Especialistas señalan a las y los jubilados entre los grupos más vulnerables a situaciones de pobreza, cuando arrecia en Cuba y en el mundo la crisis económica poscovid.
Las personas jubiladas de Cuba ingresaron en la era moderna de cobros online. Al despedirse de las viejas chequeras de papel, ahora todos cobrarán mediante una «nómina electrónica» sus pensiones, que apenas cubren requerimientos mínimos para subsistir.
A partir de este mes de agosto, los Bancos, Casas de Cambio (Cadecas) y oficinas de correos de todo el país harán sus pagos con la presentación del carné de identidad para hacer efectivo el cobro. Las y los beneficiarios que ya usan tarjeta magnética, continuarán haciéndolo de la misma forma.
Según funcionarios del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, la medida hará más viable este proceso para los más de 900 000 beneficiarios de la Seguridad Social en Cuba que todavía carecen de tarjeta magnética y dependen de los obsoletos cuadernillos de papel.
De esta forma, la totalidad de los incluidos accederán en forma digital a esos ingresos, informó a medios locales la subdirectora general del estatal Instituto Nacional de Seguridad Social, Haydée Franco.
Los pagos oscilan entre el equivalente a los 15 y los 20 dólares tras el incremento salarial aprobado en 2019 para el sector estatal, aunque un reducido segmento retirado en los últimos años de empresas estatales con pagos por resultados o cooperativas recibe mejores montos.
De acuerdo con la funcionaria, hasta ahora casi 80 por ciento de los más de 1 600 000 beneficiarios cobran sus pensiones mediante chequera, un medio que se deteriora o extravía con facilidad.
Sector en crecimiento
Cuba posee un sistema de pensiones universal para quienes, con la edad requerida (60 años para las mujeres y 65 para los hombres) llegan al final de su vida laboral. Además, se otorgan prestaciones monetarias (subsidios) por enfermedad o accidente, por invalidez total o parcial que abarca a los familiares del beneficiario.
Según datos de la estatal Oficina Nacional de Estadísticas e Información, la población mayor de 60 años representará hacia 2030 un tercio de los habitantes de Cuba. En la actualidad, casi un 20 por ciento de sus habitantes supera la edad citada, lo que dispara las cifras de acogidos a la jubilación y la seguridad social.
La cartera de trabajo y seguridad social indicó que 41,8 por ciento cobra por tarjeta magnética, una vía que se mantiene. La nómina electrónica es un paso intermedio antes de llegar a la tarjeta magnética, que estará disponible para el 58,2 por ciento que hoy tiene chequera, según fuentes del ministerio.
Pensiones todavía insuficientes
En junio de 2019, el gobierno cubano aprobó un incremento salarial a los trabajadores del sector presupuestado en un monto del 68,3 por ciento. El salario medio de este sector se elevó hasta 1 067 pesos mensuales (43 dólares) y el salario medio total del sector estatal hasta 877 pesos (35 dólares), según datos oficiales.
La medida también incluyó a más de 1 550 000 personas que recibían pagos por conceptos de jubilación o Seguridad Social.
Al respecto, se decidió incrementar las pensiones de los jubilados que cobraban cifras inferiores a 500 pesos mensuales (20 dólares), lo que beneficiaría a un 1 281 523 personas, en tanto que se mantuvo la pensión mínima en 242 pesos (casi 10 dólares) y la prestación mínima de la asistencia social en 217 pesos a partir de los aumentos decretados en 2018.
Pero varios economistas, incluso los vinculados a las esferas oficiales, califican esos incrementos de insuficientes ante el aumento del costo de la vida, agravado por la pandemia del coronavirus, la crisis económica de la isla caribeña y el recrudecido embargo económico de Estados Unidos.
Tensiones inflacionarias
A estos avatares se suman las subidas de precios de productos básicos en los mercados agropecuarios de libre oferta y demanda y los pequeños negocios privados, que en muchos casos triplican su valor de antes de la pandemia.
Otro problema es la proliferación de «coleros» (personas que marcan varias veces en las filas), acaparadores y revendedores, contra los cuales las autoridades han arremetido con multas, decomisos y otras medidas.
Es así que un sobrecito de café que se vende a cuatro pesos cubanos (CUP) mensualmente mediante el racionamiento de la canasta básica subsidiada, se comercializa ahora al precio de 25 pesos cubanos (un dólar). Solo un mes atrás ese mismo sobre costaba en el mercado informal 15 pesos.
La drástica subida de precios en el mercado informal afecta también, además de alimentos como leche en polvo y puré de tomate, a productos de aseo personal. Un tubo de pasta de dientes de fabricación nacional cuesta actualmente el equivalente a entre cinco y ocho dólares.
La mayoría de los jubilados y jubiladas sin familiares en el exterior tienen menores posibilidades de acceder a las mejor abastecidas tiendas en dólares, asociadas a tarjetas magnéticas e inauguradas en julio por las autoridades como una forma de captar moneda libremente convertible (dólares, euros y otras) para remontar la falta de liquidez.
Fuente: https://www.ipscuba.net/economia/era-digital-cubre-a-todo-el-sector-jubilado-en-cuba/