La lluvia no fue impedimento para que distintas organizaciones y voluntades saliéramos a las calles a protestar y dar una repuesta al gobierno antipopular y sus leyes antipobres.
El llamado a una jornada de movilización nacional en contra de los desalojos y la crisis habitacional demostró la gran potencialidad del pueblo organizado y el desarrollo de la protesta popular como herramienta legítima de lucha. Esta jornada que al menos se tomó las calles de San Antonio, Valparaíso, Arica y Santiago en distintos horarios del día, fue una muestra de unidad exitosa dada no solo por la capacidad de coordinación entre quienes luchamos por la vivienda, sino que también fue una demostración de la indignación de nuestro pueblo ante tanta injusticia y la necesidad de luchar por lo que es justo y nos pertenece.
La lluvia no fue impedimento para que distintas organizaciones y voluntades saliéramos a las calles a protestar y dar una repuesta al gobierno antipopular y sus leyes antipobres. La mañana inició con cortes de ruta en 2 carreteras principales de San Antonio y Valparaíso por parte del Bloque de tomas y campamentos V región. Se vio la solidaridad de clase que manifestaron las y los compañeros de Estudiantes por la Causa Popular con barricadas afuera de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile. Parte de la mañana también se la tomaron los ataques de pintura a la entrada del MINVU, la movilización del Campamento Nueva Cordillera de Puente Alto en el SERVIU metropolitano y la toma de la Delegación presidencial y el MINVU de Arica por parte de los pobladores.
Y, por último, la jornada finalizó con una gran marcha en el centro de la Capital que inició en Plaza de Armas para marchar hasta la Alameda y cortar el tránsito durante varios minutos y donde se contó con la presencia de distintas organizaciones tales como la Toma 17 de mayo, Estudiantes por la Causa Popular, Estudiantes de la Universidad de Chile, Asociación Intersindical de Trabajadores y Trabajadoras, Irreverencia estudiantil, Movimiento de Mujeres Clasistas, Comités de vivienda de La Florida y Cerro Navia, organizaciones de Puente Alto, Wewain, Movimiento Juvenil Lautaro, y diversas otras organizaciones que se hicieron presente en la convocatoria. Al ver esa unidad en la lucha, los pacos claramente respondieron con represión a quienes nos movilizábamos en contra de los desalojos y exigiendo el derecho a la vivienda para la clase trabajadora.
Esta jornada, se enmarcó no solo como repudio a sus leyes represivas, sino que también denunciando la crisis habitacional de la que este gobierno no se ha hecho cargo, teniendo a más de 1 millón de familias pagando excesivos costos de arriendo, en situación de allegamiento, hacinamiento o simplemente en la calle. Así como también cientos de familias han resuelto la crisis con sus propias manos construyendo sus viviendas en tomas y
campamentos.
Mientras creían desarmarnos, solo nos dieron más motivos para movilizarnos. Creyeron que la crisis habitacional iba a pasar por alto mientras instalaban su agenda de seguridad en la prensa burguesa, pero no contaban con que las y los pobladores más unidos que nunca salimos a golpear con un solo puño la arremetida contra nuestro pueblo.
Asimismo, es relevante mencionar que en esta jornada quedaron claras las posiciones de los diferentes sectores en lucha por la vivienda, distinguiéndose quienes defienden los intereses de la clase trabajadora y quienes decidieron no sumarse guardando silencio cómplice con el gobierno antipopular. Ese es el oportunismo que busca dividir a las familias de nuestra clase, queriendo que sigamos sus reglas del juego y queriéndonos “bien portados” en la fila más de 20 años.
Fue una jornada donde sin importar la lluvia, las protestas y distintas movilizaciones fueron expresión concreta de la solidaridad de los distintos sectores de nuestra clase que salimos a las calles para responder a la criminalización del gobierno de Boric y sus lacayos. Sin embargo, siguen quedando desafíos por alcanzar y lugares a donde llegar, pues aún es necesario seguir fortaleciendo la organización y movilización de los comités de vivienda que llevan años luchando por el sueño de la casa propia. También es necesario avanzar en constituir un
movimiento de pobladores y pobladoras por la tierra y la vivienda que con independencia de clase sea capaz de luchar por lo que nos corresponde.
Además, frente a este escenario de crisis, represión y cooptación de las demandas, los distintos sectores de nuestra clase debemos avanzar en unidad, aumentando los niveles de combatividad y golpeando con un solo puño a este sistema de miseria y explotación.
A no bajar los brazos, a seguir luchando por los derechos populares.
La tierra y la vivienda para quien la trabaja y vive en ella.
¡En las luchas del pueblo construimos poder popular!
Bloque de Organizaciones Populares