Saludamos y hacemos nuestro íntegramente el llamamiento realizado en el día de ayer en La Habana por los países garantes y acompañantes de los diálogos de paz. Nos congratulamos de la expresa solicitud a las partes pidiendo el desescalamiento urgente del conflicto armado, restringir al máximo las acciones de todo tipo que causan víctimas y […]
Saludamos y hacemos nuestro íntegramente el llamamiento realizado en el día de ayer en La Habana por los países garantes y acompañantes de los diálogos de paz. Nos congratulamos de la expresa solicitud a las partes pidiendo el desescalamiento urgente del conflicto armado, restringir al máximo las acciones de todo tipo que causan víctimas y sufrimiento, e intensificar la implementación de medidas de construcción de confianza, incluyendo la adopción de un acuerdo de cese al fuego y de hostilidades bilateral y definitivo, y otro sobre los derechos de las víctimas.
Vinimos a Cuba a alcanzar un acuerdo de paz, a poner fin a una guerra que sobrepasa el medio siglo. Nada puede complacernos más que acabar definitivamente con la confrontación, la violencia, la generación de nuevas víctimas y el sufrimiento del pueblo colombiano a consecuencia del conflicto.
Recogiendo el espíritu del llamado de los garantes del proceso, Cuba y Noruega y de los acompañantes del mismo, Venezuela y Chile, anunciamos nuestra disposición de ordenar un cese al fuego unilateral a partir del 20 de julio, por un mes. Buscamos con ello generar condiciones favorables para avanzar con la contraparte en la concreción del cese al fuego bilateral y definitivo.
Solicitamos desde hoy los buenos oficios como veedores de esta determinación, al Frente Amplio por la Paz, las iglesias y al movimiento constituyente por la paz.