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Carta abierta de Fedor Sánchez, preso político, a los senadores de la República tras 30 días en huelga de hambre

«Fui condenado a presidio perpetuo por la Ley Antiterrorista por un delito que no cometí»

Fuentes: Rebelión

Soy Fedor Sánchez Píderit, reo rematado a presidio perpetuo por la Ley Antiterrorista por un delito que no cometí y no tuve opción de defensa, dado que en el período histórico en que fui procesado y rematado, las personas que pudieron acreditar mi inocencia tenían miedo de hacerlo y otras estaban en la clandestinidad. En […]


Soy Fedor Sánchez Píderit, reo rematado a presidio perpetuo por la Ley Antiterrorista por un delito que no cometí y no tuve opción de defensa, dado que en el período histórico en que fui procesado y rematado, las personas que pudieron acreditar mi inocencia tenían miedo de hacerlo y otras estaban en la clandestinidad.

En este tiempo, he presentado recursos para reabrir el proceso, sin que éstos hayan sido acogidos. Por tanto, sigo siendo culpable ante la sociedad, aun cuando mi conciencia está tranquila. No quiero decir que no haya cometido errores, pero mi único delito real es de asociación ilícita, y por este delito mis antiguos compañeros cumplieron 5 años de cárcel. Todos ellos están ahora reinsertados en la sociedad y han abandonado la lucha armada.

Llevo 14 años preso, y considero que he pagado mis errores con creces. Durante estos 14 años, me he dedicado a aprender del sub-mundo delictual y he intentado buscar el modo de hacer efectiva la reinserción social; en la actualidad tengo una micro empresa (Andalién Ltda.) que da trabajo a seis ex reclusos en un taller de mueblería y a cuatro en un taller de joyería. Veo con nostalgia la posibilidad de ser uno más en ese trabajar en el medio libre.

Al interior de la cárcel trabajo con otros diez reos que en un futuro se reinsertarán mediante estos talleres de acogida. Esto es lo que hoy hago, y es lo que pretendo continuar haciendo una vez en libertad.

Las motivaciones de mi delito y las de los presos de la Cárcel de Alta Seguridad (CAS) fueron políticas, dentro de un contexto histórico de mucha violencia y confusión política. Todos los presos políticos hemos vivido encarcelados este proceso de transición a la democracia, aislados y sepultados en una cárcel que ha provocado grandes daños a nuestra relación familiar. Nos ha sido muy difícil sobrevivir e intentar no perder nuestras responsabilidades familiares.

Si bien es cierto la pena aflictiva recae sobre el preso, las dramáticas consecuencias han dejado profundas huellas en mis hijos, mi madre, mi compañera.

Digo esto porque, a pesar de que la prisión política es un tema político, quiero apelar a la humanidad, pues para mí en particular, lo único que me motiva a trabajar y luchar por mi libertad es mi familia y el hecho de poder aportar un granito de arena en la reinserción social.

Por otra parte, considero saludable como país ir resolviendo para bien el tema de la prisión política, ya que no es compatible con la democracia.

Señores Senadores de las diferentes bancadas: los invito a despojarse de las diferencias políticas y a pensar en que cada uno de los posibles beneficiarios del proyecto de ley en discusión quiere rehacer la vida en este nuevo contexto democrático junto a nuestros hijos y familia.

Apelo a vuestros corazones y vuestra inteligencia.

Atentamente,

Fedor Sánchez

Sábado, 11 de junio 2005

Penal de Colina I