Para esta convocatoria partimos de dos grandes ideas fuerza: la primera es que vivimos en un mundo y un país que es capaz de generar enormes riquezas y que sin embargo mantiene a la inmensa mayoría de la población postergada, sin derecho efectivo a educación, salud y vivienda, sin empleo o con trabajos de mala […]
Para esta convocatoria partimos de dos grandes ideas fuerza: la primera es que vivimos en un mundo y un país que es capaz de generar enormes riquezas y que sin embargo mantiene a la inmensa mayoría de la población postergada, sin derecho efectivo a educación, salud y vivienda, sin empleo o con trabajos de mala calidad, una realidad de marginalidad en la que ser joven es una doble carga; pero también partimos de la premisa de que los postergados somos la mayoría y que por tanto pasa por nuestra capacidad de organización y de lucha la posibilidad de cambiar este sistema injusto.
Este modelo de sociedad, implantado a sangre y fuego por la dictadura, ya no da para más, no puede dar para más. Hoy, más de la mitad de los trabajadores en edad de jubilar no tendrán derecho ni siquiera a la pensión mínima, el 70% de las familias chilenas tiene un ingreso igual o inferior a 300 mil pesos, a lo menos medio millón de chilenos está condenado a no encontrar trabajo por que la economía no es capaz de absorber más mano de obra, nuestro medio ambiente está cada vez más contaminado siendo nuestra capital una de los más graves ejemplos, así como Chile tiene el triste récord de tener una de las peores distribuciones del ingreso en el mundo, con el 5% más rico obteniendo más de 270 veces el ingreso del 5% más pobre, entre muchos otros males. En este escenario, ser joven es un doble mal: según las propias cifras oficiales, el desempleo juvenil siempre resulta más del doble que la media adulta, empinándose al 20%; buena parte de los que hoy viven el drama de no tener casa propia lo sufren las parejas jóvenes; casi el 60% de los trabajadores jóvenes no tienen contrato indefinido y por tanto carecen de seguridad social y estabilidad laboral, y hoy los problemas socioeconómicos son la primera causa de deserción escolar. Todo reafirmado con la mano dura del Estado para enfrentar cualquier salida de madre, como expresión elocuente es la recientemente aprobada Ley de Responsabilidad Penal Adolescente, que por primera vez en Chile sanciona con pena de cárcel a los jóvenes que hayan cometido delitos entre los 14 y los 18 años.
Hacer algo frente a esta realidad imposible es nuestra responsabilidad. Llamamos a todos los jóvenes dignos de esta tierra a sumarse al esfuerzo patriótico de hacer de Chile un país más justo y democrático. Los convocantes a la Convención entendemos que hoy es el Podemos, en tanto oposición a la Concertación, el mejor espacio para realizar estas necesarias transformaciones, el Podemos como el mayor espacio de convergencia, en más de treinta años, de todos aquellos que aspiran y trabajan por un Chile mejor, un espacio sin más limitaciones ni requisitos que este compromiso. Y pensamos también que el Podemos es el mejor espacio porque ya ha dado muestras de ello, como ejemplos elocuentes son el que esta convergencia haya sido capaz de levantar un programa y una lista de candidatos a las pasadas alecciones municipales y parlamentarias, con un importante resultado, así como haya sido capaz de de presentar una candidatura única a las pasadas presidenciales. Pero más importante aún, rescatamos el que el Podemos haya sido capaz de desarrollar expresiones de organización y lucha unitarias desde la misma base social, como ejemplos claros son la creación de numerosos Podemos locales, especial resonancia tuvo la lucha del Podemos de Santiago contra el alcalde Alcaíno por el problema de la basura, así como la constitución de Podemos en colegios, centros de trabajo y universidades.
La historia reciente de nuestro país y de América Latina demuestra que nadie va a transformar Chile sino la propia sociedad organizada y en lucha. Es por esto que el objetivo principal de esta Convención es aportar a la construcción de un amplio movimiento político que tome en sus manos la lucha por una real soberanía nacional y popular en nuestro país. Soberanía Nacional en tanto rompe sus lazos de dependencia con el imperialismo norteamericano, que en nuestro caso se expresa con particular elocuencia en el TLC firmado con EE.UU. que limita como no se veía desde los tiempos de la Colonia, la posibilidad de implementar políticas públicas soberanas; por el contrario, debemos reenfocar nuestro desarrollo hacia una verdadera integración con nuestros hermanos de América Latina. Pero también este debe ser un movimiento por la Soberanía Popular, en tanto, busca sacudirse de la dominación de las oligarquías locales: de la dominación de los Matte, los Luksic, los Angellini, o los Piñera, en definitiva de todos aquellos que explotan tanto nuestros recursos naturales como a los propios trabajadores, como ejemplos claros son la muerte en masa de cisnes en Valdivia por los residuos tóxicos de una planta de celulosa o el caso de las groseras prácticas antisindicales en la aerolínea LAN.
Entendemos que, tal como lo demostraron nuestros hermanos latinoamericanos, la fuerza del movimiento popular y por tanto su potencial transformador pasa necesariamente por hacerse fuerte en la movilización, en todos los planos y con las más diversas expresiones de lucha, allí reside su poder y con ello, la esperanza de construir un país mejor. Reivindicamos por tanto nuestro derecho como pueblos a la rebelión frente a este sistema injusto.
Las ideas generales que los convocantes proponemos al debate franco y abierto de la Convención Juvenil, son los siguientes:
1.- Convocar a una Asamblea Constituyente que tenga por misión refundar las bases político-institucionales del país, teniendo como norte el avanzar en una democracia real y participativa.
2.- Terminar con el Sistema Electoral Binominal
3.- Fin a la criminalización de los jóvenes, así como fin a las políticas represivas del Estado.
4.- Recuperación de nuestras riquezas básicas, teniendo especial atención en nuestro cobre, con mucho la mayor riqueza natural de nuestro país, hoy depredada por grandes corporaciones privadas que no pagan impuesto ni renta.
5.- Trabajo decente, es decir, salario justo, condiciones laborales dignas y seguridad social.
6.- Derecho efectivo a una vivienda social digna.
7.- Derecho a una educación de calidad y gratuita para los sectores más desposeídos, en todos los niveles.
8.- Fin a toda política de discriminación negativa, ya sea por raza, género u opción sexual o credo.
9.- Verdad, justicia y reparación para con las violaciones a los derechos humanos.
10.- Dar pasos claros y firmes en pos de la integración latinoamericana.
Venceremos.
Lista de Convocantes:
– Juventud Rebelde Miguel Enríquez – Movimiento de Izquierda Revolucionaria.
– Coordinadora Juvenil del Partido Humanista
– Destacamento Juvenil Mauricio Gómez Lira del Movimiento Patriótico Manuel Rodríguez.
– Juventudes Comunistas de Chile.
– Partido Comunista – Acción Proletaria
– Frente Estudiantil de la Izquierda Cristiana