El Estado ecuatoriano conserva una estructura socio-política ajena a los indígenas, que no alcanzan igual consideración y derechos que los demás ciudadanos, no digamos ya el reconocimiento de su nacionalidad histórica.
Nación y nacionalidad tienen la misma raíz etimológica: nacer. Definen pertenencia e identidad, pero nacionalidad como pertenencia a un Estado no es lo mismo que nacionalidad como identidad histórica de un pueblo. La nacionalidad que consta en el pasaporte indica pertenencia a un Estado: no es sinónimo de nacionalidad de un pueblo, dada por la lengua, la cultura, la referencia territorial, los lazos económicos y políticos.
Las clases sociales en Ecuador son solo una de las formas históricas de desigualdad social, la otra es el Estado nacional que legalizó el dominio colonial, de ahí que la cultura y el idioma español se mantuvieron como oficiales y dominantes, mientras los de los indígenas siguieron subyugados. Igual sucedió con el territorio: el oficial es el de la nación-estado, los territorios indígenas no se aceptan aunque existen.
Las comunidades indígenas, casi desconocidas para los gobernantes, por ser igualitarias son un fundamento para la democracia: conservan rasgos de un desarrollo nacional truncado por el colonialismo, y conforman un modelo para legalizar y modernizar la presencia indígena en las ciudades.
El Estado ecuatoriano conserva una estructura socio-política ajena a los indígenas, que no alcanzan igual consideración y derechos que los demás ciudadanos, no digamos ya el reconocimiento de su nacionalidad histórica.
El presidente Lasso dijo que priorizaría la “ruralidad”. Los campesinos, en general, viven con recursos limitados: no disponen de agua, luz eléctrica, combustibles; faltan vías y medios de comunicación; el índice de desnutrición es muy alto.
En las comunidades indígenas la situación es aún peor, mantienen un grado de organización social coherente, pero la tierra de que disponen, se ha vuelto escasa y la juventud migra a las ciudades donde les espera un destino incierto. La cultura y la lengua se apagan.
Ileana Almeida: Filóloga, profesora universitaria y escritora. Entre sus libros figura Mitos cosmogónicos de los pueblos indígenas del Ecuador.
Imagen de portada: Significado de la frase bordada: Ñukanchik ka kanchik. Kaypimi kanchik: Nosotras mismo somos, aquí estamos. [La foto muestra la parte superior del bordado.]
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