Dentro de los numerosos procesos iniciados contra el general (r) Augusto Pinochet por violaciones a los derechos humanos en Chile y Europa, Francia podría convertirse en el primer país en condenarlo. La jueza Sophie Clément está a punto de entregar la «orden de revisión», último paso para el inicio de un juicio por contumacia que, […]
Dentro de los numerosos procesos iniciados contra el general (r) Augusto Pinochet por violaciones a los derechos humanos en Chile y Europa, Francia podría convertirse en el primer país en condenarlo.
La jueza Sophie Clément está a punto de entregar la «orden de revisión», último paso para el inicio de un juicio por contumacia que, por ser en rebeldía, será muy corto y es prácticamente seguro que termine en una condena.
Pinochet es procesado en Francia, junto a otras 17 personas, por «secuestro acompañado de torturas o complicidad» de cuatro franceses o franco-chilenos desaparecidos entre 1973 y 1975.
El sumario fue iniciado en noviembre de 1998 -mientras Pinochet se encontraba detenido en Londres- por el juez Roger Le Loire, quien cursó órdenes de arresto contra todos los inculpados, entre los que figuran el ex líder de Colonia Dignidad, Paul Schaefer; el ex director de la Dina, Manuel Contreras; su lugarteniente Pedro Espinoza, el jefe exterior de la Dina Eduardo Iturriaga Neumann, y los ex agentes Marcelo Moren Brito, José Zara, Miguel Krasnoff y Enrique Arancibia Clavel.
Las investigaciones concluyeron en 2003, y la fiscalía del Tribunal de Gran Instancia de París culminó la inculpación final el 15 de octubre de 2004.
Ahora sólo falta que la jueza que terminó de instruir el caso, Sophie Clément, envíe la «orden de revisión» para que el proceso sea enviado a la Corte Criminal parisina en la que debe iniciarse el juicio.
La jueza Clément está ultimando detalles porque quiere que ésta esté «lo más completa posible», señaló la abogada Sophie Thonon, quien lleva el caso junto a su colega William Bourdon.
La «orden de revisión», que incluirá extractos del Informe Valech, estará lista a más tardar durante la primera quincena de mayo. A partir de ese momento, si no hay apelaciones, debe fijarse la fecha del juicio, el cual podría ser muy corto. A modo de ejemplo, el juicio contra el argentino Alfredo Astiz, que también fue en ausencia, sólo duró una tarde.
Tanto la Corporación de Promoción y Defensa de los Derechos del Pueblo (Codepu), como la Asociación de ex prisioneros políticos chilenos residentes en Francia, se van a hacer parte de la querella.
«Lo hacemos por solidaridad, ya que varios miembros de nuestra asociación son familiares de las víctimas de este caso y nos interesa tener acceso al expediente», declaró a este diario Ricardo Parvex, el actual presidente de la entidad.
Para Paz Rojas, presidenta del Codepu, «es muy importante que este caso francés aparezca ahora en momentos en que no sabemos qué va a pasar con la situación de los casos de derechos humanos en Chile, debido a su traspaso a la reforma procesal penal».
WILLIAM Bourdon, uno de los querellantes, calificó el juicio de «acto judicial histórico».