Sin comunicado del Gobierno y con declaraciones de las FARC, inició este jueves el ciclo 46 de los diálogos de paz en La Habana. El grupo insurgente se refirió a temas como el plebiscito para la paz y la Asamblea Nacional Constituyente de 1991, en la cual, dijeron las FARC, fue truncada su participación por […]
Sin comunicado del Gobierno y con declaraciones de las FARC, inició este jueves el ciclo 46 de los diálogos de paz en La Habana.
El grupo insurgente se refirió a temas como el plebiscito para la paz y la Asamblea Nacional Constituyente de 1991, en la cual, dijeron las FARC, fue truncada su participación por la decisión del Gobierno de bombardear el campamento conocido como ‘Casa Verde’, el 9 de diciembre de 1990, hace 25 años.
Para la insurgencia el ataque cerró toda posibilidad de participación de la guerrilla en el proceso constituyente de la época y prolongó la guerra. Aseguraron que podrían haberse salvado muchas vidas: «cuántos ciudadanos y ciudadanas no estaríamos recordando en este momento como víctimas; cuántos hombres, mujeres y niños hoy fallecidos por falta de un momento de lucidez, podrían estar vivos hoy aportando a la felicidad y grandeza de la patria», afirmó Carlos Antonio Lozada, de la delegación de paz de las FARC.
La organización guerrillera también anunció que el punto 5 de la agenda de diálogos, que corresponde al tema de victimas, podría llegar a cerrarse en diciembre, al tiempo que reiteraron su propuesta de realizar una Asamblea Nacional Constituyente como mecanismo de refrendación de lo acordado, y recordando lo que provocó su no participación en la Constituyente de 1991.
Manifestó ‘Lozada’ que en este ciclo podría lograrse «el acuerdo de sobre el punto 5 víctimas, que cumple ya un año y medio de discusiones, y dar con ello un paso más de avance en el camino que debe conducir a la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente. La historia de lo relatado así lo indica y su necesidad insoslayable la impone»
Finalmente, al igual que en otras comunicados, mostraron su desacuerdo con el plebiscito para la paz propuesto por el Gobierno como instrumento de refrendación.
«El instrumento constitucional al que recurre el Gobierno pretextando que reduciendo su original umbral electoral al 13%, es garantía de puesta en marcha de lo que eventualmente pudiera acordarse en un pacto final de paz, es política y jurídicamente insostenible».
Así comienza un nuevo ciclo de diálogos de paz en La Habana, con la esperanza de alcanzar un acuerdo en el punto de víctimas, el cual incluye el acuerdo de justicia que en su momento provocó una crisis por la decisión del Gobierno de reabrirlo cuando la insurgencia lo daba por cerrado.