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Gabriel Rufián, la finezza, los traidores y las diez vigas en el propio ojo

Fuentes: Rebelión

En el momento en que escribo, una hora después del nombramiento, Gabriel Rufián está a punto de conseguir que el tema central no sea propiamente la repetición de Mariano Rajoy como presidente de Gobierno sino su intervención, la del diputado nacionalista, en el debate de la tarde-noche de este sábado. Sin negar veracidad a muchas […]

En el momento en que escribo, una hora después del nombramiento, Gabriel Rufián está a punto de conseguir que el tema central no sea propiamente la repetición de Mariano Rajoy como presidente de Gobierno sino su intervención, la del diputado nacionalista, en el debate de la tarde-noche de este sábado.

Sin negar veracidad a muchas de sus afirmaciones, ¿era eso?, ¿se trataba de eso? No, como es evidente, si pensamos con un poco de calma. Sus palabras han permitido que la corriente «abstencionista» del PSOE se presente ahora como víctima insultada, que se ubique en segundo plano el asunto nada menor del golpe partidista de finales del pasado mes, que se silencien o no se de importancia a los votos negativos (que no fueron sólo los de los diputados del PSC) y a las «abstenciones por imperativo» y que, en fin, los abstencionistas y sus jefes justifiquen su abstención señalando la imposibilidad de un gobierno alternativo. Demostrada estaba, gracias a él, la intolerancia, el estilo, el tono, la descortesía y la lejanía política con las «fuerzas secesionistas catalanes», fuerzas necesarias para un gobierno que no estuviera presidido por Rajoy.

Peor imposible aunque, ciertamente, si no hubiera sido así se hubieran inventado otro argumentario. Si de malargumentar se trata, algunos  -los del PSOE dominante- son expertos en el tema.

¿Qué debía haberse hecho? Pues como ha señalado el profesor Miguel Candel: actuar con finezza y ahondar en las divisiones del PSOE elogiando -porque merece elogio- el comportamiento político de las diputadas y diputados socialistas que votaron en contra de la investidura de Rajoy. De manual básico de primer curso introductorio.

Ahora bien, siendo generosos y suponiendo aunque no admitiendo que Rufián acertara en su crítica y en sus formulaciones (imposible en el tono y en el estilo), cabe recordarle a él y a todas otros mensajes que nos han llegado a muchas por aquello de que se puede ser capaz de ver las cinco vigas (que existen y unas cuantas más) en el ojo del otro y ser incapaz de tener consciencia (o aparentarlo cuanto menos) de las diez, cincuenta o más que se ubican desde hace años en el propio ojo.

De un e-mail de Marta: «¿Cómo es posible entender esa descalificación al PSOE por su abstención cuando un partido que se dice de izquierdas y republicano ha votado, sistemáticamente, a favor de unos gobiernos de la derechona catalana (muy moderna en sus formas a veces para aparentar) que fueron y son vanguardia en políticas neoliberales y en agresiones a las clases trabajadoras catalanas?».

Un SMS, este de Mercè: » Si hay que descalificar por inconsistencias, ¿no cabe hacerlo en primer lugar con la organización en la que una misma milita ? ¿No forma parte ERC de un gobierno -¡ no solo apoya!- dirigido por fuerzas neoliberales? ¿La Patria y la secesión lo justifican todo? Si es así, ¿no cabe el mismo argumento o muy similar en el caso de los otros?».

Otro comentario de Laura: «¿ Con qué fuerzas se ha aliado ERC en la reciente «persecución, descalificación y derribo» de la exposición del Born-santuario-secesionista? ¿ Han sido pacíficas todas las protestas realizadas? ¿ Debemos recordar de nuevo el caso de Ramón Luque?».

De Montse, una trabajadora de salud mental: «¿Por qué ERC alienta permanentemente el odio a lo español, sea cual sea el referente de «lo español», desde Lorca y Machado a Franco o Aznar? ¿Y nuestra propia reacción? ¿Y nuestros Cambós, Dencàs, Samaranch, etc etc? ¿ Por qué se apropian de los asesinados en el Camp de la Bot durante unos quince años presentando a todos como si fueran víctimas nacionalistas de la España fascista?».

De Francesca, muy breve: «¿Sabe Rufián quién solía gritar «¡Viva España!» cuando finaliza sus intervenciones en las cortes republicanas? Un tal Lluís Companys».

De Andrea, una joven estudiante de Santa Coloma de Gramenet, la ciudad del diputado secesionista: «¿En cuántas luchas ciudadanas contra mil injusticias, locales o más generales, ha estado presente ERC de manera no testimonial? ¿Qué papel ha jugado ERC en las luchas obreras de nuestra ciudad y en nuestro país? ¿ No ha notado Rufián el ambiente en absoluto secesionista ni nacionalista que se respira en la ciudad? ¿ No sabe que su ciudad es una ciudad que está por la fraternidad entre ciudadanas y pueblos».

Un mensaje de Irene, una joven bioquímica y filóloga: «¿Pero no ha sido Tardà, un compañero de filas de Rufián, quien ha hablado del ADN catalán? ¿ADN a estas alturas ? ¿No fue también Oriol Junqueras quien hace ya algunos años publicó un artículo en Ara -o acaso en el Avui – en el que afirmaba que le resultaba «curioso» que los españoles tuvieran «más proximidad genética con los portugueses que con los catalanes y muy poca con los franceses»? ¿Qué curiosidad es esa? ¿En esas estamos? ¿En inexistentes diferencias genéticas entre pueblos? ¿Para qué? ¿Con qué objetivos? ¿ No suena todo eso a (casi) racismo o sin el casi ? ¿No hizo Heribert Barrera, siendo presidente de ERC, declaraciones con esta perspectiva y con argumentos falaces que tiraban al suelo»

En síntesis: Rufián no sólo ha sido incapaz de ahondar en las diferencias del PSOE, elogiando la coherencia de las y los disidentes (en su mayoría diputadas/ps catalanes), sino que está y estuvo ciego ante las numerosas vigas que se ubican en la trayectoria política real (no la contada ni inventada) de su propia formación que, tal como él dice del PSOE, tiene bastante poco de esquerra, menos de republicana y mucho de antiespañola, a pesar de que de España son la mayoría de los familiares y muchos amigos comprometidos del diputado colomense.

Por cierto: esta noche se han manifestado, se siguen manifestando en Madrid miles de personas en contra de la investidura de un político profesional del sistema y del comportamiento abstencionista e inconsistente de una parte destacada de los diputados del PSOE. Aquí, en Cataluña las cosas tienen otros matices. Miles de personas se suelen manifestar en ocasiones (a veces no son miles) a favor de la permanencia y consolidación de gobiernos de políticos profesionales neoliberales muy felices de conocerse a sí mismos y muy preocupados de seguir manando en plaza -suya piensan- de manera excluyente. ¿De verdad que Madrid es una ciudad carca- muy-carca llena de fachas y afines y Barcelona és la millor botiga del món… perdón, perdón, la ciudad de los prodigios de la resistencia, la que en su momento fue la rosa de fuego?

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.