El 2 de mayo de 2017, murió a la edad de 78 años el general (r) Harold Bedoya Pizarro después de padecer cáncer. De inmediato los medios tradicionales de información divulgaron mensajes de condolencia de la clase política que lo calificaron como un «gran patriota defensor de la libertad y la democracia». Lo que olvidaron […]
El 2 de mayo de 2017, murió a la edad de 78 años el general (r) Harold Bedoya Pizarro después de padecer cáncer. De inmediato los medios tradicionales de información divulgaron mensajes de condolencia de la clase política que lo calificaron como un «gran patriota defensor de la libertad y la democracia». Lo que olvidaron decir es que también fue uno de los artífices de la guerra sucia en Colombia, responsable de violaciones a los derechos humanos y autor de crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra.
Mientras que fungió como comandante de la Segunda División del Ejército Nacional promovió los grupos paramilitares en la región del Carmen y San Vicente de Chucurí. Grupos conformados y entrenados directamente por el Ejército Nacional produciendo la muerte de cerca de 300 campesinos y el desplazamiento forzado de más 4000 pobladores. Debido a las denuncias publicas, Bedoya lanzó fuertes ataques contra defensores de derechos humanos; muy conocida fue la absurda denuncia penal por falso testimonio contra el sacerdote Jesuita Javier Giraldo Moreno.
Después de ejercer como comandante de la Segunda División del Ejército Nacional fue nombrado comandante de las Fuerzas Militares entre noviembre de 1994 y diciembre de 1996. Durante el gobierno de Samper Pizano fue llamado a calificar servicio porque según denuncias, impulsó un golpe de estado; posteriormente durante el gobierno de Pastrana se opuso al proceso de Paz que en ese momento se adelantaba con las Farc-Ep. Tiempo después conformó un movimiento político de ultra derecha con la pretensión de llegar a la presidencia de Colombia, entre sus propuestas propugnaba por el juzgamiento de civiles por cortes militares, y públicamente defendió las cuestionadas Convivir impulsadas por el entonces gobernador de Antioquia Álvaro Uribe Vélez.
Pero la información sobre vínculos del general Bedoya Pizarro con el Terrorismo de Estado viene de antes; a finales de los 70 se le relacionaba con la conformación de la estructura paramilitar «Alianza Americana Anticomunista – Tripe A», responsable de innumerables atrocidades que han pasado a la historia de horror del pueblo colombiano, sin investigación alguna.
Como un ejercicio de memoria, el Equipo Jurídico Pueblos considera valioso citar algunos apartes textuales del libro «Terrorismo de Estado» publicado en 1992 en Bruselas Bélgica y firmado por varias organizaciones internacionales de derechos humanos, en la que sale a relucir el general involucrado en la perpetración de crimenes internacionales que nunca superaron la censura de los anaqueles judiciales:
«Entre 1978 y 1979, opera en Bogotá una estructura paramilitar bajo el nombre de «Alianza Americana Anticomunista-Triple A», autora de numerosos atentados dinamiteros, desapariciones y asesinatos de miembros de la oposición. Las instalaciones de la revista «Alternativa» y de los periódicos «El bogotano» y «Voz Proletaria», son algunos de los blancos de la triple A. Según las confesiones de tres ex agentes de inteligencia adscritos al Batallón de Inteligencia y Contrainteligencia «Charry Solano», el oficial Bedoya Pizarro fue el creador y máximo jefe de la Triple A. Este oficial no fue objeto de ninguna investigación.
El 29 de septiembre de 1978, en una vía pública de Bogotá, el dirigente del Ejército de Liberación Nacional – ELN y ex preso político, José Manuel Martínez Quiroz, es asesinado por varios sujetos armados. Según un oficio del oficial Pedro Nel Molano, entonces Director Nacional de Inteligencia del Ejército, José Manuel Martínez Quiroz era objeto de estrecho seguimiento por parte de personal del Batallón de Inteligencia y Contrainteligencia «Charry Solano». Además de éste, existen otros indicios graves que comprometen la responsabilidad del oficial Bedoya Pizarro en el crimen. Este oficial no fue investigado por los hechos».
Al igual que en otras experiencias de violaciones sistemática a los derechos humanos como en el cono sur y la España franquista, los altos responsables del terrorismo de Estado mueren por causas naturales sin ser juzgados. Ante la inminente salida masiva de responsables de crímenes de Estado por aplicación de los recientes decretos del Presidente de Colombia Juan Manuel Santos expedidos en desarrollo de la Jurisdicción Especial para la Paz, se hace necesario acudir al reproche público divulgando los nombres y fotografías de quienes asesinaron, desaparecieron y desplazaron a miles de colombianos en cumplimiento de políticas estatales. Ni perdón ni olvido ni recolinciación; castigo a los responsables del terrorismo de Estado.
Fuente: http://derechodelpueblo.blogspot.com/2017/05/general-harold-bedoya-pizarro-patriota.html