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Faraones en desbandada

Fuentes: Rebelión

No sólo en el norte de África caen y se tambalean corruptas y violentas dinastías.También en Colombia. Y por la acción de la justicia que ha sido ciega, lenta y parcializada pero que en medio de grandes tormentas y en abierto desafío al poder presidencial ha venido develando partes de la verdad de la historia […]

No sólo en el norte de África caen y se tambalean corruptas y violentas dinastías.También en Colombia.

Y por la acción de la justicia que ha sido ciega, lenta y parcializada pero que en medio de grandes tormentas y en abierto desafío al poder presidencial ha venido develando partes de la verdad de la historia de la Colombia violenta, narca y paramilitar de los últimos años. Esa Colombia simbolizada en la llegada al Congreso nacional del narco de Medellín Pablo Escobar en los años 80 y 20 años después en los 8 años de gobierno de Álvaro Uribe Vélez y su primo, sus hermanos, sus grandes amigos y sus hijos que construyeron un poder económico, social e ideológico que parecía que sería eterno.

Pero el imperio de los Uribe se derrumba.

Fue un imperio construido desde abajo. A golpes. Golpes de lo que fuera y contra quien fuera. No importaba. Álvaro Uribe y su primo Mario Uribe eran el centro del proyecto y eran el equipo perfecto. Todo lo que tocaban lo convertían en votos. Y en tierra. Y así subieron la escalera escalón tras escalón. Iban siempre de la mano aunque uno de ellos, Álvaro, siempre iba un poco arriba. Mario, quien primero fuera juez, empezó de concejal en su provinciano pueblo de Andes, por allá en las perdidas y elevadas montañas antioqueñas. Álvaro fue concejal en Medellín, la capital. Luego Mario fue Diputado regional, Representante a la Cámara y Senador. Álvaro fue gobernador, Senador y presidente. Simultáneamente acumulaban tierras, grandes extensiones, sospechosos latifundios. Álvaro fue presidente del país y Mario presidente del Congreso de la Republica.

Ahora Mario Uribe ha sido condenado por la Corte Suprema de Justicia a 7 años y medio de cárcel por Concierto para delinquir agravado. Por pactos criminales con la banda narco paramilitar de Mancuso, uno de los jefes de una organización criminal sindicada de provocar la muerte en los últimos 15 años de más de 150.000 personas y de obligar al desplazamiento forzado a más de 4 millones , la mayoría campesinos a quienes arrebataron 6 millones de hectáreas de tierra. Un hermano de Álvaro Uribe, Santiago Uribe, también está siendo investigado por los mismos hechos. Sobre los hijos de Uribe cursan varias investigaciones por posibles actos dolosos en negocios con favorecimiento estatal donde se ganaron varios millones de euros.

Con Mario Uribe son ya más de 30 los ex parlamentarios uribistas tras las rejas por el mismo delito. Lo mismo que ex diplomáticos, el secretario general de la presidencia y altos ex directivos del Departamento Administrativo de Seguridad DAS, el servicio de inteligencia subordinado a la presidencia.

Falta el jefe. El «número uno» como llamaban en clave desde las corruptas instalaciones del DAS al jefe de todo el narco poder.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.