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Escándalo en Colombia por abusos sexuales en el ejército

Fuentes: El Diario (New York)

Un escándalo de grandes proporciones estalló en las Fuerzas Militares de Colombia, por denuncias sobre abuso sexual a 21 soldados y la utilización de un hierro para marcar ganado que les provocaron heridas de segundo y tercer grado en el pecho. Las víctimas son jóvenes militares, con menos de cuatro meses de vinculación a las […]

Un escándalo de grandes proporciones estalló en las Fuerzas Militares de Colombia, por denuncias sobre abuso sexual a 21 soldados y la utilización de un hierro para marcar ganado que les provocaron heridas de segundo y tercer grado en el pecho.

Las víctimas son jóvenes militares, con menos de cuatro meses de vinculación a las tropas, y los acusados son oficiales superiores.

La cabeza de uno de estos últimos rodó en la tarde de ayer: el coronel Rubén Darío Hernández, comandante del batallón Infantería Patriotas, del municipio de Honda, departamento del Tolima, distante 158 kilómetros al occidente de Bogotá, y adscrito a la Sexta Brigada del Ejército, fue destituido.

También se ordenó la detención preventiva del cabo primero José Rafael Tarazona Villamizar y del cabo tercero Edwin Alberto Ávila Mesa y se llamó a declarar al subteniente Cristian Camilo Barrera y al soldado profesioal Álvaro Yeison Acosta.

Los soldados presentan signos de golpes contundentes con palos, puños, patadas y quemaduras de segundo grado y tercer grado, como consecuencia de lesiones provocadas con tizones ardientes.

Fuentes del Comando de la Sexta Brigada aseguraron que los 21 soldados, que pertenecen a un pelotón, de la Compaía Escorpión, integrado por 66 hombres,perdieron un ejercicio denominado «pista de evasión y escape». Fueron vendados y sentados en sillas y posteriormente castigados salvajemente.

Adicional a los golpes y las quemaduras, varios de los soldados —que se encuentra en la tercera fase de instrucción— fueron sometidos a torturas de ahogamiento con agua y otros denunciaron ante la justicia penal militar y la Fiscalía que recibieron maltratos en sus partes nobles con ramas y palos. «Fue un infierno», coincidieron los soldados, y todos quedaron con la marca de una herradura.

Se anunció que las fotografías que prueban este hecho serán publicadas este lunes en la edición de la revista «Semana».

Los abusos contra los denominados reclutas no son nuevos. Y en el pasado ha habido numerosas denuncias de desmanes similares. Un informe del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para la defensa de los Derechos Humanos en Colombia reveló que «sigue siendo preocupante el hecho de que en las instalaciones militares y policiacas se inflijan malos tratos. Estos han afectado no sólo a personas privadas de la libertad en esas instalaciones, sino aún a los propios integrantes de la fuerza pública sujetos a medidas disciplinarias. En Ponedera, departamento de Atlántico, dos reclutas murieron después de permanecer dos días en el contenedor donde los había encerrado su capitán».