas de este proceso histórico desde las movilizaciones y demandas sociales.
En esta primera versión de Chile Posible, a cargo de Libio Pérez, ha sido invitado a conversar Luis Mesina, profesor de Historia, con estudios de posgrado en Educación y Economía. Tiene una larga trayectoria en los movimientos sociales, en la organización de trabajadores bancarios y particularmente en la fundación y desarrollo del Movimiento No Más AFP, una articulación que ha sacado a millones de personas a las calles que luchan por pensiones dignas, un asunto que está en el centro de las demandas sociales. Y que ahora además es parte del debate constituyente. Puede ver el video aqui: https://www.youtube.com/watch?v=qObfMG8kvHI&feature=youtu.be
• ¿Es viable la reforma que está tramitando en el Congreso? El ministro de Hacienda ha dicho que esta reforma está condicionada a un eventual segundo retiro de fondos individuales, que es una u otra…
• En el marco del actual sistema el ministro es coherente. En la lógica de la capitalización individual, en el ahorro individual, es fundamental, porque haber sacado el 10% en julio con la reforma constitucional aprobada que lo permitió, ya produjo un impacto importante en el ahorro. Si se produce el segundo retiro de fondos habrá un quinto menos de ahorro individual. Dos millones 700 mil personas quedaron con cero pesos con el primer retiro, y si se materializa el segundo serán cerca de cuatro millones, de un total de once. Entonces la situación es crítica, y es coherente con lo que plantea el ministro. Nosotros decimos que independientemente del retiro, este es un sistema que ya colapsó. Los datos son irrefutables. Cuando decimos que 2 millones 700 mil personas ya no tienen ni un peso, y podemos llegar a un 46 o 48% de personas que no tendrán ni un peso, es absurdo pretender reproducir este sistema que está condenando a las personas a pensiones promedio un tercio más bajo que el ingreso mínimo, que ahora está en 320 mil 500 pesos. O sea, las pensiones están cerca de los 210 mil promedio. La mediana -que ilustra mejor- en el campo de las mujeres quienes se están pensionando en últimos meses (junio-julio) están sacando por debajo de los 35 mil pesos. La gente se sorprende con estos datos, pero las personas que han trabajado y han ahorrado para sus pensiones, como establece esta ley, llegado el momento de jubilar, que para las mujeres es a los 60 años, la mitad de ellas recibe pensiones por debajo de los 35 mil pesos. Pero hay personas que reciben menos que eso, quince, diez, incluso ocho mil pesos. ¿Cuál es el problema? Que para que esas mujeres puedan aspirar al pilar solidario tienen que esperar a cumplir 65 años de edad. Esto está colapsado, por eso no es viable un mejoramiento de las pensiones en el contexto de este sistema.
• Más de cuatro millones de personas se quedará sin fondos si hay un segundo retiro de fondos del ahorro individual, pero la demora y poca cobertura de la ayuda estatal hace que esta medida sea inevitable, lo dicen en el Congreso y en la calle. ¿Te parece inevitable?
• Lo más probable es que un segundo retiro se concrete. Pero la gente y también los políticos deberían entender que esta es la mejor respuesta que tiene el gobierno de Piñera a la crisis. Porque con un segundo retiro se inyecta un importante volumen de dinero a la economía. La gente que retira 400 o 500 mil pesos destina ese dinero al consumo, gasta en alimentos, en el pago de servicios y las deudas. Con el primer retiro de fondos cayó la deuda bancaria y la morosidad porque se inyectaron casi el 5,5% del PIB en el mercado. En este proceso constituyente la gente tiene que elevar su nivel de análisis y también los políticos. Chile es el único país del mundo que enfrentó esta crisis con el dinero de las personas que implicó más del 5% del PIB, ningún país desarrollado, ni EEUU ni Alemania hicieron eso. La caída del PIB iba en picada y con esta medida se frenó. Lo que hay que preguntarse es por qué la crisis la está pagando la gente, esto es un respirador para Piñera. Las ollas comunes disminuyeron con el retiro del 10%. Esto descomprime la lucha política, por eso un segundo retiro será apoyado por la derecha y el gobierno dirá de la boca para afuera que está en contra.
• Mucha gente, incluso en la campaña por el plebiscito, dice que el sistema de pensiones no está en la Constitución, entonces para qué decir que las pensiones podrían mejorar si cambia la Constitución…
• La gente debería saber que para retirar su 10% tuvo que realizarse una reforma constitucional. Andrés Allamand que siempre ha sido muy reaccionario pero se presenta como de una derecha progresista, dijo en julio cuando era senador que irían al Tribunal Constitucional porque esta modificación requería un quorum de dos tercios. Pero la presión fue tan fuerte que se modificó la Constitución y permitió el retiro. Pero ¿por qué es relevante el cambio constitucional? Cinco senadores recogieron nuestra propuesta de derogar el decreto que creó este sistema de pensiones y tuvieron que presentar una moción ante la Comisión Constitucional del Senado que preside Alfonso De Urresti, que firmó también la propuesta. Ese debate ahora está centrado en si acaso esos cinco senadores tienen legitimidad y competencias para plantear esa reforma constitucional, y les ha caído una fuerte descalificación desde la derecha. Pero si no es esa la vía, ¿cuál es? Vamos por un camino constitucional y resulta que somos acusados de “violentistas” y criminalizan la movilización social. La Constitución debe reconocer el derecho a la seguridad social. Y no como está hoy, que dice que la acción del Estado estará dirigida a garantizar el acceso a prestaciones que otorguen las instituciones públicas o privadas, y eso vale para todos los derechos como educación y salud. O sea, acceso a derechos que entregan instituciones públicas o privadas, y cuando entran los privados se acabó la seguridad social.
• Ya en marcha el proceso constitucional y apenas pasado el plebiscito, ¿cuál debería ser el papel de las organizaciones sociales, como No + AFP?
• Hay dos etapas, la primera es el plebiscito en entrada del 25 de octubre. Y luego viene algo más complejo, que es la elección de quienes sean elegidos para representar a la ciudadanía en la redacción de la nueva Constitución, y eso es muy oscuro. El movimiento social tiene un papel fundamental de unificarse tras el objetivo de restituir los derechos sociales. Eso está detrás de la revuelta social de octubre pasado, una revuelta espontánea pero que está sustentada por demandas levantadas por el movimiento social durante la última década. Parten con las movilizaciones contra HidroAysén, después Magallanes, Aysén y el 2011 con el movimiento estudiantil que lucha por educación de calidad pública y gratuita, pero además incorpora la demanda por una asamblea constituyente. Tenemos mala memoria, el 2011 los estudiantes pusieron la demanda de la asamblea constituyente. Y hubo muchas más movilizaciones, las nuestras de No+AFP fueron masivas y transversales, viejos y jóvenes marcharon. Si el movimiento social queda marginado de este proceso constituyente, la ilegitimidad del marco constitucional hará crisis.
• ¿Y cómo se representará el Movimiento No+AFP en este proceso, llevarán candidatos y candidatas? ¿Tú serás candidato constituyente?
• Los trabajadores bancarios decidimos participar en el proceso; queríamos una asamblea constituyente soberana, pero el poder escamoteó esa posibilidad. Pero así son los procesos, se avanza y retrocede, pero esto no una dádiva del poder, el acuerdo constitucional fue una forma descomprimir la lucha social, para frenar su fuerza que se expresó en la gran huelga general del 12 de noviembre que convocamos los movimientos sociales. Esto fue resultado de la huelga general. Tenemos que mirar la realidad y el proceso constitucional es el que está en la realidad y tenemos que jugar a ganar. En 1973 no derrotaron, nos quitaron los sueños; recuperamos fuerzas con las protestas de los 80 y también perdimos con las negociaciones a espaldas del pueblo. Tenemos que aprender, porque el plebiscito de hace 32 años terminó en una alianza entre No y el Sí; eso no puede volver a pasar. Por eso estamos levantando candidaturas del movimiento social, que es legítimo porque necesitamos tener representantes genuinos y no delegar nuestra representación a escribir esta nueva Constitución. Tenemos propuestas serias, sustentables y no tenemos por qué delegar en otros esa tarea. La Coordinadora No+AFP acordó en su último consejo levantar candidaturas en todo el país, y si en algún lugar no tenemos apoyaremos a otras y otros del movimiento social, de la educación, la ecología, etc. Los partidos políticos no pueden pretender hegemonizar el proceso, corren el riesgo de perderlo todo, La derecha con menos del 30% puede darnos una paliza si no hay unidad. Los partidos han perdido legitimidad, ya no son correas de transmisión.
• ¿Aprecias una oportunidad para reconstruir una cierta unidad político-social?
• Quizás se puede ver positiva mi mirada, tengo confianza y también muchas dudas. Estamos en un momento de disputa y la lucha social se agudiza. Usando una vieja categoría, así es la lucha de clases y cuando se agudiza la historia nos muestra que la mayoría de las veces hemos perdido, muchas veces por falta de conducción honesta y coherente. Pero esto ha estallado, la ciudadanía expresó su hastío al abuso. Pero no podemos estar eternamente peleando en la calle, ahora hay que ganar. La gente quiere soluciones a sus problemas, por eso es tan importante ganar.
Libio Pérez es editor de la edición chilena de Le Monde Diplomatique