La vida en San Pedro, Río Negro, Quebraditas, las Guacas, la Cominera, el Descanso, el Jagual y otros territorios que se ubican entre Miranda y Corinto ha cambiado mucho desde que el presidente Uribe le dio por creer que en el Cauca todos los que viven en las montañas son guerrilleros y todos los que […]
La vida en San Pedro, Río Negro, Quebraditas, las Guacas, la Cominera, el Descanso, el Jagual y otros territorios que se ubican entre Miranda y Corinto ha cambiado mucho desde que el presidente Uribe le dio por creer que en el Cauca todos los que viven en las montañas son guerrilleros y todos los que viven en el plan son sus colaboradores, comenta detrás de una sincera sonrisa don Romelio Quilindo, un habitante de estas regiones, de color canela y de penetrante mirada negra, como el color de su cabello y de gran vitalidad pese a sus casi 60 años de edad, habitante de estos perdidos rincones de nuestra hermosa geografía nacional. Desde la agresión inicial del Plan Colombia -y muchas otras anteriores- el Cauca y todo el Suroccidente ha sido blanco de una ofensiva total de parte de las Fuerzas Militares, en respuesta a las exigencias imperialistas de incrementar la guerra total contra los pueblos y sus respectivas comunidades, que son partes de las -supuestas- zonas de influencia de las guerrillas, que son sus bases sociales, esto como vil pretexto para arrasar los terrenos y animales, expropiar a sus dueños, propiciando la acumulación de tierras para el inmenso latifundio paraestatal.
El esfuerzo del estado por acabar con el hambre, la miseria y las desigualdades sociales ha sido extremo, quiere acabar con estos males, comenzado por eliminar a quienes los padecen. Si esa es la guerra a la que se refiere el presidente y el comandante del ejercito, en los programas de televisión y en las entrevistas a los periódicos reaccionarios, la están ganando por un amplio margen, recalcando lo que dijo el otro general, el de los paras en el congreso, que gracias al
En el Cauca el panorama es realmente difícil, campesinos, cultivos y animales son regados con balas y bombas, al tiempo que se destruye la montaña con venenos, dice Romelio: como que el decir de ellos es que tienen que adelantar una campaña de extermino contra nosotros, no sabemos bajo que pensamiento ellos no entienden y no diferencian entre guerrillero ó campesino, pero a los dos los tratan de la misma manera, el problema es vivir en una supuesta zona roja. Una de las directrices del Plan Colombia fue la militarización (hacer presencia) en todos los municipios del país, copando las vías de acceso, y el casco urbano, y el posterior bloqueo de las zonas de acceso a las regiones de ladera de todas las entradas al naciente macizo colombiano. Donde nosotros vivimos como para subir a todas las veredas vecinas la subida esta bloqueada con un reten militar que impide el libre paso de las personas, cosa que es muy desagradable pues los soldados piensan que todos por aquí somos sospechosos y cualquiera puede ser detenido, molestado o agredido de la manera más arbitraria, sin que la gente pueda hacer nada, como lo que pasó en el pueblo (Corinto), con las detenciones masivas que se llevaron a todos, sin un porque, ni donde, ni nada.
Las guerrillas de aquí son tan viejas como el Cauca mismo, desde siempre hubo presencia insurgente, la rebeldía del pueblo caucano se ha caracterizado por una larga tradición de lucha, de persistencia, de solidaridad. Romelio recuerda que siempre han existido -desde que tengo memoria- grupos rebeldes, y recuerda también -cerrando los ojos-, que su padre le contaba de un tío que andaba con don Quintín Lame, hace ya muchísimos años, siempre han estado pero eso no ha sido problema para vivir tranquilos aquí, pues los muchachos, ya hacen parte del paisaje, de la montaña: como los árboles, las mariposas ó las flores, dice el viejo con una cómplice sonrisa paterna.
Corinto, Miranda y sus alrededores han tenido especial fama a nivel gubernamental como comunidades con abierta simpatía hacia las guerrillas, y de producción de cultivos
Los chulos -nos cuenta Romelio- siempre han querido venir aquí y hacer lo que les diera la gana, como en muchas partes del país y las luchas han sido tenaces, por todas estas montañas, las que bajan pa´ Tolima, Huila,., el tropel por aquí no tiene descanso, mire, a finales del año pasado, la línea que tiro el ejercito desde el departamento del Valle hasta allá abajo en Corinto, la agresión fue encabezada por los
En el Suroccidente la violenta ofensiva de guerra adelantada por el gobierno la denominan Plan Patriota, parte de una infame estratagema de guerra que tiene todos los componentes menos el patriota, intentando limpiar las veredas y zonas rurales, de cualquier tipo de oposición, no sólo la armada que realiza la subversión, sino la de las cooperativas campesinas e indígenas, desintegrando grupos y comunidades, abonando el terreno para la aplicación del perverso ALCA/TLC, garantizando la impunidad de los designios imperiales, que los gringos tienen para la región. La intervención del señor Quilindo, se presenta a manera de testimonio como una denuncia punzante contra las estrategias parainstitucionales adelantadas por el Plan anti-Patriota en todo el Suroccidente. Anunciando que lo que AUV/AUC pretende hacia el futuro a nivel regional es una guerra (sucia) total.