A raíz de una alusión realizada por la consejera portavoz de la Junta de Extremadura, Dolores Pallero, a los trabajadores de el Periódico Extremadura, los comités de empresa de este diario y de Servicios de Impresión del Oeste, en representación de todos los empleados, quieren manifestar ante los ciudadanos extremeños lo siguiente:Desde la llegada a […]
A raíz de una alusión realizada por la consejera portavoz de la Junta de Extremadura, Dolores Pallero, a los trabajadores de el Periódico Extremadura, los comités de empresa de este diario y de Servicios de Impresión del Oeste, en representación de todos los empleados, quieren manifestar ante los ciudadanos extremeños lo siguiente:Desde la llegada a la dirección de el Periódico Extremadura de Antonio Tinoco en julio del 2004, la Junta de Extremadura, a instancias de su presidente, don Juan Carlos Rodríguez Ibarra, ha emprendido una campaña de acoso a este medio para intentar debilitar económicamente a la empresa, a través de la reducción brutal de la publicidad institucional (más de un 90%) y la retirada de unas suscripciones contratadas a favor de diferentes colectivos sociales, al margen de las suprimidas por recomendación en algunas otras instituciones regidas por el PSOE.
Nadie ha explicado aún el porqué de este súbito comportamiento, que se inició cuando ni siquiera el nuevo director se había sentado a su mesa de trabajo. Todo lo más fue un escrito de la consejera portavoz, Dolores Pallero, responsable del área de publicidad institucional del Gobierno regional, que aludía a diferencias de tipo personal del presidente de la Junta con el director del periódico. ¿Así es como el presidente de Extremadura dirime sus diferencias personales? ¿Tratando de socavar a dos empresas extremeñas con 105 trabajadores? ¿Privando a los extremeños que acuden a las bibliotecas públicas y a los centros de mayores y a tantos y tantos más de tener acceso a un periódico de la región, por sus diferencias personales con Antonio Tinoco?Cuando se le ha planteado a la señora Pallero la arbitrariedad y el uso abusivo de los fondos públicos que supone retirar la publicidad de una institución pública por un capricho personal, la consejera ha llegado a decir que se está cumpliendo la ley. ¿Es que antes la incumplía? ¿Ese supuesto cumplimiento de la ley explica también que se invite a empresas privadas y otras instituciones públicas a retirar la publicidad en este periódico?
Como trabajadores de estas empresas, afectados, dolidos y sorprendidos por la actuación del señor Rodríguez Ibarra, queremos instar al presidente de la Junta a que cese ya la campaña de acoso a este periódico, porque somos muchas las familias que dependemos de este medio. ¿Intentando de forma injusta dificultar económicamente a un medio de comunicación es como se apoya el desarrollo empresarial de la región? Sin prensa libre, no hay sociedad libre. «Uno le acaba cogiendo cariño a la prensa, no por lo que diga, sino por lo que hace». Son palabras del presidente de la Junta el 26 de mayo de 1999 en la inauguración de las nuevas instalaciones del periódico en Cáceres. Ese día, tras resaltar el capital humano del diario como el mejor referente para su desarrollo, dijo también: «Siempre es bueno para la región que una empresa crezca y se desarrolle», algo que vista la actitud de los últimos tiempos de la Junta hacia este periódico resulta un sarcasmo. Ahora que la Junta planea una campaña institucional exterior debería decir también a todo el mundo que en pleno siglo XXI, el de la sociedad de la información que tanto repiten, un periódico regional no puede elegir a su director libremente, salvo que quiera exponerse a represalias como las que estamos sufriendo.
En nombre de la libertad de empresa, que da potestad para nombrar a los responsables de un proyecto empresarial privado sin tener que esperar el plácet del poder público; en nombre de la libertad de expresión, que tiene en la pluralidad y no en la información tutelada y vigilada, uno de sus valores, y en nombre de los derechos de los trabajadores a desarrollar su labor sin ver peligrar su empleo por la caprichosa utilización de los fondos públicos, le pedimos al señor Rodríguez Ibarra que nos deje trabajar en paz. No queremos un trato de favor, sino de justicia.Resulta un sarcasmo intolerable, una burla cruel, escuchar en el pleno de la Asamblea de Extremadura del pasado 23 de marzo a la señora Pallero decir sin ruborizarse: «El pasado sábado yo leía un editorial de un prestigioso medio de esta región (en referencia a el Periódico Extremadura). Miren ustedes, cuando yo leí el editorial solamente quiero decirles que no quiero calificarlo, no quiero entrar a calificarlo porque los trabajadores de dicho medio me merecen mucho respeto». Pallero respondía así a un editorial del periódico en el que se criticaba el uso sectario de la publicidad institucional que hace su departamento, como lo prueba el hecho de que la inversión publicitaria de la Junta en este periódico ha descendido más de un 90% mientras que la audiencia y la difusión han subido (ver los datos elaborados por la Oficina de Justificación de la Difusión y el Estudio General de Medios).
Así es como la consejera demuestra su respeto: con intentos incalificables de presión económica para tratar de poner en riesgo nuestros empleos; con negativas a dar respuesta a las solicitudes de información realizadas desde El Periódico Extremadura, tanto a la Junta como a otras instituciones gobernadas por el mismo partido, con el fin de dar a los extremeños una visión veraz y completa de lo que ocurre en Extremadura; con descalificaciones nunca argumentadas a los profesionales cada vez que escriben algo que no es de su agrado… Con estas actitudes, le pedimos que nos tenga menos respeto y nos dé un trato más justo y equilibrado. Simplemente, el que se merece el periódico decano de Extremadura y el medio escrito con mayor presencia en los quioscos en Cáceres capital y provincia, un periódico que pertenece a un sólido grupo de comunicación, como es Zeta, que siempre ha defendido y defiende la libertad y la independencia y que fue clave en la Transición política que consolidó la democracia en nuestro país. Por eso, esta actitud de acoso y derribo contra un periódico no deja de ser también un afrenta antidemocrática a los miles cada vez más de lectores que nos siguen cada día.Basta ya, señor Ibarra. No más discriminación con los fondos de la Junta, ni más mensajes a las instituciones que controla su partido, ni a las empresas extremeñas, para que marginen al periódico. Le pedimos, al menos, el mismo respeto que nos merece usted como presidente de todos los extremeños.