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Cada día se fabrican en el mundo 38 millones de municiones y no se sabe dónde va a parar el 83%

España, principal exportador mundial de municiones al África Subsahariana

Fuentes: El Mundo

España es el octavo exportador de municiones para armas ligeras del mundo, y el principal exportador mundial de este material al África Subsahariana, afirma Oxfam Internacional (Intermón Oxfam en España) en un nuevo informe. El documento -que analiza la producción y el tráfico legal e ilegal de municiones- denuncia que cada día se fabrican en […]

España es el octavo exportador de municiones para armas ligeras del mundo, y el principal exportador mundial de este material al África Subsahariana, afirma Oxfam Internacional (Intermón Oxfam en España) en un nuevo informe.

El documento -que analiza la producción y el tráfico legal e ilegal de municiones- denuncia que cada día se fabrican en el mundo unos 38 millones de armas ligeras (14.000 millones al año) pero no se sabe dónde va a parar el 83% de ellas.

El valor medio anual de las exportaciones españolas de municiones es de 8,7 millones de euros, lo que sitúa a nuestro país por delante de potencias como el Reino Unido, aunque muy por debajo del principal exportador mundial, EEUU, que vende cada año fuera de sus fronteras por valor de 110 millones de euros. Sólo una empresa de EEUU, la Lake City Army Ammunition Plant, fabricó el pasado año 1.300 millones de piezas de munición.

El informe ‘Municiones: el combustible de los conflictos’ advierte de que la falta de información por parte de los gobiernos hace que se desconozca con exactitud dónde van a parar cada año más de 10.000 millones de municiones. Varios de los principales exportadores -entre ellos Brasil, Bulgaria, China, Egipto, Irán, Israel y Rumania- sólo ofrecen datos de sus exportaciones de munición para escopetas.

España, por su parte, afirma que los 37 millones de cartuchos que vendió en 2004 a Ghana (el principal destino de las exportaciones españolas de munición) son para caza, y que por tanto no deben ser sometidas a autorización, decisión que ha sido siempre cuestionada por Intermón Oxfam.

«Los controles internacionales sobre las transferencias de armas ligeras son débiles, pero aún lo son más los que existen sobre las municiones, a pesar del papel tan importante que juegan a la hora de alimentar los conflictos. Por ejemplo, durante la guerra civil en Liberia, en junio de 2003 se detuvieron los combates en la capital por falta de munición, y sólo se reanudaron cuando llegó un nuevo cargamento. Miles de personas inocentes fueron asesinadas», explica Ricardo Magán, responsable de la campaña Armas Bajo Control en Intermón Oxfam.

El informe muestra cómo en los primeros momentos de la guerra en Irak se estimaba que había en el país 20 millones de armas, alimentadas sólo por las municiones que se encontraban en los almacenes iraquíes. Ahora es fácil obtener en el mercado negro balas nuevas de alta calidad provenientes de la República Checa, Serbia, Rumanía y Rusia.

La falta de transparencia y de controles hace que sea imposible saber cómo llegaron esas municiones. Las dos explicaciones posibles son que bandas de contrabandistas las hayan introducido en el país, o que hayan salido de los almacenes de las fuerzas de la coalición hacia el mercado negro. Millones de piezas de munición han llegado legalmente al país desde Serbia y Bosnia en los últimos dos años en cargamentos organizados en nombre del Departamento de Estado de EEUU. Una compañía aérea afirma que ha realizado más de 60 vuelos con cargamento de armas y municiones a Irak en ese periodo de tiempo.

Información de la munición

El origen de las balas que se encuentran en el mercado negro en Irak, y fuera de Irak, podría aclararse si existieran unas normas globales que obligaran a los Estados a marcar con información significativa la munición, y a ofrecer información completa de las transferencias de este material. Por eso, en Intermón Oxfam pedimos que se incluyan la municiones lo antes posible en el Sistema de Marcaje y Rastreo de la ONU.

«Además de estas normas sobre marcaje, dentro de apenas 10 días todos los gobiernos del mundo se reúnen en Nueva York en la Conferencia de Naciones Unidas sobre Armas Ligeras, y allí deberían acordar unos criterios comunes para controlar las transferencias de armas ligeras y municiones. La comunidad internacional no puede seguir mirando para otro lado», explica Ricardo Magán. «El Gobierno español ha dado claras muestras de querer estar entre los países impulsores de este mayor control internacional de las transferencias, y tendrá una oportunidad de oro para hacerlo en esta reunión de Naciones Unidas».

La ONG considera que los criterios comunes que deberían salir de esta reunión incluyen la prohibición expresa de las transferencias de armas y municiones a países sometidos a embargos internacionales de armas, o que estén en conflicto, o donde se violen los derechos humanos o el Derecho Internacional Humanitario. Antes de autorizar la venta de armas o municiones, los Estados también deberían tener en cuenta las posibilidades de que el material transferido sea usado en ataques terroristas y el crimen organizado, o tenga efectos negativos en el desarrollo del país por situaciones de pobreza.