De la tumba de José Luís Sánchez Bravo, situada en el cementerio de Murcia, se han llevado su fotografía y unos de sus últimos versos que allí habíamos dejado inscritos para espantar el olvido.¿Un robo, vandalismo…?, un acto cargado de significados que queremos hacer público.José Luís, fue una de la última victimas del franquismo, fusilado […]
De la tumba de José Luís Sánchez Bravo, situada en el cementerio de Murcia, se han llevado su fotografía y unos de sus últimos versos que allí habíamos dejado inscritos para espantar el olvido.
¿Un robo, vandalismo…?, un acto cargado de significados que queremos hacer público.
José Luís, fue una de la última victimas del franquismo, fusilado a los veintiún años, junto a sus compañeros del FRAP Ramón García Sanz y José Humberto Baena, y el mismo día que Juan Paredes, Txiqui, y Ángel Otaegui, miembros de ETA. Los últimos fusilados por el régimen franquista, en la madrugada del 27 de Septiembre de 1975. Hace poco recordábamos el 30 aniversario.
Su juicio fue una farsa, expulsados los abogados defensores, sin pruebas periciales… y fue condenado por numerosas e importantes personalidades, organizaciones algunos gobiernos, hasta el Papa pidió a Franco clemencia… En toda Europa hubo manifestaciones de repulsa, contra la pena de muerte, contra esos fusilamientos que eran un duro e injustificable escarmiento, entre los estertores finales de la dictadura. Un régimen que surgió del golpe de estado y de la muerte y que terminaba sus día de modo parecido, aplastando a la disidencia, sembrando el terror.
30 años después aún no se ha rehabilitado ni reconocido a todas las víctimas del franquismo, más lejos aún está la condena de los verdugos.
Nosotros no olvidamos.
La imagen de José Luís, sus poemas, nunca nos los robarán, volverán sobre su tumba.
Murcia, 10 de enero de 2006.
Victoria Sanchez-Bravo Solla (hermana de José Luís)