Gerardo Díaz, de profesión pescador artesanal llegó a Santiago, después de caminar durante dos meses para hablar con la señora Presidenta de la República, acerca de la multa que le impusiera el Sernapesca por la presunta extracción ilegal de 4 toneladas de peces. Díaz alega en su defensa, que su pequeña embarcación tiene una capacidad […]
Gerardo Díaz, de profesión pescador artesanal llegó a Santiago, después de caminar durante dos meses para hablar con la señora Presidenta de la República, acerca de la multa que le impusiera el Sernapesca por la presunta extracción ilegal de 4 toneladas de peces. Díaz alega en su defensa, que su pequeña embarcación tiene una capacidad máxima de carga de peces extraídos de 2.500 kilos, y además, tampoco fue constatado a su llegada a la caleta, que haya podido traer tal peso de reinetas.
A Gerardo Díaz se le está aplicando una multa de $ 19 millones, lo que equivale a $ 4.750.000 por tonelada extraída, que es la sanción aplicada por Sernapesca, por pesca ilegal, al no contar con la autorización para pescar la especie en cuestión en zona no autorizada.
Llama la atención que hoy, sólo algunas veces, en algunos restoranes se puede saborear la apetitosa variedad de peces conque la naturaleza nos favoreció, tales como congrio colorado, jurel, corvina, cojinova, albacora, atún, pejerreyes, merluza australis, merluza, dorado, palometa, etc.
¿Qué pasó con las anchoas, sardinas, anchovetas, jurel, caballas, bonitos, merluza y otros? Han sido prácticamente depredados, eliminados de nuestro mar. ¿Por pescadores artesanales que sacan fabulosas cantidades de toneladas de estos peces en sus escuálidas embarcaciones? No, ciertamente que no, y sólo pueden ser los industriales de grandes factorías pesqueras que con la pesca de arrastre han hecho esa depredación, que ha sido consentida por Sernapesca, que sin embargo castiga a los pescadores artesanales, como si fueran los gendarmes al servicio de los grandes industriales de la pesca.
Esto último lo sostenemos por lo siguiente.
El 26 de septiembre de 2015, El Mercurio informó que Sernapesca efectuó una fiscalización a bodegas de almacenamiento de harina de pescado en Coronel, detectando, en primera instancia, 5.602 toneladas de harina de pescado cuya procedencia no estaba clara. Al continuar con las indagaciones, la autoridad pudo comprobar que, en otros dos sitios de depósito, estaban almacenadas otras 1.986 toneladas de harina de pescado lo que hacía un total de 7.588 toneladas ( Aqua 29.09.2015) de harina de pescado, para lo cual se habrían pescado, nada más ni nada menos, que 40.000 toneladas de sardinas y anchovetas. ¡Ojo, 40.000 toneladas y no 4 toneladas!
El Director de Sernapesca, José Miguel Burgos declaró: «Estamos hablando de miles de toneladas de recursos que habrían sido pescado ilegalmente«. Ahora bien si nos atenemos a que las multas, para estos casos de pesca ilegal, como la que se aplicó al pescador artesanal Gerardo Díaz, de $ 4.750.000 por tonelada de pesca ilegal, tendríamos en este caso, 40.000 toneladas de pesca ilegal, a solo $ 4.750.000 por tonelada, lo que nos daría una multa de $ 190.000.000.000.
¿Cuál fue la multa que Sernapesca aplicó a las empresas infractoras, ambas ligadas al señor Francisco Javier Errázuriz ?( Aqua 29.09.2015). La prensa no ha informado que se les haya aplicado una multa, por lo que sería necesario recibir una explicación de Sernapesca, que castiga con multa por pesca ilegal solo a los pescadores artesanales, pero se olvida de hacer lo mismo con los grandes industriales de la pesca.
¿La igualdad ante la ley que establece la Constitución, no existe para Sernapesca? En ese caso alguien en el gobierno le tiene que poner el cascabel al gato, y restablecer la legalidad y la justicia.
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