Numerosas organizaciones denuncian que el Estado español sigue vendiendo armamento a Israel, a pesar de que el Código de Conducta de la Unión Europea prohíbe la exportación de armas a países en conflicto. El ingente comercio internacional de armas israelí hace de los Territorios Ocupados palestinos un laboratorio de pruebas de armas cada vez más […]
Numerosas organizaciones denuncian que el Estado español sigue vendiendo armamento a Israel, a pesar de que el Código de Conducta de la Unión Europea prohíbe la exportación de armas a países en conflicto.
El ingente comercio internacional de armas israelí hace de los Territorios Ocupados palestinos un laboratorio de pruebas de armas cada vez más sofisticadas (según el informe de Amnistía Internacional de 2006, en lo que va de año «las fuerzas israelíes mataron a unos 190 palestinos, entre ellos alrededor de 50 menores»). La embajada israelí en Madrid también tiene su papel en la ecuación. Denunciada la brutalidad israelí por las Naciones Unidas y por diversos organismos de derechos humanos, los sucesivos gobiernos españoles pretenden quedar al margen del negocio de las armas.
Uno de los organismos integrados en la embajada israelí en Madrid es el SIBAT, la organización de Asistencia Exterior y Exportación de Material de Defensa. Este organismo gubernamental dependiente del Ministerio de Defensa israelí, en funcionamiento en el Estado español desde julio de 2005, tiene como objetivo «la promoción de las actividades de exportación de defensa de Israel, prestando asistencia a gobiernos extranjeros interesados en cooperación industrial en el campo de la defensa». Para ello, el SIBAT destaca su «amplia perspectiva y conocimientos de primera fuente», contando con «la pericia de un personal cuyos antecedentes incluyen experiencia en las Fuerzas de Defensa Israelíes (FDI), así como en la industria». Los equipos de las FDI comercializados por este ente gubernamental «han sido probados en combate y retirados del servicio activo y disponibles para la venta». El SIBAT «cubre todos los aspectos de la exportación de defensa de Israel», incluidas «las emergentes aplicaciones paramilitares». Y es que Israel es el décimo importador de armas del mundo, habiendo gastado entre 1993 y 2002 más de 5.000 millones de dólares en este concepto. Los Territorios Ocupados se convierten en un laboratorio de pruebas para armas, especialmente «aplicaciones paramilitares» y material antidisturbios, que luego el SIBAT ofrece a gobiernos extranjeros, haciendo de la ocupación un negocio de Estado.
Armas españolas para Israel
En un comunicado de marzo de 2002, la Cátedra UNESCO sobre la Paz de la Universitat Autònoma de Barcelona denunciaba que en los últimos cinco años de Gobierno de José María Aznar, según datos del propio Gobierno, «España vendió a Israel material de defensa valorado en 2.363 millones de pesetas».
Durante los primeros meses de Gobierno del PSOE, el director de la sección española de Amnistía Internacional, Esteban Beltrán, pidió al Ejecutivo socialista que cesara la venta de armas a Israel. Sin embargo, la campaña Boicot Preventiu de la Red Solidaria contra la Ocupación en Palestina denuncia que «empresas españolas venden armas al Estado de Israel» e insiste en que «desde el año 1991 estas ventas no han parado de aumentar y suman un valor de al menos 170.000 millones de pesetas». Las empresas españolas implicadas son la sección militar de IZAR y Fabricaciones Extremeñas (FAEX), perteneciente a Explosivos Alaveses, la cabecera de la división de defensa de la empresa Unión Española de Explosivos (UEE).
Preguntas parlamentarias
En una pregunta parlamentaria al Gobierno sobre la venta de armas a Israel el 24 de marzo del 2006, la diputada de Izquierda Unida, Isaura Navarro, denunciaba que Israel no cumplía ninguno de los ocho criterios firmados por el Estado español en lo que respecta al Código de Conducta de la UE en el comercio exterior de armas. Así, Navarro afirmaba que «el Gobierno español no debería tener ninguna relación comercial, ni intercambio, colaboración, ni exportar o importar armas a dicho país».
«¿No cree el Gobierno que no debía firmar contratos con empresas de armamento israelí, teniendo en cuenta el papel agresivo y represor, especialmente contra el pueblo palestino, de este Estado militarista?», preguntaba el pasado 17 de febrero el diputado en el Congreso por el Bloque Nacionalista Galego, Francisco Rodríguez Sánchez, al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
Restricciones europeas
La campaña Boicot Preventiu señala que «otros Estados de la Unión Europea, como Alemania, Francia y Reino Unido ya aplicaron restricciones a la venta de armamento a Israel». Además, recuerda que «una resolución del Parlamento europeo del 10 de abril de 2002 pide al Consejo Europeo que declare un embargo de armas a Israel».