Ya casi 4 meses que en Antofagasta estamos viviendo una situación mísera en torno al problema de la basura, que está afectando a los trabajadores y al pueblo pobre. En múltiples disputas entre la alcaldesa «independiente» (ligada a la centro-derecha, luego de una disputa interna en la concertación) y las grandes empresas de la basura, […]
Ya casi 4 meses que en Antofagasta estamos viviendo una situación mísera en torno al problema de la basura, que está afectando a los trabajadores y al pueblo pobre. En múltiples disputas entre la alcaldesa «independiente» (ligada a la centro-derecha, luego de una disputa interna en la concertación) y las grandes empresas de la basura, simplemente han dejado el problema de la basura (y de sus consecuencias sociales como peste y virus) sin ninguna respuesta, que está expandiendo un virus sobre los sectores más golpeados de la población. Según el diario La Nación, el «Virus diarreico que afectó a casi 12 mil personas en Antofagasta (…) los últimos en ser afectados han sido menores» y las «informaciones han dado a conocer la aparición de un caso de cólera en una niña, (…) donde aún no se puede confirmar nada porque no se tiene identificado al germen, hay 120 cepas del virus que transmite al cólera hay 120 y sólo uno o dos pueden provocar brotes masivos». Según análisis del Colegio Médico este virus que afecta a más de 12.000 personas fue transmitida por la basura. Es claro, y lo percibe el propio pueblo trabajador que es una consecuencia social de la basura que se ha expandido tras la suspensión del servicio por parte de la empresa Casino, en sus disputas con la alcaldesa actual. Para nosotros, es responsabilidad directa de la privatización de éstas en la era Adaro y de los múltiples negocios que hizo con la Empresa Casino, empresa que dejo la basura botada en las calles acumulándose por el traspaso que le hiso Marcela Hernando, actual alcaldesa de Antofagasta, hacia la empresa Pesco. Estos negociados, que han sido parte de las privatizaciones vía «concesiones» les dejaron numerosos recursos a las empresas a costa de los bajos salarios de sus trabajadores, y le sacó una «carga» al municipio haciéndose sus jefes de numerosas ganancias (sino veamos el fraude al municipio que los propios tribunales juzgaron). Estos negociados han seguido con la alcaldesa Marcela Hernando, siendo portavoz de sectores empresariales que se disputan las «concesiones» para tener mayores ganancias. Ya desde el municipio plantearon que este problema no se resolvería hasta Mayo: es decir, los principales afectados seguirá siendo el pueblo trabajador, con el hastío de la basura en las esquinas y los brotes infecciosos que comienzan a expandirse.
El problema de la basura se logró convertir en todo un negociado para las empresas y los políticos patronales: ¿y a quiénes afecta? A los mismos de siempre: a los trabajadores y el pueblo pobre.
Por otra parte, el hospital regional no da abasto, no hay espacio ni infraestructura, ni médicos para la atención a este brote viral de contaminación. La salud pública está totalmente deteriorada para atender a estos casos. Ahora con el recorte presupuestario que hizo la derecha a las regiones para otorgar la reconstrucción post-terremoto a las grandes empresas, un nuevo anuncio vino a profundizar esta cuestión: que el Nuevo hospital regional no se construirá (y que el propio Lagos había dicho se terminaría en su gobierno!)
Desde Clase contra Clase denunciamos que el problema de la basura, los olores tóxicos y sus consecuencias sobre la población trabajadora son responsabilidad directa de los políticos patronales del municipio y la intendencia y de sus múltiples negociados con las grandes empresas vía las privatizaciones. El problema de la basura no se podrá resolver por las empresas privadas que solo buscan hacer grandes negociados para mantener sus ganancias. Menos lo podrá resolver los políticos patronales que están al servicio de hacerles los negociados a los empresarios. Planteamos que una verdadera solución sólo puede venir desde la clase trabajadores y de sus organismos. Es necesario luchar por la estatización de las empresas de la basura bajo gestión de los trabajadores, con un plan de emergencia sanitaria desde los trabajadores y comités de pobladores para resolver el problema actual que asedia a miles de familias. Junto con ello, peleando por un salario mínimo de 360.000 pesos a los trabajadores de la basura, y resolver el problema en sus propias manos. Además, denunciamos a los gobiernos de la concertación y la derecha que bajo numerosas promesas, nuevamente han mostrado su cara de resolver los problemas empresariales y dejar sin solución los problemas sociales hospitalarios y de la salud hacia la población trabajadora. El Colegio Médico debería pelear por la administración directa del hospital junto con los usuarios, para terminar con los problemas de la salud, que solo afecta al pueblo trabajador, y desarrollar un plan gratuito para el tratamiento del virus y los focos infecciosos.
Clase contra Clase Antofagasta
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