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Una vez más, con el pretexto de "luchar contra el terrorismo yihadista"

Fuerteventura, nueva base para las intervenciones militares terrestres en África

Fuentes: Canarias-semanal.org

Apenas unas semanas han bastado para conocer las razones del nuevo impulso dado por el Ministerio de Defensa a la remilitarización de Fuerteventura, con la declaración de «interés para la defensa nacional» del Campo de Tiro y Maniobras de Pájara y el campamento militar Teniente Coronel Valenzuela. Decisión que se ha traducido en la expropiación […]

Apenas unas semanas han bastado para conocer las razones del nuevo impulso dado por el Ministerio de Defensa a la remilitarización de Fuerteventura, con la declaración de «interés para la defensa nacional» del Campo de Tiro y Maniobras de Pájara y el campamento militar Teniente Coronel Valenzuela. Decisión que se ha traducido en la expropiación de otros casi tres millones de metros cuadrados de la Isla.

El Ejecutivo central ha decidido convertir Fuerteventura en el campo de entrenamiento del ejército de tierra para futuras intervenciones militares en el vecino continente africano, sometido actualmente a un proceso de recolonización por parte de las principales potencias occidentales. Una vez más, la excusa para justificarlo será la «lucha contra el terrorismo yihadista» que, según las fuentes oficiales, constituye en la actualidad un «grave peligro para el Archipiélago y para Europa».

Así, el Mando de Canarias ha dado al regimiento de Infantería Soria 9 la responsabilidad de crear una unidad especializada en combate en el desierto africano, adiestrada especialmente para la zona del Sahel, que tendrá como base de operación la isla majorera. La elección de Fuerteventura para la establecer esta unidad militar obedece -de acuerdo a lo expuesto por fuentes militares – a la similitud de su territorio, en cuanto a condiciones climáticas y orográficas, con la de aquéllos donde sus miembros tienen previsto actuar.

La unidad «antiterrorista» -motorizada y autónoma para realizar patrullas de hasta 5 días de duración- estará compuesta por 38 efectivos, y contará con elementos de reconocimiento y desactivación de explosivos, un observador avanzado de fuegos aéreos cuya misión es colaborar con los helicópteros de ataque, equipos de tiradores de precisión, contramarco y transmisiones, además de tres pelotones de fusiles, como unidades de maniobras. Al más puro estilo de los marines norteamericanos, esta fuerza especial de intervención será dotada también material individual específico de desierto, con camuflaje árido, como siroqueras, botas, guantes de combate, camisetas térmicas y camisetas tipo Uba, rodilleras, gafas de ventisca para tiradores y conductores. Dentro del material colectivo, cuenta con vehículos tipo Santana Aníbal y Vamtac con ajustes para armamento y pintados con patrones áridos, un elemento de reconocimiento en moto y un camión ligero Uro para víveres y pertrechos con el objetivo de aumentar la autonomía de patrulla, así como con medios de transmisiones a muy largo alcance.

EN EL MARCO DE LA CONVERSIÓN DE CANARIAS EN PLATAFORMA DE LA OTAN

La instalación de esta unidad en Fuerteventura constituye un paso más dentro de la conversión del Archipiélago canario en base de operaciones de la OTAN para sus intervenciones en una zona del planeta de creciente importancia económica y geoestratégica. En la actualidad, las instalaciones portuarias y el aeropuerto de Gran Canaria ya ha sido puesta a disposición de la Coalición Bélica. La Base Aérea de Gando, en esta última isla, ha sido utilizada por los aviones franceses para hacer escala antes de dirigirse a Mali, donde el Ejecutivo de François Hollande ha efectuado su última intervención colonial.

Del mismo modo, el Arsenal de Las Palmas de G.C. ha sido dotado con los que -según el jefe del Mando Naval de Canarias, Gregorio Bueno Murga -son «los cuatro buques más modernos de que dispone» la Armada española, preparados igualmente para futuras operaciones.

Tal y como hemos indicado, la coartada oficial para estos planes guerreristas se ha buscado en el siempre socorrido «fantasma de Al-qaeda» que, según insisten en proclamar los medios de comunicación corporativos, estaría recorriendo el Sahel a la espera de poder dar el salto al «mundo libre». El propio Bueno Murga, sin embargo, reconocía en octubre de 2012 que también serán objetivos preferentes de las «misiones de seguridad», los países ribereños del Golfo de Guinea. Es decir, que las futuras intervenciones «antiterroristas» tendrán lugar en una de las zonas más codiciadas por los países europeos y por EE.UU. por sus importantes recursos petrolíferos.

Y es que, en efecto, comprender las razones del repentino interés occidental por la «seguridad africana» requiere centrar la atención, no en el yihadismo, sino en el petróleo del Golfo de Guinea, los diamantes de Sierra Leona, el coltán de la República Democrática del Congo, entre otras riquezas por las que actualmente pugnan las principales transnacionales de los países responsables del subdesarrollo de este continente.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.