Para el pasado 31 de diciembre deberían estar listas y adecuadas las Zonas Veredales Transitorias de Normalización (ZVTN). Sin embargo la realidad ha sido otra. A tan solo diez días de comienzo del nuevo año, aún se encuentran lugares donde las obras de acomodamiento y adecuación para la llegada de guerrilleros de las FARC – […]
Para el pasado 31 de diciembre deberían estar listas y adecuadas las Zonas Veredales Transitorias de Normalización (ZVTN). Sin embargo la realidad ha sido otra.
A tan solo diez días de comienzo del nuevo año, aún se encuentran lugares donde las obras de acomodamiento y adecuación para la llegada de guerrilleros de las FARC – EP no han avanzado tan rápido como se necesita.
Lo que ha quedado claro es la improvisación del Gobierno nacional en este tema. Muchas disculpas se han dado por la falta de adecuación, lo que no disculpa la premura de estos lugares para la concentración de la guerrillerada que ha permanecido firme a pesar de la demora.
Cabe resaltar que la semana pasada en su cuenta, el comandante máximo de la guerrilla, Rodrigo Londoño (antes Timoleón Jiménez), reiteró el llamado de atención sobre las malas condiciones en que estaban llegando los alimentos a los puntos de concentración de la insurgencia. Carne en descomposición, alimentos con fechas de vencimiento a dos días de su entrega, embarrados, sin empaque y rotos, además de pocas raciones, han sido permanentes durante el último mes.
Debido a estas y otras condiciones más, el pasado jueves el Presidente de la República decidió crear una comisión, integrada por el Gobierno, las FARC – EP y el Ejército, para buscar soluciones prontas. A dicho encargo asistirán por parte del Gobierno la canciller María Ángela Holguín, Carlos Córdoba, gerente de las ZVTN, el general Javier Flórez, responsable de la seguridad de éstas, y por la guerrilla los miembros del secretariado Pastor Alape y Carlos Antonio Lozada. (El Tiempo, 2017).
En ese sentido se acordó que los guerrilleros podían ayudar a la adecuación de las ZVTN, construyendo las áreas comunes como los baños, cocinas y dormitorios. Acción que ayudará a agilizar la labor para el traslado definitivo de sus compañeros y la dejación de armas.
Darle trascendencia a un baile de fin de año con funcionarios de la ONU y crear una polémica por las fotos de policías con guerrilleros, cuando se está pronto a ver el desarme definitivo de la insurgencia, además no preocuparse por la normalización de la guerrilla y las condiciones en que se encuentran, es condenable y muestra lo fragmentada que aún se encuentra la sociedad colombiana. Aún queda un largo camino por recorrer donde los colombianos deben aceptar que estas muestras de aceptación serán cotidianas.
Fuente original: http://prensarural.org/spip/spip.php?article20794