Los miembros de la Delegación de Paz de las FARC-EP Iván Márquez, Jesús Santrich, Ricardo Téllez y Andrés París ofrecieron este jueves 24 de enero en el Palacio de Convenciones de La Habana una rueda de prensa en la que plantearon que las conversaciones van a buen ritmo y que en caso de alcanzarse un acuerdo de paz, sería necesaria una Asamblea Nacional Constituyente para que refrendara la paz como una política de Estado y no de un Gobierno, y brindara seguridad jurídica a los compromisos alcanzados. (*Por su interés, Rebelión ha transcrito íntegramente el contenido de la rueda de prensa, en la que el periodista de Caracol, Diego Fajardo, volvió a intentar sembrar la especie de que sería la guerrilla responsable de despojar de tierras a campesinos. Una acusación que fue de nuevo rotundamente rechazada por Iván Márquez como una campaña mediática que pretende tender una cortina de humo para desviar la atención del problema fundamental: el latifundio y la preparación del despojo legal por parte de las transnacionales).
IVÁN MÁRQUEZ:
Realmente el recurso más importante, el que más garantías puede dar a la firma de un eventual acuerdo es el de la consulta directa al pueblo, al Soberano, es la Asamblea Nacional Constituyente. Esto es muy importante, porque lo hemos venido planteando ya en ocasiones reiteradas, que necesitamos seguir en materia de paz una política de Estado, que la paz sea una estrategia de Estado, no una política de un Gobierno, porque un Gobierno puede ser hoy y mañana no. Y muchas veces ocurre que el Gobierno siguiente echa para atrás los acuerdos. La única manera de que eso no ocurra es que la decisión la tome aquí, en este caso, el Constituyente Primario, que tiene mucha más fuerza, más poder que el poder constituido. Por eso, para nosotros es de suma importancia este aspecto: el que tenga fuerza constitucional y que sea un mandato del pueblo. Además, nos dará otro elemento que es fundamental para rodear de confianza un proceso como éste que estamos desarrollando, que es el de la seguridad y certeza jurídica; que no haya trampas a futuro, porque en Colombia se han desarrollado procesos que han terminado siendo unos engaños espectaculares como ocurrió con el proceso que el actual Gobierno del señor Uribe con sus amigos, los paramilitares. A todos ellos les incumplieron. Hoy se quejan amargamente por esa circunstancia, y ocurrió que en el momento en que comenzaron a hablar, a denunciar a los responsables del paramilitarismo en Colombia, a mencionar ya a industriales, a generales, y otras personalidades intocables, para silenciarlos los extraditaron a los Estados Unidos.
TeleSUR: Ustedes acaban de dar diez propuestas, hechas públicas. Pero ¿cómo valoran hasta ahora lo que está pasando en esta mesa de diálogo? ¿Cómo evalúan ustedes todos estos días en la mesa de diálogo? Por otra parte, el Gobierno hablaba hoy de que sólo se hará un cese al fuego cuando se alcancen acuerdos definitivos. ¿Qué dicen ustedes ante eso?
JESÚS SANTRICH:
Están en la idea de desarrollar un proceso de manera ágil y que los compromisos que haga el Gobierno tengan una solución de fondo. Esto no es un tema sencillo el que estamos tratando, porque en Colombia existe una estructuración latifundista de la tierra que ha generado, además de miseria, una confrontación, una guerra en la que han muerto millares y millares de personas. Entonces, por más celeridad que se le coloque al asunto, hay que mirarlo en detalle y requiere unos tiempos. Como van las cosas, creemos que llevan buen ritmo, porque, por lo menos, ustedes pueden conocer hoy ya una propuesta de las FARC. Diez puntos de los cuales hoy hemos desarrollado uno, que es el quinto, el de acceso a la tierra. Ustedes pueden ver el comunicado también que se sacó hoy, y ahí se expresa que hay unas aproximaciones, y tienen que ver con los diagnósticos que se hacen para llegar a la conclusión de que la injusta distribución de la tierra en Colombia, ese sistema injusto de tenencia, ha generado la miseria que hoy padece el campo. Entonces, creemos que va a buen ritmo, creemos que hay resultados concretos, como estas aproximaciones, y de parte nuestra la presentación de esta propuesta detallada.
Sobre el otro aspecto, el de que la terminación del conflicto es la que da la pauta para el inicio de las transformaciones, el Gobierno tiene sus opiniones, nosotros, las nuestras. Pero sólo son eso: opiniones. Lo que hemos dicho es que una vez se superen todas las injusticias que son las que han causado la confrontación, entonces nosotros ya estaríamos en disposición de asumir la lucha política en democracia, porque se supone que se abriría esta posibilidad. Por ahora, estamos en una discusión. Creemos que para comenzar a solucionar los problemas que hay en Colombia no hay que esperar a que terminen estos diálogos. Hay soluciones que son deber del Gobierno. La miseria que hay en el campo debe estarse solucionando ya, y eso no se soluciona prometiendo titulación de tierras solamente para que las transnacionales tengan la posibilidad de acceder y quitar de manera legal la tierra al campesino. Entonces, estamos abordando los temas de esa manera. Cada quien tiene unos puntos de vista y lo que tenemos hasta el momento, como lo dice el comunicado públicamente, son sólo aproximaciones.
Televisión de Prensa Latina: Además del foro sobre desarrollo rural integral, los resultados de las mesas regionales convocadas por el Congeso y las consideraciones que se han recibido en la web de la mesa de diálogo, ¿han intercambiado ustedes valoraciones y criterios directamente con grupos o actores de la sociedad civil? ¿Han recibido retroalimentación de los principales partidos políticos colombianos?
RICARDO TÉLLEZ:
Sí. No solamente los foros que se hicieron en Bogotá y en las regiones, sino que se ha producido una verdadera avalancha en las municipalidades. Por ejemplo, en el día de hoy recibimos de Tuluá una propuesta de un foro donde participaron 137 organizaciones campesinas. Es decir, la discusión en el país realmente continúa dándose. Ahora, nosotros hemos planteado que es una necesidad imperiosa que el pueblo colombiano, sus organizaciones, participen activamente en la discusión. El Gobierno, por su parte, ha puesto una serie de obstáculos y de talanqueras que no permiten una mayor participación. Con los partidos políticos, con las iglesias, con el movimiento campesino, con el movimiento universitario, tenemos una dificultad muy seria y poderosa: es que el Gobierno colombiano amenaza con judicializar a cualquier persona que se acerque a La Habana a dialogar con las FARC. Nosotros hemos venido denunciando esto como un atropello, puesto que ninguno de los que estamos aquí en la mesa de diálogos tenemos órdenes de captura. Somos una delegación abierta. Ni siquiera Interpol puede capturarnos en este momento. Es decir, que ellos construyen una legalidad que inmediatamente violan. Le tienen temor a que las delegaciones puedan venir hacia Cuba. Es más. Incluso en algunas partes hemos tenido que frenar barcos enteros de pobladores que dicen «queremos hablar con las FARC, queremos que se nos escuche». Entonces, obviamente, hay una escucha totalmente parcial. Nosotros siempre pedimos abrir más y más la cuestión de la participación popular y que las organizaciones, los individuos y las personalidades puedan venir y hablar con las FARC y con la mesa.
IVÁN MÁRQUEZ:
Un breve complemento a lo que acaba de señalar Ricardo. Para nosotros es de suma importancia las opiniones que están produciendo estos foros y estos eventos regionales en Colombia. Les puedo asegurar que las diez propuestas para una política de desarrollo agrario integral con enfoque territorial recogen en síntesis la opinión de las organizaciones sociales y políticas, y hasta de los gremios; porque, como ustedes saben, en el foro realizado en Bogotá, auspiciado por la ONU y por el Centro de Pensamiento de la Universidad Nacional participaron hasta los gremios y movimientos políticos importantes, como Marcha Patriótica. Hoy en el balance que nos estaba presentando Bruno Moro, responsable de Naciones Unidas en Colombia, y el catedrático Alejo Vargas del Centro de Pensamiento de la Universidad Nacional, nos informaban sobre esta situación extraordinaria; de cómo, en medio de semejante diversidad, y de tantos intereses distintos, el ambiente del intercambio fue de mucho respeto. Incluso nos comenta que uno de los jefes empresarios, Rafael Mejía, participó durante mucho rato en una mesa de discusión integrada exclusivamente por afro-descendientes. Estas cosas queríamos comentarles, pero para significarles fundamentalmente que para nosotros es muy importante la opinión que están dando los colombianos, ya sea a través de foros como éste que acabo de señalar, o de las reuniones regionales que está impulsando las comisiones de Paz del Senado y Cámara de la República. Las comisiones de Paz de Senado y Cámara nos hicieron llegar también unas conclusiones muy importantes. La síntesis de esas opiniones de la gente en diversas regiones de Colombia, y esas opiniones también las hemos tenido en cuenta para elaborar esta propuesta. Así que el pueblo colombiano, las organizaciones sociales y políticas pueden estar seguras de que en esta delegación de las FARC está su voz, buscando la paz a través de encontrar una política agraria y rural justa.
CM&: El Gobierno ha sido claro hoy al responderle a la guerrilla que no va a hacer un cese bilateral de fuego hasta que no haya un acuerdo definitivo, hasta que se finalicen estas conversaciones. ¿Ustedes piensan de pronto en una tregua nuevamente, para darle confianza al país? Ha habido muchas críticas de que mientras se negocia aquí, ha habido atentados contra la infraestructura, contra la población.
ANDRÉS PARÍS:
Entre la decisión del Gobierno de no aceptar la propuesta de las FARC de establecer un cese bilateral, y la decisión de las FARC de declarar este cese a finales del año y comienzos de este, media todo un debate en nuestro país. Debate en el que se pronunciaron los distintos sectores sociales y políticos de Colombia, y podemos constatar que la gran mayoría de los colombianos apoyaron la propuesta de cese al fuego. Digamos que esta batalla, en este largo proceso de lucha por la paz, la ganamos mostrándole a los colombianos voluntad de paz. Efectivamente, el Gobierno ha hablado bien claro de su decisión de continuar la guerra, Nosotros hemos ratificado, ante esas palabras, nuestra decisión también de continuar por un cese al fuego bilateral, y también hemos señalado nuestra disposición, si no hay acuerdos que paren la guerra, estamos decididos a firmar acuerdos intermedios, como armisticios o acuerdos humanitarios que faciliten y construyan puentes en medio de este huracán que la política de guerra puede generar en nuestro país. Están claras las posiciones. Hay que crear una situación interna en nuestro país que favorezca ampliamente la voluntad de paz y que además esto genere el medio ambiente necesario para que los diálogos que se desarrollan en La Habana puedan llegar a feliz término.
Periódico Los Trabajadores de Cuba: Tanto el Gobierno como las FARC se han pronunciado recientemente por acelerar el diálogo de paz. Esto presupone una determinada disposición de ambas partes en esa dirección. Santrich se refería hace unos momentos a que las conversaciones marchan a buen ritmo. ¿Debemos interpretar que se están concretando en la mesa de diálogos esa voluntad manifestada por ambas partes? Quisiéramos también en relación con este asunto que se nos dijera si existen factores externos al Gobierno y a la guerrilla que conspiran contra esa voluntad negociadora y esa celeridad expresada por las partes.
JESÚS SANTRICH:
Ése es un punto de vista de las FARC y del Gobierno. Ustedes escucharon las declaraciones de Humberto de la Calle Lombana en tal sentido, diciendo que hay aproximaciones, como también, y es obvio, existen diferencias, hay puntos encontrados. (…)
Eso significa avances, como lo decía hace un momento, y en nuestra opinión ese es un ritmo yo creo que de mambo, o sea, que no es un ritmo suavecito, sino que va acelerado. Pero sí existen sectores que le hacen la guerra a este emprendimiento de paz. Varias veces nosotros hemos denunciado a la gran prensa colombiana, donde medios como Caracol, RCN, Semana, El Tiempo, El Espectador, no pierden oportunidad para denigrar de los voceros de la insurgencia y para generar matrices de opinión contrarias a esperanzar al pueblo en función de un acuerdo que es posible si definitivamente las élites gobernantes de Colombia se desprenden y ceden en, por fin, reconocer los derechos de las mayorías empobrecidas de Colombia.
En Colombia existe una situación, y es que el alto mando militar se ha vuelto deliberante, incluso interpelando a su propio jefe, que es el Presidente, y ustedes escuchan a generales como Mantilla y otros, que mientras el presidente por ejemplo dice que reconoce el cese de acciones ofensivas que hizo las FARC, estos generales, que además se inventan los combates, lo colocan casi en una situación de mentiroso. Esos son sectores que hacen mucho daño, porque en vez de coadyuvar a generar un buen ambiente, ni siquiera con el lenguaje ayudan en eso. Entonces, tenemos que llenarnos de mucha paciencia, de mucho optimismo, y seguir haciendo todos los esfuerzos posibles para que los puntos de acuerdo se sigan encontrando y que al final podamos cuando nos volvamos a citar decirles: «bueno, hay humo blanco».
IVÁN MÁRQUEZ:
A mí sí me parece que hay unos enemigos que están quedando en evidencia por estos días, que es un sector de latifundistas, ligados con prácticas paramilitares, amigos del señor Álvaro Uribe Vélez, y que no quieren ceder a sus privilegios; que no quieren que se les toque el latifundio. Y eso es muy grave, porque nosotros no queremos que se repita la historia de reformas agrarias que no fueron reformas agrarias porque no se atrevieron a atacar el latifundio. Para no perder sus tierras ante el avance de los campesinos en grandes movilizaciones de ocupación, resolvieron más bien a enviar a los campesinos a ampliar la frontera agrícola y a las fronteras del país, para no hacer reforma agraria. Consideramos que esos son unos enemigos que hoy se están mostrando en el esplendor de su mezquindad, y el país debe estar muy atento a esto. Ahora parece que tienen también pretensiones políticas para hacerse al poder, al Gobierno, para impedir todo avance progresista en Colombia.
RICARDO TÉLLEZ:
Yo quisiera añadir también un poquito sobre esos enemigos públicos y agazapados de la paz, que, además, tienen tentáculos internacionales. Una extrema derecha que comienza también a moverse en el continente, sobre todo, en Ecuador y en Chile. Estos enemigos son pocos pero con mucho poder, y por eso también es necesario que el pueblo colombiano, la comunidad internacional, los amantes de la paz y los mismos periodistas independientes tengan los reflectores y las lupas sobre este modo de actuar y este peligro que es real sobre los diálogos que llevamos.
RCN: Me llama mucho la atención el tema de la Asamblea Constituyente, Iván, en el sentido de que quisiera una seguridad jurídica para evitar lo que pasó con los paramilitares y su extradición. ¿En qué consistiría esa seguridad jurídica? Es decir, ¿qué tendría que hacer esa Asamblea Constituyente para garantizarles esa seguridad jurídica?
IVÁN MÁRQUEZ:
Va a responder Andrés, pero yo lo expliqué hace un momento. Lo que decide el poder constituyente no lo puede variar más adelante el poder constituido. Entonces, por eso pensamos que un mecanismo de refrendación a futuro, estamos como ya soñando despiertos, y apenas estamos empezando a dar los primeros pasos en dirección a un entendimiento. Como ya se ha explicado aquí, a pesar de las aproximaciones, de los encuentros, todavía existen divergencias de fondo. Esas divergencias tenemos que abordarlas y discutirlas. ¿Cómo es que nosotros decimos aludiendo a Bolívar, Santrich? «La verdad pura y limpia es la mejor manera de persuadir». Y por eso al Gobierno de Colombia le hemos pedido que utilicemos en estos intercambios ese arma. Que nos alejemos de las maniobras. Que nos alejemos de estrategias de negociación que para el caso concreto de las FARC pocas posibilidades tienen de éxito. No hay como hablar directamente, planteando las cosas como son, y decir: mire, existe este problema, vamos a solucionarlo de esta forma.
Mire, a mí se me olvidaba hace poco decir esto con relación a los enemigos de este proceso, y me estaba refiriendo a los latifundistas, los ganaderos. Los ganaderos están ocupando en la producción ganadera unos 40 millones de hectáreas y tienen un hato ganadero de 22 millones, lo que quiere decir que tienen como unos 22 millones de vacas y novillos. Realmente esa gran extensión, porque lo que hay es ganadería extensiva, se puede reducir. De ese gran globo de tierra se pueden sacar, como mínimo, unos 20 millones de hectáreas, como lo decimos en la propuesta que acabamos de comentar aquí. 20 millones de hectáreas para distribuirlas entre los campesinos sin tierra, para entregarlas a las comunidades organizadas, llámense de campesinos, afro o indígenas, o a la gente que simplemente quiera trabajar la tierra, a los desplazados y a las mujeres. Siempre incluimos aquí a las mujeres, porque han sido unas víctimas bastante fuertes en esta confrontación, que han tenido que quedarse solas por la violencia irracional que se desarrolló en el campo.
ANDRÉS PARÍS:
Quisiera agregar que para los colombianos este tema de la Asamblea Nacional Constituyente es de suma importancia, no solamente en función del proceso de paz, sino como parte de la historia reciente de nuestro país, que trabajara un proceso constituyente que fuera aprovechado para la creación de una nueva Constitución. No han pasado 20 años y ya esta Constitución establecida en ese entonces, ha sido remendad y hecha un harapo reaccionario y antipopular. Cuando nosotros reclamamos la Asamblea Nacional Constituyente estamos también reclamando una posibilidad para que la patria se modernice, se actualice en sus formas de gobierno, en sus instituciones políticas. Puede haber sectores en el Gobierno que entiendan que un proceso de paz con las FARC es una negociación con un sindicato, que se puede sofocar con la fuerza disponible o corrompiendo dirigentes. Hasta ahora los procesos de diálogo con las FARC han puesto a circular las ideas más fuertes, y todos los procesos, desde el que se desarrollara en Casa Verde con el comandante Manuel Marulanda hasta hoy, se han convertido en el principal acontecimiento político del país. Así que hoy los guerrilleros de las FARC no podemos pedir algo menor que una Asamblea Nacional Constituyente como mecanismo de refrendación y de actualización y modernización; mecanismo que reinserte a Colombia a América Latina, que cambia, mientras que Colombia se niega a cambiar, a entrar en ese contexto latinoamericano, nuevo contexto que se ha logrado con cambios pacíficos, con triunfos electorales de fuerzas de distinta denominación. Entonces, la Asamblea Constituyente es la verdadera garantía para que los insurgentes pensemos transitar por los caminos de la acción política.
Señalo esto para terminar: hoy hay dos sectores absolutamente contrarios que identifican la Asamblea Constituyente como una posibilidad, que somos nosotros y los sectores del uribismo. El uribismo, para blindarse ante la posibilidad de ir a la cárcel por narcotraficante y paramilitar, y nosotros para refrendar estos acuerdos que, como ustedes lo escucharon hoy, contemplan la solución del problema agrario como uno de los puntos. Pero esperen que pasen los meses y verán que otros sectores van a empezar a interesarse en la Asamblea Nacional Constituyente, en la medida en que el país se introduzca más en ese período pre-electoral que ya se ve marchar con bastante celeridad.
(El periodista de Caracol, Diego Fajardo, protesta ante la finalización de la rueda de prensa. Inaudible)
IVÁN MÁRQUEZ:
Tranquilo hermano, yo le respondo sus preguntas. Usted ayer me indagó sobre unas tierras. Yo le pregunté la fuente y me dijo que su fuente eran las Fuerzas Militares, lo cual mueve un poco a risa. Pero tranquilo. Yo sé que ese argumento ayer lo califiqué de una campaña manipuladora mediática y le digo para qué es esa campaña manipuladora mediática: para ocultar el verdadero problema, que es el del latifundio; para ocultar la pretensión de una política económica que pretende abrir las puertas del país a la explotación minero-energética y a la implementación de plantaciones forestales y a la producción de biomasa para los agrocombustibles. Entonces, uno entiende que hayan sectores de estos enemigos de la paz que quieran generar confusión y entonces hasta se animan a tender cortinas de humo para distraer la atención sobre este tipo de maniobras que están afectando la soberanía de nuestro país. Y los colombianos debemos estar muy atentos a proteger lo nuestro, porque además hay una ligazón de esta pretensión con la titulación, con la formalización de la propiedad. Y nosotros lo estamos alertando desde Oslo. Hay que tener cuidado, porque lo que se pretende ahora es continuar con el despojo pero de manera legal. Durante veinticinco años en Colombia hubo un despojo violento, paramilitar, a través del Ejército también y el Plan Colombia, de tal manera que el régimen se salpicó tanto en sangre que tiene que cambiar la modalidad operativa, porque la presión internacional exige cambios. Bueno, lo que no queremos nosotros es que ahora se recurra a medidas como la formalización para lavar un poco el rostro ensangrentado del régimen, frente al gran despojo que ha habido en este país. El latifundio se ha amasado en sangre de colombianos y en sangre de campesinos inocentes. Nosotros no queremos que esa formalización sirva para que el campesino, una vez con su titulo en sus manos. sea inmediatamente abordado por las transnacionales para decirle «véndame» o «arriéndeme» y de nuevo el campesino quede sin tierra. Es lo que nosotros no queremos.
Y entiendo que se molesten. Fajardo es usted, ¿no?
Diego Fajardo, Caracol: «Yo no estoy molesto».
-IVÁN MÁRQUEZ:
Pero sus patronos sí. Entonces tratan de generar una matriz de opinión pero para embolatar las cosas. Hermano, usted no pertenece a esa clase. Usted debiera reflexionar en que usted debiera estar más bien al servicio de una cantidad de gente que en Colombia vive en unas condiciones realmente dramáticas. Mire esas cifras que tenemos tan complicadas acerca de la situación social en Colombia. De 45 millones de colombianos que somos, 30 millones viviendo en la pobreza, eso es increíble. Es una situación muy dolorosa. Podríamos hablar de otros índices. Por ejemplo, Colombia ocupa un tercer deshonroso lugar mundial en cuanto a la desigualdad. Y entonces nos dicen que el país está progresando, porque mire las importaciones que hay. Pero nosotros nos preguntamos: ¿quiénes están exportando? Están exportando las transnacionales basadas en territorio nacional y el Gobierno las ha colmado de gabelas tributarias, de exenciones tributarias, y les está permitiendo llevarse los capitales
Diego Fajardo, Caracol: «La unidad de restitución de tierras creada por la Ley de Tierras está recibiendo las denuncias de campesinos que han sido despojados por paramilitares, por fuerzas de derecha y por fuerzas de izquierda».
-IVÁN MÁRQUEZ:
Sí, hermano, esa es la unidad de restitución de los victimarios para engañar, para manipular. Eso es lo que trato decirle desde ayer. Pero no se moleste, hermano.