La noticia impactó aunque muchos la esperaban con resignación. El lunes 2 de mayo a las 4 y 1 minutos de la tarde dejó de latir el noble corazón de Gastón Iván Quezada Fernández, integrante del Comité Central del Partido Comunista de Chile, ex encargado nacional de cultura y responsable de otros frentes. Más allá […]
La noticia impactó aunque muchos la esperaban con resignación. El lunes 2 de mayo a las 4 y 1 minutos de la tarde dejó de latir el noble corazón de Gastón Iván Quezada Fernández, integrante del Comité Central del Partido Comunista de Chile, ex encargado nacional de cultura y responsable de otros frentes.
Más allá del Partido, con sus 57 años, este actor profesional, gestor cultural y militante consecuente, tenía amigos en otras tiendas políticas, independientes, intelectuales, artistas, dirigentes sindicales, trabajadores, jóvenes, no sólo en Santiago sino también en el norte chico, donde fue varias veces candidato a concejal, alcalde, diputado y hasta a senador de la República.
Consiguió inaugurar la actual sede del Instituto de Ciencias Alejandro Lipschutz desde su cargo de director ejecutivo de lo que consideraba «su casa» y fuera impulsor de talleres, seminarios, cursos sindicales y para pobladores, entre otros.
Tras el XXIV Congreso del año pasado, fue encargado de la comisión internacional hasta que la cruel enfermedad lo llevó a un retiro involuntario muy a su pesar, aunque su última actividad pública fuera su asistencia al acto por los profesionales comunistas degollados en Quilicura, que se realizara el domingo 3 de abril pasado.
En su intervención en esa oportunidad, el diputado Guillermo Teillier destacó la presencia sacrificada de Gastón como una muestra de consecuencia y abnegación por las causas más nobles del ser humano.
El martes 3 recién pasado, los restos mortales de Gastón Quezada fueron trasladados desde su casa habitación hasta la sede del ICAL en Avenida Cumming 350. Decenas de ofrendas florales y ramos de flores rodearon su féretro presidido por su foto y, a sus espaldas, una muestra gráfica de momentos de su vida, junto a Gladys Marín, Guillermo Teillier, Jorge Arrate, y otras personalidades. Por su voluntad, bajo el ataúd le colocaron una cajetilla de cigarrillos, un vaso de vino tinto, otro de ron cubano y agua.
Por la noche, entre otros artistas y dirigentes políticos y sociales, llegó una murga del circo-teatro encabezada por la actriz Rosita Ramírez, viuda de Andrés Pérez.
Un largo desfile de modestos pobladores, trabajadores, representantes de comité locales y regionales se hicieron presentes con emoción y recogimiento hasta el miércoles recién pasado al mediodía, cuando -junto a la presencia de las embajadoras de Cuba, Venezuela y Nicaragua, Ileana Díaz-Arguelles, María Lourdes Urbaneja y María Luisa Robreto- ingresó al local Héctor «El Indio Pavez», quien interpretó un tema de Violeta Parra y una cueca con letras especialmente compuesta para despedirlo.
Estuvieron presentes, entre otros, el ex presidente de la Izquierda Cristiana, Manuel Jaques, el dirigente socialista-allendista Esteban Silva, las actrices Elsa Poblete y Ana María López y otros.
El investigador y coordinador de desarrollo del ICAL, Claudio Rodríguez habló a nombre de la institución que Gastón ayudó a formar por más de cinco años y el miembro de la Comisión Política del PC, Patricio Palma, despidió sus restos mortales con una emotiva alocución.
Entonces, se sucedieron las guardias de honor: la Juventud Comunista de Chile, miembros del Comité Central, después de la Comisión Política y finalmente su familia, encabezada por su hermano Claudio.
A los sones de La Internacional, voceada por todos los asistentes con la garganta apretada, el féretro fue sacado del ICAL para trasladarse al Parque del Recuerdo de la capital, entre banderas rojas y flores.