Traducción de: Monique Angela Schoch
Rol de la mujer negra en la lucha por la equidad de género
Attilio Bernasconi: Doctora, durante su estadía en Colombia se reunió con varias mujeres afrocolombianas. ¿Qué ha aprendido de ellas, y qué pueden aprender ellas de las experiencias de su vida?
Angela Y Davis: Bueno, hace un año y medio el Instituto de Estudios de la Mujer y de Género de la Universidad Nacional de Bogotá me invitó a visitar Colombia. Amara Vivieras nos invitó a mi colega Gina Dent y a mí a participar en un seminario sobre feminismo Negro – feminismo Negro en los Estados Unidos y feminismo Negro en Colombia. En el curso de la preparación de este viaje, me acordé de un encuentro muy emotivo que tuve anteriormente con Francia Márquez, quien me habló entonces acerca de la lucha de los habitantes de La Toma. Una vez más fuimos invitadas a visitar la comunidad de La Toma y manifestar solidaridad con la lucha que en ese momento era una lucha contra Héctor Sarria en su esfuerzo por desalojar a la gente de la tierra en la que ha vivido durante más de 500 años.
Ese fue uno de los momentos más emocionantes de mi vida, lo he relacionado con las luchas de los pueblos negros en los EE.UU. y fue absolutamente increíble ver gente que ha vivido en la misma tierra durante cinco siglos y que ha conservado su cultura, tuvimos un encuentro maravilloso con la gente de la comunidad y conocimos gran parte de la música, el baile y los niños, fue algo absolutamente inspirador. Especialmente inspirador fue el papel que tuvieron las mujeres en el liderazgo de esa lucha. Francia Márquez es un líder increíble, una joven que ha ayudado a conducir a su comunidad hacia el camino de la victoria. También vimos mujeres mineras, tuvimos la oportunidad de visitar una de las minas, y las mujeres nos contaron que se dedican a la minería al igual que los hombres, de hecho, algunas de ellas han aprendido a trabajar en la mina desde niñas. Nunca voy a olvidar a la mujer que dijo: «La minería está en mi sangre, he sabido ser minera desde que estaba en el vientre de mi madre», fue algo que nos hizo pensar en el trabajo y la minería de manera diferente. Me quedé totalmente impresionada por la pasión con la que las mujeres expresan su amor por ese trabajo, de regreso en los EE.UU. y cuando hablo con la gente en las ciudades de todo el país, siempre traigo a colación el tema de la lucha del pueblo de La Toma por su tierra y por sus derechos.
AB: Usted ha mencionado el trabajo en la mina y el papel de las mujeres allí. En la comunidad de La Toma, las mujeres trabajan en las minas de oro hombro a hombro con los hombres. Participan igualmente al duro trabajo, compartiendo los mismos esfuerzos y los mismos beneficios. En las últimas décadas, los flujos de capital que llegan a la región, las pequeñas y medianas empresas, así como las grandes corporaciones transnacionales, han hecho irrupción en la región y han comenzado a imponer nuevos modos de producción. Con el uso de las nuevas formas de maquinaria, los hombres siguen siendo empleados, pero las mujeres han empezado a perder su role, y se ven obligadas cada vez más a buscar otros empleos, a menudo en la ciudad, en el servicio doméstico u otras tareas mal pagadas. ¿Cuál es su lectura de este fenómeno? ¿Cómo reaccionan las mujeres ante esto? Teniendo en cuenta la disminución de la necesidad de mano de obra en general, cómo éste fenómeno se ha convertido en una cuestión de género?
AD: Bueno, por supuesto el capitalismo explotará cada ser humano con el fin de producir tanto beneficio como sea posible y lo que se ve en La Toma – quiero decir en primer lugar, que quede muy impresionada por la belleza de la tierra, nos condujeron por un camino destapado, alrededor de la montaña durante una hora y media más o menos, y una vez que llegamos a la cima la vista era increíblemente hermosa. Cuando fuimos a visitar la mina, era difícil imaginar que había una mina allí, ya que el modo de minería que el pueblo, las mujeres y los hombres, aplican es sumamente respetuoso de la tierra, no destruye la tierra, ni destruye la belleza del paisaje. Uno nunca se habría imaginado que había una mina en el interior de esa pequeña abertura, ahora, los nuevos modos de producción capitalistas suscitan la destrucción de la tierra, la destrucción del paisaje y, al mismo tiempo, es un asalto a las mujeres que se han comprometido con el antiguo modo de producción, uno más respetuoso y más sostenible ambientalmente. Por lo tanto, se podría afirmar que la lucha por la igualdad de género es también una lucha por salvar el medio ambiente y creo que es importante que podamos ver cómo estas luchas se cruzan. Si somos capaces de triunfar en la defensa del derecho de la mujer al trabajo y en el mantenimiento del modo de producción de estas mujeres, hombres y niños, también estaríamos salvando la tierra para las generaciones futuras y haciendo respetar la belleza de la tierra.
AB: Por medio de qué estrategias puede uno lograr la igualdad de género, incluso en los nuevos modos de producción? Tomando el ejemplo de La Toma, las máquinas son probablemente la razón por la cual los hombres siguen siendo contratados, aunque el manejo de estas nuevas maquinarias no sea más difícil que el trabajo en la mina. Qué estrategias podrían emplear las mujeres para lograr mantener su trabajo, incluso con la nueva maquinaria?
AD: Bueno, yo creo que se trata de una lucha que requiere de múltiples estrategias. Por un lado, el trabajo de equidad -y ciertamente se sabe que las mujeres son capaces de manejar las máquinas de la misma manera que los hombres. Es muy interesante, podemos volver atrás y encontrar un ejemplo muchas, muchas décadas atrás, durante la Segunda Guerra Mundial, aún antes de la guerra actual, cuando a las mujeres se les prohibió empleos en la manufactura, en especial con automóviles. Tan pronto como estalló la guerra, y los hombres fueron al frente, hubo una gran campaña para convencer a las mujeres de construir aviones, ¿verdad? [Risas] me refiero a la manera en que los capitalistas manipulan las ideologías con el fin de producir más beneficios. Pero creo que en el siglo 21 tenemos que tener en cuenta que el feminismo nos ha animado a pensar las cosas de otra manera y desarrollar un análisis intersectorial. No hay que centrarse simplemente en un problema, no sólo centrarse en el derecho de las mujeres a trabajar con la ayuda de estas máquinas enormes, sino también denunciar lo que las máquinas le están haciendo a la tierra, desafiar la minería a cielo abierto, y señalar que el progreso no siempre reside en modos de producción más avanzados tecnológicamente. Sobre todo cuando se utilizan con el propósito de generar más ganancias para el capitalista, dejan a la gente de esa comunidad aún más en la miseria, y además ponen a las mujeres en una situación en la que se ven obligadas a trabajar en el servicio doméstico. Una de las cosas que realmente nos impresionó cuando estuvimos en esa zona fue que vimos la pobreza en Cali, fuimos a visitar el, um, no puedo recordar el nombre de la comunidad…
AB: Agua Blanca
AD: ¡Sí! Agua Blanca, fuimos a visitar Agua Blanca y pudimos ver la pobreza extrema, era claro que se trataba de personas que fueron expulsadas de sus tierras, personas que habrían sido capaces de mantenerse a sí mismas de no haber sido expulsadas de sus tierras por los grandes agro-negocios capitalistas. Y vimos, por supuesto, lo que la gente conoce como el desierto verde, las millas y millas de caña de azúcar cultivada para que la gente en Occidente se sienta como si estuviera haciendo un buen trabajo, mediante el uso de biocombustibles y, por supuesto, esto obstruye la capacidad de mantenerse de la gente. Lo sorprendente de La Toma es que existe una especie de integridad y a pesar de la pobreza la gente siente una conexión con su comunidad, con su tierra, con su historia y su cultura, así como con sus formas de subsistencia.
Capitalismo, neoliberalismo y racismo ambiental
AB: Sí, esto es cierto sin duda, en especial la dignidad que las personas sienten hacia su comunidad. Continuando en esta dirección, a través del capitalismo de mercado, territorios no- capitalistas se ven obligados no sólo a abrirse al comercio (que podría ser útil), sino también a permitir que el capital se invierta en empresas rentables que utilizan fuerza de trabajo barata, materias primas, etc. Según lo que ha visto y oído en La Toma, ¿cómo estas dinámicas afectan a la gente, su cultura y su identidad?
AD: Bueno, yo creo que es un terrible asalto a la cultura y al derecho de las personas a mantenerse en formas que no dependan de las ganancias. Y por supuesto, cuando uno mira la historia de los EE.UU., existe la suposición de que los mercados capitalistas se han librado de la pobreza y sin embargo si nos fijamos en las comunidades nativas americanas, las comunidades indígenas están experimentando algunos de los mismos problemas que las comunidades afrodescendientes y comunidades indígenas en Colombia. Sobre todo en torno a temas de minería, la manera en que los pueblos indígenas han cuestionado la minería del uranio, por ejemplo, es comparable a las formas en que las personas, los pueblos indígenas en Colombia y los afrodescendientes en Colombia han luchado por sus derechos hacia los minerales que se encuentran bajo el suelo. Y por supuesto, el capitalismo encuentra modos de engañar a la gente y es capaz de decir: «Bueno, puede que usted sea propietario del terreno, pero usted no es dueño de lo que está debajo de la tierra» y eso es absolutamente ridículo. Y creo que es importante que la gente en los EE.UU. entienda esto, especialmente dada la aparición de Occupy y la lucha contra Wall Street y los organismos financieros. Es importante que la gente aquí reconozca que la desterritorialización está sumamente conectada con el gigante mundial del capitalismo y la privatización, que en el fondo está también vinculado al hecho de que la gente aquí en los EE.UU. haya perdido sus casas y haya perdido sus empleos. Por lo tanto creo que es muy importante para nosotros lograr hacer las conexiones entre estas luchas que son de naturaleza global.
AB: Absolutamente, yo no sé si usted lo notó, pero sobre todo en la región de La Toma, la gente realmente ha mantenido su cultura. Esta proviene directamente de la esclavitud, y en La Toma las personas tienen todavía los nombres que reciben a través de la esclavitud como Lucumí, Carabalí, … y los nombres provenientes de las regiones de Angola y regiones de África occidental. Mediante qué estrategias las personas podrían mantener esta cultura viva?
AD: En primer lugar, creo que la gente en La Toma tiene una gran determinación, no dejará su cultura sin una lucha muy, muy importante. Y en segundo lugar, creo que es importante que la gente de otros lugares, no sólo de toda sur América, sino de todo el hemisferio y de todo el mundo se una con el pueblo de la Toma. Sé que he hablado en muchas ocasiones del impacto que causa descubrir un pueblo que ha logrado conservar su sentido de identidad y su cultura durante muchos, muchos siglos. Eso es comparable con lo que le pasó a la gente en los EE.UU. en la década de 1970 y la de finales de 1960, tuvimos que luchar para poder llamarnos Negro, porque Negro era un término que ni siquiera los negros querían aceptar por ser tan negativo, y peor aun africanos. Por lo tanto, hicieron falta décadas y décadas para que las personas de descendencia africana en los EE.UU. aceptaran el hecho de tener ancestros africanos. Y, a pesar de que algunas partes de la cultura se han mantenido, el genocidio cultural que acompañó la esclavitud, eliminó el lenguaje, la música y muchas otras tradiciones culturales. Observando a la gente de La Toma vemos lo que hemos perdido en los últimos 500 años. Creo que es importante mantener esa conexión, y especialmente en el contexto de la lucha. W.B. Dubois hace muchos años, cuando se le preguntó sobre el panafricanismo, dijo, » el pan-africanismo puede ser una fuerza poderosa, no es simplemente el reconocimiento de nuestro ancestro común en África, al reconocer ese ancestro común también tenemos que aceptar participar en la lucha, tiene que ser un pan-africanismo anti-imperialista». Creo que el pueblo de la Toma nos enseña hoy por qué es tan importante participar en estas luchas, en gran parte porque está siendo atacado por las empresas capitalistas y el gigante de la privatización que ha causado tanto daño al planeta.
AB: Exactamente, este proceso continuo de acumulación (de capital) por desposesión -como David Harvey lo definiría- sigue teniendo lugar en las zonas habitadas por poblaciones ancestrales, como los afro-colombianos, los pueblos indígenas, los indios americanos en los EE.UU, etc. Por lo tanto, ¿cómo se vincula el racismo a este fenómeno (o se construye a través de él)?
AD: Hay quienes dirían que hemos evolucionado más allá del racismo y, por supuesto, muchas personas argumentan que ahora que hay un presidente afroamericano en los Estados Unidos, vivimos en lo que ellos llaman una sociedad post racial. Pero, como ya he mencionado muchas veces, citando a un prisionero que dijo, «un hombre Negro en la Casa Blanca no quiere decir que no haya un millón de hombres negros en la casa grande», y con «casa grande» se refiere a las cárceles. Creo que para entender la manera en que el racismo sigue definiendo nuestras sociedades, es importante tener en cuenta el racismo estructural, y no sólo el racismo actitudinal. Por supuesto, hay un montón de personas que tienen actitudes racistas, pero eso no es lo más importante. El hecho es que el racismo está muy arraigado en las estructuras sociales y económicas. En la estructura educativa, el racismo determina quién va a ir a la universidad y, por otro lado, quién va a ir a la cárcel. Mientras yo estaba en Colombia me ha impresionado y entristecido el hecho de que los EE.UU. tienen un papel importante en la producción de las cárceles colombianas. Hemos visitado una cárcel de Bogotá, que fue financiada por el US-AID. También nos informaron de los planes de construir la cárcel más grande de América del Sur en el área de las afueras de Cali. Se ve la conexión con la desterritorialización, pateando gente fuera de sus tierras, impidiendo que la gente use los medios de sostenerse a sí mismos y a su comunidad, medios que también protegen la tierra, que también protegen la biodiversidad de la tierra. Por un lado se encuentran los que quieren robar el oro mediante la destrucción de la tierra y por otro lado, los que quieren obtener beneficios a partir de la caña de azúcar para producir el biocombustible. Todo esto implica desterritorialización, lo que implica obligar a las personas a abandonar sus tierras, personas que históricamente han protegido estas tierras. Al ser expulsadas de sus tierras, si no hay trabajo -y no hay ninguno-, la solución ofrecida, sobre todo por los EE.UU., son estas grandes nuevas y brillantes cárceles. La cárcel sirve de espacio para almacenar a aquellos que han llegado a ser superfluos en una sociedad capitalista. Creo que es muy importante asociar todos estos temas y desarrollar campañas mundiales en contra de la desterritorialización, en contra de ciertos modos de extracción de la minería, y de modos de producción agrícola que destruyen por completo el suelo y que usan pesticidas, [la lista] sigue y sigue y sigue.
AB: Sí, ese es exactamente el problema que vemos en Colombia con las plantaciones de aceite de palma, que están ahora en todas partes. Usted mencionó que durante su estadía, tuvo la posibilidad de visitar las comunidades afrocolombianas en las zonas rurales (como la de La Toma), así como en las zonas urbanas. ¿Cuáles son las diferencias que ha observado? ¿Cuál es su opinión acerca de la forma en que estas comunidades tienen que organizarse? Cómo el proceso urbano-rural se divide/entrelaza en general?
AD: La brecha entre lo urbano y lo rural es una división histórica. En Colombia, como fue el caso en los Estados Unidos -y todavía tenemos esta división urbano / rural, los modos de vida rurales son lo que se encuentran más bajo el asalto de las corporaciones capitalistas. A medida que las sociedades imponen economías de efectivo (cash-economies), lo que ocurre en toda la región del sur, las personas ya no son capaces de sobrevivir simplemente cultivando sus alimentos y viviendo de la tierra. Éstas tienen que tener dinero, y para tener dinero necesitan empleos. Muchas veces no hay empleos disponibles, o si los hay, son empleos que permiten a las corporaciones capitalistas de cosechar la mayor cantidad de beneficios. Por lo tanto estos empleos consisten más en la explotación de la gente que en darles los medios con los cuales vivir vidas decentes. De hecho, actualmente en el sur de África, algunos de los principales problemas que enfrentan los sudafricanos tienen que ver con esa división urbano / rural. Y, por supuesto, a raíz del desmantelamiento del apartheid, las personas que vivían en las zonas rurales creyeron en un «nuevo día», muchas de ellas abandonaron el país y se fueron a la ciudad, y en la ciudad no había trabajo, y no había viviendas, y no había escuelas. Y así, lo que ocurre es que la gente a menudo cae en la delincuencia, porque esa es la única manera de sobrevivir. Recurren a la delincuencia y luego son criminalizados y encarcelados, y aparece este círculo vicioso de criminalización y encarcelamiento. Este es uno de los principales retos de la era actual, en Colombia y en toda América del Sur, pero también en los EE.UU. Cuando la gente trata de encontrar empleos que ya no están disponibles y termina participando en economías subterráneas como la droga o el robo, puede que termine pasando el resto de su vida tras las rejas. Por ello, la lucha contra el Complejo Industrial de Prisiones es tan fundamental, no sólo en los EE.UU., sino en todo el mundo.
AB: Precisamente, en Colombia tenemos el problema de la producción de cocaína, que se vende a los EE.UU. básicamente, y un montón de gente joven acaba en el tráfico de ésta…
AD: Exactamente, no tienen otras alternativas…
Movimientos sociales Afro, represión y políticas carcelarias
AB: Pensando en estos jóvenes en las ciudades, la mayoría de ellos se mantiene alejado de estos movimientos y de cualquier compromiso político. A partir de su experiencia con el Partido Panteras Negras y otras organizaciones, con qué estrategias se puede ganar el interés de los jóvenes?
AD: Esa es la cuestión! [risas] esa es la cuestión … A veces se trata del momento, de lo que despierta la imaginación y la creatividad de los jóvenes. El otoño pasado con la irrupción del movimiento Occupy, un gran número de jóvenes se movilizó. Sin embargo, la organización es la clave. Mi impresión siempre ha sido que hay que organizarse como si fuera posible construir un vasto y radical movimiento revolucionario. Si esto no ocurre hoy, entonces el trabajo quizás politice a la gente y tal vez procure las bases para la próxima generación. Pero tenemos que actuar como si fuera posible cambiar radicalmente el mundo. Creo que los jóvenes tienen la inspiración, la imaginación y la creatividad para hacer ese trabajo. No todos los jóvenes se sentirán atraídos por el movimiento, pero ese es siempre el caso. Siempre y cuando se alcance un número importante de personas y éstas continúen la lucha, creo que habremos hecho nuestro trabajo.
AB: Antes hemos hablado de las prisiones, su construcción, etc. Usted ha pasado dieciocho meses en la cárcel, Mumia Abu-Jamal está tras las rejas desde hace treinta años, y en Colombia, el líder del PCN (Proceso de Comunidades Negras) Félix Manuel Banguero fue encarcelado la semana pasada por cargos de estar vinculado a la insurgencia. ¿Cómo se puede reforzar la seguridad de los líderes afro?
AD: Una de las cosas que podemos hacer es participar en la clase de organización que no «demoniza» a las personas que están en prisión. Si uno mira una gran cantidad de luchas históricas, los movimientos se han organizado tras las rejas. En la lucha palestina por ejemplo, casi cada familia palestina tiene a alguien que ha pasado tiempo tras las rejas. Pero al mismo tiempo, creo que es importante crear un tipo de seguridad del pueblo, para que las personas que se dedican a la lucha no estén sujetas a un tipo de represión terrible. Esto sucede al ampliar el movimiento, desarrollando más y más apoyo, creo que eso es lo único que podemos hacer.
Cuando estaba en la cárcel hace varias décadas, de hecho, el pasado 04 de junio celebré el 40 aniversario de mi absolución, esa lucha fue ganada porque muchas personas de todo el mundo se sentían unidas a esta campaña en contra de la represión política y el racismo en los EE.UU. Creo que es importante para nosotros desarrollar campañas contemporáneas, planetarias. Mumia Abu Jamal. Es ridículo que haya estado en prisión por tanto tiempo, sin importar si la gente cree en su inocencia o no, y estoy convencida de que es inocente de los cargos, pero ya pasó más de treinta años en la cárcel por lo que independientemente, debería ser liberado. Es alguien que ha tenido un role sumamente importante en la campaña contra la pena de muerte, contra el Complejo Industrial de Prisiones, y tantos otros temas. Sabe, hubo un tiempo en el que tuvimos una especie de internacionalismo que nos permitió propagar la voz muy rápidamente acerca de las personas que habían sido encarceladas y las personas que necesitaban la solidaridad mundial. Espero que podamos desarrollar un internacionalismo del siglo 21 que nos permitirá reaccionar cuando personas como el líder del PCN son arrestadas y puestas tras las rejas.
AB: Sí, yo estaba leyendo el mes pasado un libro de Mumia Abu Jamal donde explicó cómo los Panteras Negras, a través de la influencia de los escritos de Franz Fanon, se convirtió en un movimiento internacional y logró la solidaridad internacional… Retomando el tema de la prisión, cómo esto de «poner personas tras las rejas » está vinculado al racismo? En Colombia, la mayoría de los prisioneros son afro-colombianos, aquí en los EE.UU. la mayoría son también afroamericanos… ¿cómo se vincula el racismo a este fenómeno (o se construye a través de él)?
AD: Por supuesto, es muy interesante, casi en cualquier lugar al que vaya en el mundo, sin importar en qué país se encuentre, usted encontrará personas afro-descendientes tras las rejas, personas procedentes de América Latina, siempre personas a las cuales nos referimos en este país como «gente de color». Si usted está en Francia, o incluso en Escandinavia, incluso en los países considerados países blancos, si usted va a la cárcel verá que las personas que están tras las rejas son personas de color, negros, afrodescendientes. Lo que también es importante destacar, es que el surgimiento del Complejo Industrial de Prisiones ha hecho rentable el encarcelamiento. Por lo tanto, muchas de estas cárceles son cárceles privadas, incluso si no son cárceles privadas, que subcontratan sus servicios para que las empresas privadas terminen cosechando enormes ganancias a partir de la enorme cantidad de negros que están detrás de las rejas. El racismo ha sido siempre una fuente de beneficios, desde la época de la esclavitud, de hecho, si se tiene en cuenta el surgimiento del capitalismo en el mundo, la esclavitud de los africanos desempeñó un papel importante en la producción de lo que Marx llamó la «acumulación primitiva». El capitalismo tal como lo conocemos no hubiera sido concebible si no hubiera estado basado en la esclavización de los africanos y el absoluto robo de los recursos del continente africano. Creo que a medida que nos involucramos en las luchas contra la cárcel hoy Complejo Industrial, tenemos que llamar la atención sobre la manera en que el racismo está profundamente arraigado en el funcionamiento de estas instituciones, especialmente en los EE.UU., pero no sólo en los EE.UU., en todo el mundo. De hecho, cuando uno va a las cárceles, sobre todo en el sur, pero también en otras partes de los EE.UU., puede ver el impacto de la esclavitud, es como si estas cárceles hubieran conservado las tecnologías de la esclavitud, y la sensación de la esclavitud, y el olor de la esclavitud. He estado en las cárceles de Alabama y yo hubiera jurado que había sido de alguna manera transportada en el tiempo. En Mississippi, … en Luisiana, de hecho, cuando el huracán Katrina ocurrió en 2005 muchas personas se sorprendieron por la pobreza que había allí y también se enteraron de que había un gran número de negros tras las rejas en unas de las peores prisiones del mundo entero. Por lo tanto, creo que lo que realmente es importante es enfocar la lucha en contra del Complejo Industrial de Prisiones, colocar el Complejo Industrial de Prisiones mundial en el centro de nuestras campañas contra el capitalismo, al igual que los derechos de los pueblos a sus tierras, al empleo y a la educación en todo el mundo.
AB: Decíamos antes que, por ejemplo las cárceles de Colombia están fuertemente apoyadas por los Estados Unidos… incluso con Obama como presidente, para la política exterior de EE.UU., por desgracia, el Caribe continúa siendo visto como el lago de los EE.UU. y América Latina como su finca. Por otra parte, ha mencionado antes Palestina, pero en América Latina solíamos decir que Colombia es el «Israel de América Latina», debido a su relación (subordinación) con el vecino del Norte rico. Entonces, ¿cómo pueden las personas en Colombia enfrentar este increíble poder hegemónico, que es los EE.UU.? Porque, por ejemplo, el gobierno actual de Colombia abrió la puerta para la despenalización de las drogas, pero en la última Cumbre de las Américas, el presidente Obama se limitó a decir que esto estaba fuera de discusión. Así que, pensando en la cárcel, las drogas, ¿cómo puede la gente en Colombia siquiera imaginar enfrentar semejante poder?
AD: Sí, y considerando el hecho de que la campaña -la llamada «guerra contra las drogas» en los EE.UU., ha sido siempre una guerra racista. Ha sido una guerra contra los negros y los latinos. De hecho, el número creciente de personas tras las rejas está directamente relacionado con la denominada «guerra contra las drogas». Es cuestión de cambiar la conciencia del público, creo… cambiar la conciencia para que entendamos que se trata del interés de las corporaciones capitalistas, y especialmente de las empresas farmacéuticas, ya que hay una gran conexión entre la llamada «guerra contra las drogas» y las enormes ganancias que las corporaciones farmacéuticas podrían cosechar con la producción de la misma clase de drogas, ¿verdad?
AB: [Risas] Sí, las empresas suizas.
AD: ¡Exactamente! Exactamente … Entonces, creo que se requiere un tipo de lucha y campaña ideológica para que la gente pueda pensar de manera crítica y sea consciente de los intereses que el gobierno y las corporaciones tienen en la llamada «guerra contra las drogas». No es realmente cuestión de drogas en absoluto, se trata de empleos y de beneficios, y se trata de encontrar formas de crear lo que se ha denominado «pánico moral», porque si la gente tiene miedo de los efectos de las drogas, o si tienen una cierta idea acerca de quiénes son los que usan las drogas y quiénes son los vendedores de drogas, entonces se puede organizar una especie de ataque racista contra las comunidades -comunidades Negras y comunidades latinas. En los EE.UU., es interesante que los jóvenes blancos se drogan y venden drogas tanto o incluso más que los jóvenes Negros o latinos, pero si nos fijamos en quien está en la cárcel, quien está detenido y quien carga con el peso de esa «guerra contra las drogas «, es racista, se trata de negros y latinos.
AB: Yo he estado los últimos meses en Nueva York, y por ejemplo, me di cuenta de cómo probablemente la mayoría de la cocaína colombiana vendida al mercado de los EE.UU. se consume en el centro de Manhattan …
AD: Sí, sí, sí! Y muchas veces por gente blanca muy rica, pero no son ellos los que van a la cárcel, no son quienes son satanizados y criminalizados. Por lo tanto, es por eso que creo que es tan importante desarrollar una conciencia en torno a la raza y al racismo y la gente no quiere hablar de racismo en la actualidad. Ellos piensan que si se habla de él, de alguna manera u otra usted lo evoca, ¿verdad? [Risas], pero si no se habla de ello, no habrá forma de erradicar el racismo de nuestra sociedad. Y, por supuesto, éste tiene el mismo impacto en todo el mundo, sabe, no sólo en los EE.UU.
AB: Michel Foucault solía decir que «La justicia está al servicio de la policía». De hecho, las instituciones de los Estados están poniendo en práctica el control sobre los ciudadanos, las migraciones -como las leyes anti-inmigración en Alabama y Arizona y la libertad de movimiento. Imaginando el avance hacia la abolición de las cárceles- ¿no le parece que estamos presenciando la creación de un Panópticon al aire libre, y el establecimiento de una nueva forma legal de segregación?
AD: Sí, y creo que el estudio de Foucault sobre la prisión sigue siendo muy importante porque no sólo observa la forma en que el surgimiento de la prisión estuvo muy liado con el surgimiento del capitalismo y todas las tecnologías vinculadas al capitalismo, pero señala que no es sólo cuestión de la prisión en sí – no sólo acerca de esa institución, es cuestión de la encarcelación general de la sociedad. En Palestina, por ejemplo, los usos de las tecnologías de la prisión y tecnologías carcelarias en la comunidad en general son muy evidentes, con paredes y puestos de vigilancia. Uno ve las imágenes de la Palestina ocupada y cree que está dentro de una cárcel: las paredes, los puestos de control, las torres, las rejas, y el alambre de púas. Por desgracia, lo que está sucediendo en Palestina de una manera tan obvia está sucediendo en todo el mundo de maneras menos obvias. Cuanto más se permite el desarrollo de la prisión, más se permite una especie de panoptismo de la vida cotidiana. La lucha por los derechos de los inmigrantes en este país, como usted lo señalaba, es absolutamente esencial. Es la gente de México y de América Central, que, de nuevo, ha sido totalmente satanizada. La raza y el racismo desempeñan un papel aquí porque un gran número de inmigrantes indocumentados vienen de Europa, pero nunca nadie detiene a personas de tipo Europeo para pedirles sus documentos, y ciertamente no en el estado de Arizona, donde la Corte Suprema afirmó recientemente con la provisión SB1070 que la policía puede pedirle a la gente sus papeles de inmigración. Crecí en Alabama, y la ley draconiana de inmigración que fue aprobada en Alabama, realmente me recuerda a la era de Jim Crow, de la era de la segregación en la que crecí, cuando a los negros no se les permitía entrar en aquel museo o entrar en aquella biblioteca y se vieron obligados a vivir en comunidades segregadas, fuimos a escuelas segregadas, ni siquiera podíamos beber el agua que bebían los blancos. Veo mucho de este racismo regresar bajo el pretexto de proteger las fronteras y creo que es realmente importante vincularse a la lucha por los derechos de los inmigrantes y de los inmigrantes indocumentados, especialmente aquellos que vienen a los EE.UU. en busca de una vida mejor. Muchos de ellos provienen de zonas donde las empresas con sede en EE.UU. han destruido las comunidades y destruido la posibilidad de mantenerse a sí mismos, no tienen otra opción, tienen que venir a los EE.UU., y luego vienen a los EE.UU. y son tratados como si fueran demonios. Creo que es importante vincularse a la lucha por los derechos de inmigrantes en los EE.UU. y la lucha contra la desterritorialización en lugares como Colombia. Uno empieza a ver que la ciudadanía no se trata de papeles, la ciudadanía debería tratarse realmente de un compromiso por crear un mundo mejor. Si nos fijamos en el pueblo de La Toma, si nos fijamos en los pueblos indígenas en Colombia que están luchando por su futuro, y nos fijamos en las personas que acaban de cruzar la frontera de los EE.UU. porque no tienen otra alternativa, que cruzan la frontera para crear una vida mejor para ellos y sus familias, son también algunos de los mejores ciudadanos, en comparación con, ya sabes, los que tienen papeles, porque están luchando por un futuro, están luchando por un futuro democrático. Ellos son los mejores representantes de la lucha por la democracia en este país, así como las gentes de La Toma son los mejores representantes en Colombia.
Entre ilusiones y realidades
AB: Unas ultimas preguntas. En Colombia y en América Latina en general, la gente suele idealizar a los Estados Unidos, sus estrellas y su libertad. Todo el mundo quiere dejar su país e ir a los EE.UU., a realizar sus sueños de volverse rico … sin embargo, por un lado muy pocas personas logran su sueño, y es también en los EE.UU., donde muchas personas negras enfrentan el racismo por primera vez. Colombia es el país de habla hispana con mayor número de afro-descendientes, las personas son negras entre gente negra y la segregación está más ligada a la clase social que al color de la piel. Sin embargo en los EE.UU. se dan cuenta de lo que significa «ser negro». Entonces, ¿qué puede aprender el movimiento afrocolombiano de los movimientos americanos? Y sobre todo, ¿qué pueden aprender los movimientos afroamericanos -pero también Occupy como usted ha mencionado- del movimiento colombiano?
AD: Yo creo que es muy importante establecer vínculos entre nuestros movimientos. Dada la globalización del capital, la única posibilidad de crear un mundo mejor, crear un mundo socialista, es juntando los movimientos y crear solidaridades globales propias. Creo que las personas en los EE.UU. tienen mucho más que aprender de la gente que está luchando en lugares como Colombia que viceversa. Por supuesto, es lamentable que muchas personas alrededor del mundo todavía crean que los EE.UU. es un país donde las calles están pavimentadas con oro, la tierra de leche y miel… [risas] todas esas viejas representaciones estereotipadas. Por supuesto, Obama participa en la creación de estas imágenes de los EE.UU. como la democracia más importante del mundo. Creo que es importante que la gente reconozca que tenemos un largo camino por recorrer y lo que se ha logrado hasta ahora en los Estados Unidos de América es gracias a las luchas de las comunidades oprimidas … gracias a la lucha contra el genocidio que los pueblos indígenas han llevado por muchos, muchos, muchos siglos … gracias a la lucha contra el racismo, y la lucha por la igualdad de clases … el movimiento obrero que ha sido muy atacado, especialmente desde los años 80, el movimiento ecologista, el movimiento contra la homofobia , sabe, todas estas son luchas muy importantes. Si podemos pensar en la posibilidad de un futuro democrático en los EE.UU., es gracias a las personas que han decidido que su destino individual está ligado a la suerte de comunidades más grandes. Esto es lo que creo que podemos aprender, también, del pueblo de La Toma, por ejemplo. Que fueron capaces de defenderse, por lo menos temporalmente, de los intentos de desalojo por parte del gobierno colombiano, que se aferran a su tierra y a su cultura y que dan esperanza a modos de vida diferentes -formas de vida más respetuosas con el medio ambiente y que no estén tan preocupadas por la generación de beneficios, ahora que hemos renunciado a cualquier posibilidad de un futuro sostenible. Y creo que todo el movimiento ambientalista debe mirar lo que está sucediendo en Colombia en este momento, porque son los que sugieren que compremos coches que utilizan biocombustible, sin reconocer que estamos participando en la peor clase de opresión de las personas que habitaban la tierra donde los materiales para el biocombustible están siendo cultivados. Por lo tanto, creo que éstas conexiones, enlaces, intersecciones, se tienen que entender en el futuro y creo que todos los movimientos políticos -el movimiento Occupy, el movimiento ecologista, el movimiento gay, el movimiento contra el racismo, el movimiento por el derecho de las personas con discapacidades, todos estos movimientos pueden ser inspirados por lo que está sucediendo hoy en Colombia.
AB: Bueno, al mismo tiempo, hay muchas cosas positivas que salen de los EE.UU. Por ejemplo la gente de mi generación creció leyendo acerca de los Panteras Negras, su lucha, y cómo lograron proporcionar seguridad para las comunidades negras en Oakland, y después se convirtieron en un movimiento internacional. Ahora, pensando de nuevo en Francia Márquez y todas estas mujeres en la lucha en Colombia, ¿cuáles serian los pensamientos que compartiría con ellas para concluir?
AD: No hay duda en mi mente que Francia Márquez, que es una de las jóvenes más increíbles que he conocido en mi vida, y las mujeres de La Toma, que conocimos durante nuestra visita, nos inspiran en muy profundas maneras. Y creo que si uno mira hacia atrás en la historia de los EE.UU. en la época del surgimiento del Partido Pantera Negro y el hecho de que las mujeres jugaron un papel importante, entonces, las mujeres a menudo son borradas de la historia, todo el movimiento negro en este país, es un movimiento que fue liderado e inspirado por mujeres cuyos nombres han sido olvidados en gran parte. Por lo tanto, creo que es importante que nos dediquemos a recordar el papel que las mujeres desempeñaron históricamente, señalando que Francia (Márquez) está inspirando a una nueva generación de niñas y mujeres jóvenes… y ella ha inspirado a muchas personas en todo el mundo, incluyendo personas aquí en los EE.UU. Por lo tanto nos comprometemos a mantener la solidaridad, cualquier necesidad que tenga la gente de La Toma, haremos nuestro mejor esfuerzo por expresar nuestra solidaridad y por ayudarles.
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