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Reajustes en el poder y una nueva guerra entre la derecha colombiana

Fábulas en euskera y tangos pirotécnicos

Fuentes: Rebelión

Gardel el grande vino de Buenos Aires a morir en Medellín, en una explosión. Pero el enano Uribe, no se iba de Medellín para morir en Buenos Aires. Todavía no y menos por un churrillo que no estalló. Los noticieros se convirtieron en telenovelas y los periódicos en propaganda de guerra. Es interesante comprobar hasta […]

Gardel el grande vino de Buenos Aires a morir en Medellín, en una explosión. Pero el enano Uribe, no se iba de Medellín para morir en Buenos Aires. Todavía no y menos por un churrillo que no estalló.

Los noticieros se convirtieron en telenovelas y los periódicos en propaganda de guerra. Es interesante comprobar hasta qué punto llega la creatividad de los comunicadores. No reprocho; me gusta particularmente éste género de la ficción con sus temas eternos al estilo de los cuentos de horror: la guerrilla que acecha detrás de cualquier semáforo, el terrorismo de la «mano negra» que no se sabe si es mano izquierda o derecha, la ETA y sus largos -¡larguísimos!- tentáculos en Colombia, el Presidente cerrajero que quiere encontrar a la brava las llaves de la paz. Son historias apasionantes, de buenos y malos, de finales felices.

La prensa intentó hacer una novela policíaca con la bomba que aturdió a Fernando Londoño, al encontrar una conexión inmediata e indiscutible con ETA, fotos de izquierdistas vascos que habían estado una década atrás en Colombia, una muchacha con apellido euskera impronunciable que sirve de enlace del terrorismo ibérico con el terrorismo latinoamericano. Las novelas policíacas tienen por lo general indicios falsos, de esos que pretenden engañar al lector, por ejemplo la actuación inútil de la policía bogotana después del atentado, apenas un accidente que no tiene ninguna relación con sus autores. Al final, como en las peores obras de Agatha Christie, todo encaja en el macabro plan, en un orden de cosas donde el culpable sólo puede ser siempre el mismo. Todavía no sabemos si el atentado fue planeado en las montañas del pirineo o en las de la cordillera central, para la prensa todo encaja: bombas lapa usadas por la inteligencia Israelí, ETA inactiva desde hace años, Fernando Londoño en la Radio pidiendo derrocar al Presidente Santos. Conclusión lógica: la maldad inaudita de las FARC apoyada por la izquierda Vasca. Pura literatura de ficción, y de la buena.

El juguete con el que querían poner a bailar milonga a Uribe en Argentina tiene connotaciones diferentes: era un artefacto artesanal de pólvora negra sin mayor poder destructivo. Una culebrita de las que se queman en diciembre para hacer bullaranga. Y aunque no estalló hizo mucho ruido: el necesario para que el ex presidente entienda de una buena vez el dialecto velado con que le ordenan que cierre la boca y apague el Twitter, que deje gobernar a Santos. El ruido necesario para que la policía Argentina se viera totalmente sobrepasada.

Quizá le atribuyan la payasada de Argentina a la guerrilla como siempre, aunque la policía de ese país reporta desde hace años actividad intensa de paramilitares y narcotraficantes en su territorio, no de subversivos [1] . Quizá lo atribuyan a ETA, a falta de un malo mejor. Que sigan haciendo ciencia ficción en los noticieros, no importa, porque el atentado frustrado contra Uribe Vélez comienza por si sólo a despejar dudas sobre la erupción que irrumpe como un terremoto: la guerra no declarada entre los dos bloques de la derecha.

De parte del paramilitarismo y la extrema reacción están decididos a lograr el regreso de un líder «proverbial», como dijo Fernando Londoño cuando llamó a derrocar a Santos el jueves, un líder al que no se le salga «el país de las manos» [2] . Habría que preguntarle al doctor Londoño si no son justo ellos quienes quieren arrebatarle el país de las manos a Santos. En el fondo se trata de recuperar el poder perdido en los últimos dos años, de impedir a como dé lugar una negociación con la insurgencia y de garantizar la impunidad a todos los advenedizos que legalizaron durante el gobierno Uribe sus fortunas empapadas en sangre.

De parte del bloque en el poder, Juan Manuel Santos y Germán Vargas Lleras están decididos a imposibilitar por todos los medios que el caudillo antioqueño y su combo vuelvan al gobierno. Y todos los medios son todos, sin excepción. Empezaron con el cerco jurídico y ya están usando el dialecto de las explosiones. El único dialecto que habla Uribe, aunque todavía no quiere entender nada.

Las fantasías sobre la ETA y sus vínculos nunca comprobados en Colombia pueden quedarse para los periodistas que deciden hacer telenovela. Lo cierto, lo tenebroso, es que la inestabilidad de ésta confrontación entre la derecha pueda desembocar en un golpe de Estado como quiere Fernando Londoño y ciertos mandos militares retirados [3] . O en un renacimiento del paramilitarismo (nunca dejó de existir) ahora latente en los asesinatos selectivos a dirigentes campesinos que encabezan la restitución de tierras. Los periodistas poco informan sobre esto, debido a que son cosas que pasan a diario causando muertos en la vida real, mientras ellos se inclinan por las fábulas y la fantasía.

Ya puede decir el ex presidente que los tentáculos del terrorismo llegan hasta Argentina, que ETA baila la cumparsita y que el virus de las FARC es una peste que se riega por el continente si no se la aplasta a tiempo. Nadie es tan estúpido para creer que iban a matar a Uribe con unos juegos pirotécnicos. Se trata de una señal, con acento ramplón, una señal lo suficientemente clara apenas una semana después del execrable atentado contra Londoño. Sin embargo, tampoco hay que ser ingenuos: éste dialecto de explosiones que hablan entre la derecha sube de tono muy rápido; es inminente que salte del terreno de las amenazas al de los hechos. Si quieren ver pelear los gallos siéntense, porque apenas comienzan los estruendos.

 


 



 

 

[1] «Narcos, paramilitares y guerrilleros, ahora también en Argentina», El Espectador 23 de Mayo 2012. Disponible: http://www.elespectador.com/impreso/temadeldia/articulo-348315-narcos-paramilitares-y-guerrilleros-ahora-tambien-argentina

[2] Fernando Londoño Hoyos, «La hora de la verdad», disponible en:

http://www.lahoradelaverdad.com.co/post/detail/post=7331&_id=8

[3] Constanza Vieira, «Ruido de sables», IPS, disponible en: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=149953

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.