Estimadas y estimados compañeras y compañeros representantes de los distintos Partidos Comunistas y de trabajadores presentes en esta importante reunión, reciban el saludo comprometido de los comunistas chilenos. Un saludo y un abrazo especial para el compañero Renato Rabelo y los miembros de la dirección central del Partido Comunista do Brasil. Nuestro reconocimiento a la […]
Estimadas y estimados compañeras y compañeros representantes de los distintos Partidos Comunistas y de trabajadores presentes en esta importante reunión, reciban el saludo comprometido de los comunistas chilenos.
Un saludo y un abrazo especial para el compañero Renato Rabelo y los miembros de la dirección central del Partido Comunista do Brasil. Nuestro reconocimiento a la organización y al clima de fraternidad para el desarrollo de este 10° Encuentro de Partidos Comunistas y Obreros.
Saludamos este evento a pocas horas de concluir una batalla significativa para los trabajadores y el pueblo de Chile. Impactaron al país las movilizaciones del sector público que lograron después de dos semanas de debate y movilizaciones un reajuste, que defiende el poder adquisitivo de ellos. De un 4,5 % inicial, ofrecido por el gobierno, según ellos, sin posibilidades de modificarse, la lucha de los trabajadores conquistó un 10% para todos los funcionarios del sector público. Esto representa un gran paso adelante en la calidad de la organización y unidad de los trabajadores. Dimensiona en todo su valor la legitimidad de la propuesta cuando se expone en la tribuna del espacio público y transforma las calles en parlamento del pueblo.
Para nosotros tiene la significación de una movilización, que se da en medio de la dura crisis económica y financiera neoliberal, anota entonces una victoria de los trabajadores del punto de vista de la defensa del poder adquisitivo, pero lo principal es que expresa una forma distinta de asumir la crisis del sistema neoliberal, por la vía de medidas que vayan en la dirección de reactivar la economía en beneficio de la mayoría.
Haber alcanzado un reajuste que supera el 9,9%, la inflación a la fecha, también le insufla una energía significativa, para lo que es el necesario estado de animo que debe tener el movimiento popular para enfrentar las batallas que vienen hacia delante en beneficio de la mayoría de la sociedad.
Compañeras compañeros:
En medio de la aguda crisis del capitalismo mundial, que expresa ya no crisis cíclicas sino estructurales, surgen nuevas y grandes posibilidades para abrir paso a un nuevo horizonte para la humanidad.
Hay una correlación de fuerzas, cada vez más favorable, para avanzar en esa dirección, y en tal sentido, los pueblos de América muestran un camino y una gran potencialidad.
Muchas expresiones de esta crisis, y su antítesis, muestran que es factible construir diseños de bloques regionales en el mundo, como antesala a la disputa directa y franca a la hegemonía del capitalismo especulativo, cuyo eje está todavía en la economía norteamericana y sus aliados en Europa y Asia.
La contradicción entre «economía especulativa» y «economía real» genera nuevas tendencias, disputas y tensiones al interior del bloque hegemónico, y esto adquiere nuevas dimensiones porque entran a la disputas sectores emergentes que buscan encabezar el control de la crisis y las nuevas formas de acumulación de capital que podrían surgir de ella.
Por cierto, todo este proceso finalmente, se hace recaer en los pueblos y sus ya alicaídas condiciones de vida. En este sentido, debería ser un punto de atención el reciente acuerdo impuesto a la mayoría de los ministros de hacienda de nuestra región, por parte del FMI y del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, porque efectivamente apunta a que los costos de la crisis, como ha sido siempre, lo paguen los pueblos y los trabajadores.
Nos parece importante fijar expectativas sobre la reunión de diciembre, programada en Brasil, de Presidentes y Jefes de estado de América, podría transformarse en un gran momento para levantar una alternativa global, común, de los países americanos, al plan norteamericano y del Fondo Monetario Internacional.
Tal alternativa se sostiene en la legitimidad y la fuerza creciente de gobiernos democráticos y populares, progresistas, que buscan ensanchar proporcionalmente la autonomía del imperio, mientras avanzan en procesos de integración. También en la lucha e incidencia creciente de pueblos que, sin ser gobierno, gravitan en sus países y en toda la región.
Por cierto, en primer lugar, se debe rechazar de plano el plan del FMI y del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos. Eso no solo afecta a los pueblos americanos, también a las naciones del Asía-Pacífico, puesto que el FMI y los Estados Unidos buscan reponer puentes y plataformas de acumulación hacia esa región del mundo.
Valoramos la propuesta del Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías, quien señaló que es posible formar un espacio coordinado e integrado, a nivel mundial, para reorientar la inversión de capital en nuestros propios países y naciones, y así como evitar el flujo de exportación de ese capital, transformado en especulación volátil, hacia los centros de la economía capitalista financiera.
En América, eso implica fortalecer la realización del Banco del Sur, iniciativa ya aprobada por varios países y gobiernos. También fortalecer y desarrollar iniciativas coordinadas con China, Rusia y la India, procesos que ya están en curso.
Por su dimensión económica, naciones como Argentina, Brasil y Venezuela pueden jugar un papel muy incidente en este nuevo cuadro.
Por su incidencia política y ética, Cuba constituye un bastión de este proceso, la que ya ha jugado un papel histórico. Aprovechamos esta tribuna para reiterar nuestra valoración, permanente solidaridad y compromiso con el proceso revolucionario que lleva adelante Cuba socialista. En esa misma perspectiva comprometemos mayores capacidades en la lucha por la libertad de los cinco patriotas cubanos injustamente prisioneros por el imperialismo norteamericano.
Esta crisis del capitalismo mundial es para nosotros un desafío, y una gran oportunidad. No podemos equivocarnos, hay que actuar en la historia real y presente.
En el marco del centenario del nacimiento del Presidente de Chile, Salvador Allende, solicitamos a esta reunión un mensaje y saludo para el pueblo de nuestro país, para la izquierda de Chile, nación que ha sido en breve tiempo histórico estremecida por la experiencia revolucionaria del gobierno de Salvador Allende, por el fascismo cruel y pro norteamericano de Augusto Pinochet, y por un modelo neoliberal, instalado a sangre y fuego, que es un laboratorio en el mundo de las políticas monetaristas más extremas que se han impuesto en este período en el planeta.
El legado y el programa democrático y revolucionario de Salvador Allende es un proyecto inconcluso….pero no derrotado.
Ese programa hoy vive en el pueblo de Chile y en las batallas que libran los pueblos de América.
En Chile, el Partido Comunista, creado por un obrero tipográfico a comienzo del siglo pasado, hoy lucha por imponer la democracia, y batalla por terminar con la exclusión social y política de los comunistas y de importantes sectores del pueblo, producto de leyes y formas políticas diseñadas por la dictadura de Pinochet y sostenidas durante los gobiernos de la Concertación, el bloque centrista que impera en nuestro país y que basa su gobernabilidad, hasta ahora, en los consensos estratégicos con la misma derecha que respaldo a Pinochet.
No ha sido ni es fácil para los comunistas chilenos, ni para las fuerzas allendistas chilenas, ni para los trabajadores chilenos, abrir paso a esta real democracia social y política.
La existencia de un sistema político e institucional binominal, único en el mundo, excluye del parlamento y de la mayoría de las formas de representación a los comunistas y también a los dirigentes sindicales y sociales.
Sin embargo, en medio de esas dificultades, hemos abierto un camino y le hemos hecho grietas al sistema imperante.
El riesgo real en Chile, es que producto del descontento en la población, asuma la presidencia del país un empresario de derecha, en representación de la misma derecha que apoyó a Pinochet. Esto no sería sólo un gran retroceso en Chile, también afectaría directamente la actual correlación en el continente, porque sin duda ese gobierno se pondría de lado de los Estados Unidos y de los actuales gobiernos de Colombia, México y Perú.
Chile vive, hoy, la contradicción entre democracia sin exclusiones o regresión neoliberal, y esta es la real encrucijada actual que tenemos.
En este contexto, el Partido Comunista de Chile ha levantado la candidatura presidencial del compañero Guillermo Teillier, presidente de nuestro partido. Buscamos con esta candidatura presidencial unir a todas las fuerzas democráticas y progresistas, en un arco amplio arco, convergente y con una propuesta política y económica nacional y democrática.
Compañeras y compañeros:
Con independencia y de acuerdo a nuestra identidad política nos disponemos a construir los acuerdos con la Concertación, que sean necesarios para terminar con la exclusión de los comunistas en el Parlamento y avanzar en la democratización plena de la sociedad chilena.
En interés del país, los comunistas chilenos haremos todos los esfuerzos en esa dirección, así como para impulsar las luchas de los trabajadores y del pueblo chileno, como lo hacemos en estos días, en la experiencia que he mencionado al iniciar esta intervención.
En ese sentido, permítanme compartir con ustedes los criterios que expusimos al Ministerio de Hacienda, con una propuesta pública de medidas para enfrentar la crisis.
Sostuvimos: La crisis económica y financiera en curso afecta al conjunto de la economía mundial La idea del «blindaje», planteada por el gobierno es errónea, ya que ningún país del mundo esta ajeno a sus alcances.
Esta en curso una importante caída en los precios de las materias primas, y en el caso nuestro país, es alarmante el descenso de los precios de principales productos primarios de exportación, en especial, el cobre. A esto se agrega severas restricciones de acceso al crédito tanto a nivel internacional como nacional, y se debe tener presente que Chile junto a Brasil, son los dos países de América Latina más dependientes del crédito externo.
El gobierno plantea que Chile posee fortalezas para resistir los efectos de la crisis y que sus alcances en nuestro país estarían acotados. No obstante, lo esencial es como serán empleados estas ventajas y, en particular, los recursos a los cuales se hace mención.
Las medidas que se adopten deben poner en el centro los intereses de las grandes mayorías, en especial, los trabajadores y los sectores medios. Hasta ahora las iniciativas del gobierno se orientan a garantizar la situación de los bancos privados y a establecer nuevas ventajas para eventuales inversionistas extranjeros, a los que se les exime de pagar impuestos por las ganancias del capital.
Para enfrentar esta situación de crisis propusimos:
1- Mantener el poder adquisitivo de los salarios de los trabajadores y desarrollar políticas que incrementen la participación de sueldos y salario en el PIB.
2- El presupuesto 2009 debe ser reformulado para contrarrestar decisivamente los efectos de la crisis. Se requiere un presupuesto nacional expansivo, que opere efectivamente como un factor contracíclico, y que considere: reducir la cesantía, a través de más inversión pública en materia de obras de infraestructura; doblar los recursos destinados a capital de trabajo para las PYMES y un plan especial de soberanía alimentaría.
3- Rebaja en la tasa de interés.
4- Mayores regulaciones al capital financiero.
5- Impulsar un plan especial de expansión de Codelco.
6- La defensa del patrimonio previsional de los trabajadores y
7- Un nuevo proyecto de desarrollo nacional, plan que debe considerar, entre otros puntos, un cambio de la matriz energética, la formación de una sólida base científica y tecnológica para la incorporación de valor agregado a nuestros recursos naturales.
Compañeras y compañeros:
En rigor con la realidad, con cabeza propia asumimos los desafíos que implican las luchas para la transformación que con urgencia reclama nuestra sociedad y que se ubican en el proceso de acumulación de fuerzas en las luchas por la democracia y la justicia social, que tiene siempre presente la perspectiva del socialismo.
Esta reunión puede tener una gravitación y alcance mayor. Los comunistas en el mundo hemos logrado sostener posiciones, y ahora es el tiempo de avanzar con alianzas amplias, con programas nacionales y empujando las luchas populares antiimperialistas y democráticas. Esa es, a nuestro juicio, realmente nuestra tarea para la época que nos ha tocado vivir.
Saludamos fraternalmente este encuentro, y con el ejemplo de Salvador Allende, del cual el Partido Comunista de Chile fue su más estrecho colaborador; con el ejemplo y el legado de Luis Emilio Recabarren, de Pablo Neruda, de Víctor Jara, decimos como Volodia Teitelboim y Gladys Marín.
¡¡MIL VECES VENCEREMOS!!
Sao Paulo, Brasil
21 de Noviembre de 2008