En el primer año de la administración Bachelet la concentración económica continuó profundizándose. Las diez empresas con mayores ganancias en el ranking 2006 de las sociedades que entregan sus resultados a la Superintendencia de Valores aportaron un 60% de las utilidades y aproximadamente un 71% del aumento en los resultados en comparación con 2005. El […]
En el primer año de la administración Bachelet la concentración económica continuó profundizándose. Las diez empresas con mayores ganancias en el ranking 2006 de las sociedades que entregan sus resultados a la Superintendencia de Valores aportaron un 60% de las utilidades y aproximadamente un 71% del aumento en los resultados en comparación con 2005. El listado fue encabezado por Minera Escondida con utilidades por U$S 5.325 millones, en un año en que el precio del cobre alcanzó niveles particularmente elevados. Los consorcios cupríferos privados fueron grandes beneficiarios del momento particularmente alto en la cotización del metal rojo, que les permitió en no pocos casos recuperar la totalidad de la inversión efectuada desde que comenzaron sus explotaciones en el país, un buen número de ellas durante los gobiernos de la Concertación. Minera Escondida obtuvo un 30% de las ganancias totales y un 65% del incremento global registrado, mostrando así la relevancia del cobre en la economía chilena y las fuertes utilidades de los consorcios cupríferos. En general, las utilidades crecieron respecto a 2005 en un 43%.
Codelco alcanzó en 2006, a su vez, utilidades ascendentes a U$S 9.214,6 millones, un 88% superior al año anterior. La empresa estatal traspasó el total de sus excedentes, con excepción del limitado monto que se le permitió reinvertir, los cuales se transforman mayoritariamente en superávit fiscal o en adquisiciones de armamentos para las FFAA. Codelco representa aproximadamente un 30% de la producción de la gran minería, mostrando así indirectamente los elevados montos captados por el capital privado en este sector que explica el otro 70%. La ley reservada del cobre originó U$S 1.226,4 millones, suma un 56% mayor al 2005. ¿Es defendible destinar a compra de armamentos, ahora o más adelante, una suma tan considerable?.
La diferenciación al interior de las empresas es muy grande, lo cual es otro ejemplo de la gigantesca concentración producida. Las treinta sociedades con mejores resultados incrementaron sus ganancias en un 71% y representan 84% del aumento total experimentada por ellas. Si no se considera las cincuenta sociedades de mejores resultados las empresas resultantes acrecientan sus ganancias promedio, en sólo 9%. La diferencia es muy grande. Por ello cuando se habla de concentración no se puede considerar a las empresas en general, sino un grupo de ellas en particular. En verdad, la diferenciación es mucho más aguda, ya que en el listado analizado no figuran la generalidad de las filiales de empresas extranjeras, salvo excepciones como Minera Escondida que al tener colocados documentos de deuda en el mercado interno tiene la obligación de hacerlo. «Si bien -comentó Estrategia- hay un pequeño grupo que exhiben utilidades sorprendentes, lo cierto es que un 40% anotó un saldo anual menor a $500 millones y un 28% una utilidad inferior a $100 millones, mientras que cerca de un 21% reportó cifras en rojo» (01/03/07).
Otros sectores económicos con un año extraordinariamente favorable fueron las empresas eléctricas, los bancos, las empresas de comercio minorista y las forestales. Las razones de sus éxitos provienen de sus ventajas especiales que tuvieron por políticas que les favorecen, condiciones naturales mejores que en años anteriores o altas cotizaciones en los mercados internacionales.
En el segundo lugar del ranking general se ubicó Empresas Copec, el mayor conglomerado existente en la economía chilena, controlado por el grupo Angelini. Sus utilidades fueron un 36,6% superiores al año anterior, al alcanzar $437.915,3 millones. También en este caso fue determinante la mejoría en las cotizaciones en los mercados internacionales de rubros básicos exportables por el país, en este caso fundamentalmente la celulosa. Las «vacas gordas» se generan en un alto porcentaje en el exterior. También repercutió positivamente su presencia en los sectores de combustibles y pesca. Su participación en el mercado de los combustibles subió de 54,5% en 2005 a 55,1%. Al ubicarse Empresas Copec, Celulosa Arauco y AntarChile entre las seis empresas de mejores resultados, el Grupo Angelini se transformó -además de las empresas cupríferas- como uno de los grandes beneficiados del escenario 2006 de «vacas gordas».
En el sector eléctrico destacaron los resultados del holding Enersis, y sus filiales Endesa Chile y Chilectra. Las utilidades de Enersis se incrementaron en 311,8%, las de Chilectra en 209,5% y las de Endesa Chile en 67,8%. Ello se logró como consecuencia de mejores condiciones hidrológicas, disminución en los costos de generación térmica y los aumentos de tarifas logradas a partir de la Ley Corta II promulgada en el gobierno de Lagos. Todas estas empresas son controladas por Endesa España, la cual durante el año analizado tuvo ofertas de compra de parte de consorcios germanos e ibéricos. La propiedad de empresas estratégicas chilenas se resuelve en el exterior. En el décimo primer lugar del ranking se ubicó la eléctrica Colbún del grupo Matte, con un crecimiento en sus utilidades también muy elevado, 73,6%. Si se compara con 2005, tres empresas eléctricas -Enersis, Chilectra y Colbún- pasaron a agregarse a las sociedades con mejores resultados. Ello en todos los casos estuvo vinculado a fusiones de activos, aprovechando así las mejores condiciones que a las grandes empresas les creó la nueva legislación eléctrica promulgada en su beneficio.
En el caso de los bancos transformaron en utilidad el elevado diferencial entre las tasas de interés que les cobra el BancoCentral -así como el bajo costo con que obtuvieron financiamiento en el mercado- y las obtenidas en sus colocaciones extraordinariamente elevadas. Las mayores ganancias fueron logradas por las instituciones privadas más grandes: Santander Santiago, de Chile y BCI, controladas respectivamente por capitales españoles y los grupos internos Luksic y Yarur, y por el BancoEstado. Los costos muy altos de las colocaciones repercutieron negativamente en un alto número de empresas, particularmente medianas y pequeñas, con escaso o nulo acceso a créditos. «Sólo los grandes conglomerados han tenido un acceso -constató Estrategia- al financiamiento local e internacional fluido… El resto de los actores del sector privado -añadió-, es decir, las pequeñas y medianas empresas, llevan años conviviendo con problemas de liquidez, no sólo para comprar maquinarias y equipos, sino para enfrentar las urgentes obligaciones de corto plazo». (25/02/07).
La concentración bancaria es mucho más profunda fuera de la Región Metropolitana, fluctuando en porcentajes que van desde un 68,7% a un 85,1%. En la IX Región, el Santander Santiago concentró el 36% de los préstamos. En la XII Región, los tres bancos privados más grandes explican un 74,89%, en la VI un 71,3% y en la IV el 61,3% del monto global. El Santander Santiago encabeza las colocaciones en todas las regiones, con la excepción de la VI, donde es superado por el BancoEstado, y la XI por el BCI. La concentración igualmente se expresa por regiones. En noviembre, la Región Metropolitana acumulaba un 73,8% de las colocaciones totales, la VIII Región poseía un 4,7% y la V Región un 5,2. Estas tres regiones – las económicamente más importantes del país- sumaban un 83,7% del monto general. La descentralización sigue siendo una gran tarea pendiente.
Entre las empresas comerciales destacan Falabella y Cencosud, controladas respectivamente por los grupos Solari y Paulmann, que tienen una presencia creciente igualmente en otros países sudamericanos. En Chile aprovecharon ampliamente en su beneficio la sobrevaluación de la moneda nacional, que les permite adquirir en el exterior productos más baratos, desplazando a producción nacional.
Los tres mayores grupos económicos nacionales tuvieron un año muy favorable vinculado, en especial, al resultado de una empresa. Luksic por el alza del precio del cobre que empujó hacia arriba las ganancias de su holding Antofagasta Minerals, cuyo resultado se publica en el exterior y, por tanto, no Ver figura en el cuadro analizado. Angelini, como ya se señaló por Celulosa Arauco. Y Matte por la eléctrica Colbún, que fue la sociedad que le aportó mayores ganancias.
Al mismo tiempo grandes empresas experimentaron retrocesos. Es el caso de las vitivinícolas, afectadas ante todo por la apreciación del peso, posibilitada por la no intervención del Banco Central en el mercado. Concha y Toro, la mayor sociedad anónima del sector, redujo en un 17% sus ganancias. San Pedro, del grupo Luksic, experimentó pérdidas y Viña Santa Rita, del grupo Ricardo Claro, disminuyó en un 38% su saldo operacional. Las empresas forestales y pesqueras amortiguaron el efecto negativo en las exportaciones de la paridad cambiaria debido a las favorables cotizaciones de la celulosa y la harina de pescado.
El alto grado de concentración queda en evidencia, igualmente si se considera el sector exportador, lo cual permite considerar a muchas filiales de empresas extranjeras que no figuran en el listado de la superintendencia. En enero-noviembre las diez empresas con mayores ventas efectuaron un 54,5% de las exportaciones totales. Con la excepción de Enap Refinerías, todas ellas pertenecen o están vinculados con el sector minero. Dos son estatales, seis son controladas por capitales extranjeros y otras dos por grupos económicos internos.
Los muy buenos resultados de empresas radicadas en el país condujo durante la década a un gran aumento de sus patrimonios bursátiles. Desde el año 2001 al 23 de febrero de 2007 se cuadruplicaron. Como consecuencia de ello, ocho filiales de consorcios extranjeros, todos ellos de origen español, o controlados por los mayores grupos económicos internos pasaron a formar parte, por su patrimonio bursátil entre las cincuenta compañías latinoamericanas más grandes. Ellas son Copec, Endesa, Enersis, Falabella, Santander Chile, AntarChile, CMPC y Cencosud.
La alta concentración patrimonial y las ganancias del capital si se comparan con el lento crecimiento de las remuneraciones y de los ingresos de la mayoría de la población constituyen un índice elocuente de la gran regresividad distributiva existente, que en vez de reducirse sigue acentuándose.