Del latín: Genius: Espíritu guardián; Saeculi: del siglo. Algo así como el espíritu de los tiempos Mientras el «festival de los idiotas» se ha desarrollado a plena pantalla protagonizado a todo color por los economistas del sistema, en un criminal intento de minimizar los efectos reales de la crisis que se iban mostrando cada vez […]
Del latín: Genius: Espíritu guardián; Saeculi: del siglo. Algo así como el espíritu de los tiempos
Mientras el «festival de los idiotas» se ha desarrollado a plena pantalla protagonizado a todo color por los economistas del sistema, en un criminal intento de minimizar los efectos reales de la crisis que se iban mostrando cada vez con más fuerzas en Estados Unidos, a pesar que la realidad iba exactamente en dirección contraria a la escena que los «doctores» creaban con sus pirotecnias verbales.
Meses tratando de distraer con sus juegos circenses de malabares una realidad que hoy les coge del gaznate y que los ha dejado mudos.
La economía protegida, blindada del imperio neoliberal impuesta en Chile comienza a mostrar sus desnudeces; su principal agencia de transacciones y negocios en la plaza muestra una caída de enorme envergadura, la mayor de los últimos 10 años. Un 30 % desde su máximo el 2007.
El repelente y almibarado Presidente del Perú Alan García debe estárselo pensando, si es que puede hacer algo así, en la estupidez de sus declaraciones de amor irrestricto al modelo económico neoliberal vigente en Chile. La aplicación del modelo allí muestra la mayor caída en toda América Latina: 8,4 %. Naturalmente los costos no los pagará este bien aceitado agente del imperio, sino el esquilmado pueblo peruano que sigue dando bote por otras latitudes siendo su país tan rico y lleno de posibilidades.
Bush, el esperpento imperial que resume en si toda la descomposición de la plutocracia teocrática que gobierna al pueblo estadounidense, muestra ante el mundo una vez más la tremenda estulticia que lo caracteriza y que no trepida ante ningún ridículo. Así mientras daba a conocer sus medidas para estimular la economía, obviamente con un fondo de libros en la imagen televisiva a fin de que de alguna manera el televidente lo relacione con la cultura y el conocimiento, Wall Street el corazón de la economía yanqui reaccionaba incrédula en dirección exactamente contraria a la baja. Lo mismo ocurría en el resto del mundo: nadie le creía al Nerón – Bush que tocaba la lira mientras todo a su alrededor se incendiaba. Inglaterra viajaba a la baja con un 5,5 %; Francia, 6,8 %; Alemania 5,5 %; España con reyecito y todo 7,5 %.
El desastre en Chile como todos los desastres que ocurren por estas lejanas latitudes no se muestra inmediatamente, todo empieza medio asordinado, los terremotos son siempre por aquí hipócritas. Lentamente comienzan a aparecer los muertos y los edificios que parecen enteros, comienzan a dejar ver los daños estructurales que son los significativos.
Naturalmente y como ya lo decíamos, no serán estos idiotas diplomados los que pagarán los costos. Ellos tras sus poderosas redes de protección caen siempre parados y con los bolsillos llenos.
Los trabajadores seguirán sin darse cuenta que los dineros que les sacaron del bolsillo a través de los multifondos de pensiones se han evaporado. Sobre todos los que «no se meten en política». Ni notarán como los han desfalcado. Los tienen creando piropos desde los andamios, metidos en el frenético baile de las ilusiones.
Naturalmente los hombres del sistema llaman a la calma (los trabajadores deberían llamar a las armas) tratando de bajar el perfil al tremendo impacto de la defraudación pública en marcha. En esta tarea están empeñados desde el muy neoliberal Ministro de Hacienda hasta los seudo economistas que sustentan la defensa ideológica de los intereses patrimoniales del empresariado. Defensa que cruza desde la UDI a la Concertación. No por nada el ex Ministro del Interior de Pinochet y ex Presidente de Renovación Nacional llama desde su fundo a construir un nuevo trato con el gobierno. Obviamente destinado a frenar las conquistas de los trabajadores. En este escenario toda su defensa operará en el sentido de convertir la crisis en una especie de desastre natural, impredecible y ajeno a toda acción humana. Y las pérdidas las asumirá el pueblo.
Parapetados tras la fachada del diario de las transnacionales El Mercurio frente a la mudez en que han entrado los epígonos habituales del modelo, han puesto en sintonía a macacos menores que deslizan algunas perlas en la edición de Economía y Negocios (22-01-08) para iniciar las operaciones de desinformación y defensa del modelo:
Así el Gerente de Inversiones de Cuprum nos ilumina y nos dice que: «Los resultados de los afiliados serán malos si eligen fondos más accionarios después del alza de las bolsas y viceversa». O el Gerente de la Asociación de AFP, que no podía estar ausente en esta Teletón de la desgracia, conmina a no «hacer movimientos de corto plazo, es decir, cambiarse de una cartera a otra tratando de seguir el ánimo de los mercados porque es difícil, incluso para los expertos», es decir ellos. Y así suma y sigue.
Lo concreto es que la decisión de la Reserva Federal de los Estados Unidos, a la que estamos apegados, no detendrá la volatilidad de los mercados a pesar de haber prácticamente triplicado los porcentajes habituales.
George Soros traficante financiero internacional de alto vuelo ha dicho que esta crisis es la más seria de todas las ocurridas desde la Segunda Guerra Mundial.
En Chile, la economía crecerá menos durante el 2008 y la inflación será más alta. Ello implicará que el precio de los alimentos y los artículos de primera necesidad serán mayores.
Las soluciones para enfrentar esta crisis provocada por el ansia desmedida de ganancias existen: pasan por controlar los capitales especulativos que la coalición que gobierna desmanteló de la mano del «estadista» Ricardo Lagos. También pasa por un desarrollo integrador de la economía nacional y no mero crecimiento. Y por último la liquidación del dogma neoliberal que mantiene la creencia del mercado como mejor asignador de recursos, mercado que oculta en realidad el poder desmedido que tienen los banqueros y los grandes propietarios del complejo militar industrial estadounidense y sus filiales en Chile y América Latina. En definitiva se trata de poner en su lugar el interés de las grandes mayorías de la nación, es decir, los trabajadores.
Patricio Malatrassi A. (Economista /Presidente Frente Amplio Profesionales de Izquierda)