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Entrevista a Antonio García, segundo comandante del ELN

«Fue el Gobierno el que se retiró de la mesa de diálogos»

Fuentes: Sistema Informativo Patria Libre

¿Por qué el ELN se retiró de la mesa de diálogos? El ELN jamás se ha retirado de ninguna mesa de diálogos. El que se retiró fue el gobierno, cuando canceló la mediación venezolana solicitada por ambas Partes. En ese entonces, se llegó a un empantanamiento dado que Uribe colocó condiciones unilaterales al ELN, y […]

¿Por qué el ELN se retiró de la mesa de diálogos?

El ELN jamás se ha retirado de ninguna mesa de diálogos. El que se retiró fue el gobierno, cuando canceló la mediación venezolana solicitada por ambas Partes. En ese entonces, se llegó a un empantanamiento dado que Uribe colocó condiciones unilaterales al ELN, y poco interés mostró en avanzar en la discusión y acuerdos sustanciales que tenían que ver con la participación de la sociedad, con salidas concretas para el desplazamiento y para las víctimas producidas por el terrorismo de Estado, así como su negativa para buscar un acuerdo de cese al fuego bilateral que interpretara a ambas partes mientras se realizaba la Convención Nacional.

¿Qué piensa el ELN sobre la política de paz del gobierno de Uribe?

Uribe no tiene propuesta de paz, considera que todos los problemas que hay en el país se derivan de la existencia de la guerrilla, por tanto su objetivo es aniquilarla o que ella se entregue. Sus expectativas son derrotarla militarmente o que se desmovilice. Para él, todo en Colombia está bien, no se necesita que cambie nada, lo que debe desaparecer es todo aquello que busque cambios.

Si esto es cierto, ¿qué le espera a Colombia?

Lo sensato sería buscar un camino de paz, pero este gobierno tiene un plan económico, político y militar que se lo impide. Si recordamos bien, Uribe dijo que en menos de un año derrotaría a la insurgencia, luego necesitó otro período de gobierno y se hizo reelegir con fraudes y trampas en alianzas con los paramilitares, ahora dice que necesita otros 4 años más para terminar lo que dijo haría, en menos de un año. La ausencia de una política de paz de Estado ha hecho desbordar el conflicto interno más allá de sus fronteras, hoy tiene al país al borde de un conflicto internacional, quizá sea la hecatombe que Uribe necesita para hacerse reelegir una vez más. La ausencia de una política de paz es funcional a las intenciones desestabilizadoras de los Estados Unidos para el continente.

¿El ELN ve posible reanudar los diálogos con el presidente Álvaro Uribe Vélez?

Lo que está claro es que Colombia necesita una salida política al conflicto que lo conduzca a la paz con justicia social, lo que está difícil es que sea con este Presidente. Este gobierno destruyó todos los mecanismos que la sociedad y la comunidad internacional habían creado para buscar esa salida, ahora lo monopoliza todo y bloquea el papel de la sociedad. Los colombianos no podemos quedarnos quietos y que se imponga el único camino de la guerra. La sociedad debe recuperar el protagonismo en el tema de la paz. En la coyuntura electoral que se avecina, quien levante una propuesta de paz seria y coherente, puede atraer a las mayorías del país.

¿Cómo ven ustedes la participación de la Sociedad en la búsqueda de la paz?

Para el ELN es fundamental. Pero el gobierno ha monopolizado todo, acabó con los instrumentos que fueron muy útiles como las Comisiones de Facilitación, de Conciliación, con los Consejos de paz; amenaza y chantajea a quienes intentan construir propuestas de paz y los acusa de ser «auxiliadores de la guerrilla», los más protagónicos son perseguidos por las Agencias de seguridad, el gobierno quiere sirvientes y no facilitadores. Hoy, hay que reconstruir esa fuerza de sociedad como dinamizadora de la paz. No podemos dejar que el gobierno imponga la guerra como futuro y niegue los cambios que Colombia necesita. Hay que volver a recuperar las dinámicas de la Comisión de Facilitación, de la Comisión de Conciliación Nacional, de la Comisión de Paz de la Iglesia, y hacerla vinculante a las recientes manifestaciones políticas de la Minga Indígena, de las Comunidades Afro descendientes y de todas las expresiones sociales, que luchan por la paz y la reconstrucción de la democracia. La construcción de un camino de paz debe ir de la mano de todas las expresiones del movimiento social y político de la nación.

¿Colombianas y colombianos por la paz puede ser un buen facilitador?

Con ellos mantenemos un intercambio epistolar con el propósito que construir propuestas colectivas que hagan viable un camino de paz, pero buscando una mayor participación de la sociedad. Esta importante agrupación de personalidades ha generado dinámicas introductorias a un esfuerzo más amplio; pero de no comprender bien su papel, puede caer en hacerle exigencias a la guerrilla sobre aspectos que ésta debe abordarlos en una mesa con la contraparte. Los facilitadores no pueden suplantar las dinámicas de las dos partes; guerrilla y gobierno, deben discutir para construir acuerdos en un eventual proceso de diálogos.

¿Cuál puede ser el futuro del referendo reeleccionista?

Primero que todo es un atropello a la nación, los gobernantes serios de otros países observarán con asombro lo que en nuestra tierra acontece. Todo lo que empieza mal, por lo general termina mal, porque la imposición por la fuerza se logra en los primeros momentos, luego la gente toma conciencia y opta por lo que puede ser mejor. Hoy Uribe es una talanquera para todos, incluso para los propios uribistas que quieren buscar la presidencia. Siempre he dicho que Uribe es un Fujimori a destiempo, cuando el neoliberalismo estaba en pleno apogeo hace dos décadas, hoy América Latina busca otros caminos más democráticos, los países se inclinan por gobiernos con carácter más social, Uribe choca con esta dinámica del continente. Colombia necesita un gobierno diferente, por eso el referendo reeleccionista va en contravía de las tendencias políticas de estos países.

¿A qué obedece el silencio del presidente Uribe, en la decisión de su participación en una segunda reelección?

Más que silencio es hipocresía, pues públicamente no habla con claridad, pero si manipula y presiona; cuando se van a discutir estos temas, los recintos del parlamento se llenan de ministros y cortesanos del palacio presidencial como si se encontraran en una plaza de mercado, regateando la compra de los votos de los parlamentarios. Uribe no puede decir que está por la reelección porque se colocaría por fuera de ley, incluso lo que ha hecho ya lo coloca por fuera de ella y debería ser penalizado. Hoy la suerte del referendo está envolatada, y la congoja debe acompañar al presidente.

El gobierno aseguro en días pasados, que la economía colombiana estaba blindada. ¿Qué opinión le merece este planteamiento?

En el mundo de hoy ninguna economía puede estar blindada, es una expresión coloquial, es solo un decir, no existen argumentos sólidos. Hoy los balances comparativos registran que las enfermedades perforaron el blindaje, Ecopetrol, decreció un 59 por ciento respecto del año anterior, y por ahí derecho sigue la lista. Para una lectura seria del comportamiento de la economía de un país, no podemos decir que es buena cuando solo les va bien a los dueños de las grandes empresas sin tener en cuenta al conjunto de la población. En la Colombia capitalista neoliberal, en los tiempos buenos para los empresarios, les va mal a los trabajadores; y en tiempos de crisis, los capitalistas dejan de ganar un poco y el Estado los subsidia, mientas los trabajadores soportan todo el peso de la crisis. En el gobierno de Uribe cuando las cifras del DANE no le sirven, el Director de dicho instituto tiene que renunciar. La crisis económica se agudizará más ahora con las torpezas realizadas contra Ecuador y Venezuela.

¿Cómo ve la crisis entre Colombia, Venezuela y Ecuador?

En América Latina hoy existen dos proyectos de sociedad. Uno neoliberal, antidemocrático y caduco, cuyo adalid es la Colombia que gobierna Uribe; el otro, un proyecto alternativo, democrático, con sentido social y de esencia colectiva, que se expande y está en contradicción con los intereses del imperio. Ese es el fondo del problema, y como no han podido frenarlo por la vía política pretenden hacerlo por la vía militar con acciones desestabilizadoras, como fue el ataque con misiles al territorio ecuatoriano o por medio de un golpe militar como el de Honduras. El imperio se niega a perder su tradicional área de influencia y en eso juegan con Uribe y la oligarquía colombiana, para que el territorio y sus Fuerzas Armadas sirvan de avanzada para las incursiones militares contra otros países.

¿Qué hay detrás de las Bases Militares de EEUU en Colombia?

Hemos dicho que el traslado de las tropas gringas, de la Base de Manta hacia las 7 bases en territorio colombiano, se asemeja a un enroque, y no es solamente para cooperar con el gobierno colombiano en su lucha «contra el narcotráfico y el terrorismo». Los intereses de EEUU van más allá, a él le interesa es todo el «eje del mal», su doctrina militar lo establece con claridad al definir que están en una «guerra contrainsurgente global», y global quiere decir el mundo entero. Lo que ha hecho Uribe es demasiado delicado y en Colombia no se lo ha mirado con la suficiente responsabilidad, se ha cedido el territorio nacional para que se instalen «balcones de observación» contra todos los países del continente, y desde ahí se prepararán también los futuros ataques militares. Uribe ha hecho un acto de agresión a países hermanos sin ninguna consulta al Congreso, como éste es de su bolsillo no necesitaba el formalismo de consultarle.

¿No creen Uds. qué esas bases sean para ayudar a combatir el narcotráfico?

Ese argumento es una farsa, los gringos no han podido acabar o frenar el consumo de narcóticos de su población, que debería ser la prioridad de su política antinarcóticos, menos van a poder combatir el tremendo negocio que la ilegalidad de la droga produce. La DEA es quien más cocaína ingresa a los Estados Unidos, pues con sus llamadas operaciones de «entrega controlada» de drogas, sus agentes supuestamente vigilan los embarques para hacerle seguimientos a las redes mafiosas, pero en últimas son acuerdos con los carteles donde todos quedan contentos: los consumidores tienen el producto, la DEA tiene supuestamente «trabajo» y recibe la paga de las mafias, las mafias de la droga sus utilidades y las mafias financieras el dinero para ponerlo a rentar desde los Paraísos Fiscales. La política antinarcóticos de los gringos fracasó, eso lo sabe el mundo entero. Cuando una política de una gran potencia mundial no da resultados en décadas, hay que cambiarla.

El gobierno Colombiano asegura que está en la última etapa de la política de Seguridad Democrática, que tiene a la insurgencia arrinconada, como ellos lo llaman «el fin del fin». ¿Podríamos hablar del fin de la insurgencia?

Sin duda ese es su deseo, pero hoy las guerras no tienen las mismas lógicas de otros tiempos. Primero que todo la insurgencia armada no ha sido derrotada militarmente; y segundo, este país está hecho un desastre, campea la impunidad, no existe parlamento y por invertir en la guerra se abandonó a la gente, esto quiere decir que políticamente tampoco se ha derrotado el proyecto político de izquierda y de cambio en el que juega la insurgencia junto con otros sectores de la sociedad. Desde un nuevo punto de vista militar, una fuerza poderosa que no logra derrotar a una fuerza irregular, pierde; y una fuerza irregular que no es aniquilada por una fuerza poderosa, gana. Estas guerras no se ganan en el corto plazo, pues hoy las guerras se libran ante los ojos del mundo y el ejército que comete barbaridades como las ejecuciones extrajudiciales, mal llamados «falsos positivos», tiene su futuro amenazado. En esa nueva lógica política y militar se mueve hoy el ELN.

¿Está el ELN tan debilitado que no opera militarmente?

Al ELN le interesan los éxitos militares que van acompañados de éxitos políticos, hoy en medio de tanta barbaridad y manipulación mediática es más sabio actuar con prudencia y responsabilidad. Hoy si una acción militar no transmite un mensaje político claro se puede confundir con cualquier hecho de violencia. Además de eso el ELN hoy se ajusta a unas directrices militares de carácter nacional. De otro lado, muchas de las acciones realizadas por el ELN los medios de información no las reportan, o se las asignan a las FARC. Coloquemos un solo ejemplo, hace unas semanas unidades del ELN realizaron la acción contra la policía en Samaniego (Nariño), se la atribuyeron a las FARC, allí resultaron heridos 12 agentes, de los cuales luego murieron 6. Que se oculte el accionar del ELN no nos desespera, sabemos que hace parte del diseño mediático. Lo esencial para el ELN es su nuevo enfoque sobre los asuntos militares y políticos, nos importa la opinión de la gente y su sentir.

¿Cómo sigue la situación con las FARC?

Hemos considerado que es una exigencia estratégica para ambas organizaciones parar la confrontación, en tal sentido el Comandante Nicolás le ha enviado dos cartas al Comandante Alfonso Cano proponiéndole ordenar a las dos fuerzas parar esta guerra absurda, pero desafortunadamente no hemos conocido su respuesta. Nos llama mucho la atención que se desestime este tipo de propuestas y en cambio en Arauca el Décimo Frente de FARC expide comunicados declarando objetivos militares a las organizaciones sociales. Creemos que esta dificultad debemos asumirla y solucionarla con responsabilidad desde las máximas comandancias.