El pasado año se amplió la colaboración en apoyo al fortalecimiento de capacidades para una agricultura sostenible y resiliente.
Con el objetivo de acompañar a Cuba en el fortalecimiento de la seguridad y soberanía alimentarias, además de alcanzar los objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), amplió su cartera de colaboración en la nación caribeña el pasado año.
Según el más reciente informe de resultados relevantes presentado por la representación de la FAO en La Habana, durante “un año marcado por la pandemia de COVID-19 y su impacto en los sistemas alimentarios mundiales” se apoyó la implementación del Plan de Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional de Cuba –aprobado el 22 de julio de 2020–.
También la organización internacional participó en la construcción del Anteproyecto de Ley de Soberanía y Seguridad Alimentarias y Nutricional, incluido en el cronograma legislativo del país para su aprobación en octubre de 2021.
De acuerdo con el texto, el pasado año se realizaron 13 proyectos con un financiamiento de más de 52 millones de dólares. La FAO trabajó en alianza con ministerios y asociaciones de los sectores agropecuario, forestal, de producción animal y de alimentos, educación, salud, comercio exterior e inversión extranjera, economía, ciencia, tecnología y medio ambiente, entre otros.
Además, contó con la colaboración del Fondo Verde para el Clima, el Fondo Mundial para el Medio Ambiente, agencias, fondos y programas del Sistema de Naciones Unidas, de representaciones diplomáticas, agencias y programas de varios países, de la Unión Europea y de oenegés como Oxfam.
Impactos en los territorios
Miles de habitantes de ocho provincias y 37 municipios se benefician de los proyectos que desarrolla FAO en el país, entre los cuales sobresale “Mayor resiliencia climática de los hogares y comunidades rurales a través de la restauración productiva del paisaje en localidades seleccionadas de la República de Cuba” (IRES).
Aprobado en marzo de 2020, busca favorecer a lo largo de siete años a más de 51.000 personas dedicadas a la agricultura familiar, particularmente a 23.788 mujeres, en siete comunidades rurales altamente vulnerables a los impactos del cambio climático en las provincias Matanzas, Villa Clara y Las Tunas.
También enfocado en los municipios se destaca COBIMAS, en fase de implementación desde 2019. Promueve la conservación y el uso sustentable de la agrobiodiversidad en áreas seleccionadas de Cuba, a partir de la adaptación y el rescate de especies de plantas y animales de importancia global para la alimentación y la agricultura.
El pasado año este proyecto posibilitó avanzar en la creación de centros de propagación de recursos fitogenéticos (anonáceas y melón) y cotos genéticos para la reproducción de cabra criolla, cerdo criollo y gallina Cubalaya.
Asimismo, viabilizó la realización de tareas técnicas en la instalación de miniindustrias para la producción de queso de cabra, jamón de cerdo y pulpas de frutas.
Como parte de las iniciativas de FAO con alcance nacional resalta el inicio en 2020 del “Fortalecimiento de la gestión sostenible del Comité Nacional de CODEX en Cuba y sus mecanismos de consulta para fomentar cultura de inocuidad de los alimentos”.
Liderado por la Oficina Nacional de Normalización del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, este proyecto permite al gobierno cubano recibir durante cuatro años asesoramiento en temas de inocuidad, normalización, calidad, metrología y acreditación.
Innovación para la soberanía alimentaria
Otro de los hitos de la cooperación de FAO con la nación caribeña fue el Concurso Agroecología Cuba, convocado a fines de 2019. Este certamen posibilitó recopilar las 15 iniciativas ganadoras que pueden ser utilizadas como referencias para la elaboración de políticas públicas sectoriales.
En la sistematización de experiencias en agroecología y agricultura sostenible con mejor potencial en el país se destacaron los emprendimientos agroecológicos Finca Marta, en Artemisa, y Finca Cayo Piedra, en Matanzas.
También se reconoció en el concurso la Metodología Programa de Agricultura Urbana, Suburbana y Familiar, que tiene bases agroecológicas y cuenta con 21 subprogramas y 500 mil patios y parcelas. Igualmente está vinculada a una red de centros y microcentros de abonos orgánicos.
Tales propuestas, según la FAO, viabilizan la consolidación de alianzas, la articulación de esfuerzos y la revitalización de soluciones que incidan en el desarrollo rural sostenible en el país y en América Latina.
Prioridades para el periodo 2021-2024
Con una experiencia que abarca oficialmente poco más de 40 años, la representación de la FAO en la nación caribeña anunció en el mencionado informe áreas y temas priorizados en la cooperación y asistencia técnica en Cuba para el periodo 2021-2024.
Las áreas prioritarias son los sistemas alimentarios inclusivos contra la malnutrición, que contribuyen a la soberanía y la seguridad alimentarias y el desarrollo sostenible, y el enfrentamiento al cambio climático, el incremento de la resiliencia y el fortalecimiento de la gestión de reducción de riesgos de desastres en paisajes productivos sostenibles.
Por otra parte, como temas transversales de interés se consideran la ciencia tecnología e innovación; la agricultura digital, la juventud rural, la cooperación Sur-Sur, la inclusión social con enfoque poblacional y de género, el financiamiento de las inversiones, el desarrollo local, las políticas y las capacidades institucionales.
Fuente: https://www.ipscuba.net/medio-ambiente/fao-expone-resultados-de-trabajo-de-cuba-durante-2020/