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Grecia: preludio de la crisis global del capital

Fuentes: Rebelión

No es vaticinio, pero sí la constatación de la continuidad de un ciclo: si la crisis griega no es manejada con cuidado por sus responsables (gobiernos, empresarios y especuladores) -y escapa a sus expectativas− se podría convertir en una crisis global del régimen capitalista en el mundo; en breve, partiendo de su bifurcación hacia los […]

No es vaticinio, pero sí la constatación de la continuidad de un ciclo: si la crisis griega no es manejada con cuidado por sus responsables (gobiernos, empresarios y especuladores) -y escapa a sus expectativas− se podría convertir en una crisis global del régimen capitalista en el mundo; en breve, partiendo de su bifurcación hacia los otros miembros de los llamados pigs : acrónimo despectivo de origen anglosajón con el que se conoce al grupo de países del sur de Europa constituido por Portugal, Italia y España, además de Grecia.

¿Por qué se desencadena la crisis en el país helénico de poco más de 11 millones de habitantes y 131,940 km²? Son muchas las hipótesis y han sido esbozadas por una variedad de autores especialistas en el tema de la crisis. Nosotros nos ubicamos en la perspectiva científica y crítica de la teoría del valor-trabajo: cuanto mayor es el desarrollo capitalista afianzado en el aumento de la capacidad productiva del trabajo debida al progreso tecnológico y al desarrollo de las fuerzas productivas materiales de la sociedad capitalista global, tanto menor es la reducción de la magnitud (I) de la que depende -dentro de la jornada de trabajo− el valor medio de la fuerza de trabajo determinado por el tiempo de trabajo socialmente necesario para su reproducción. Ocurre, entonces, una producción cada vez menor de valor que castiga la producción de plusvalía y, en el largo plazo, provoca la caída de la tasa de ganancia que es el motor del sistema. Esta es la primera hipótesis que planteamos. La segunda hipótesis  se refiere al hecho de que, derivado de la anterior, la magnitud (II) relativa a la plusvalía, o tiempo de trabajo excedente no remunerado al trabajador, cada vez más presenta dificultades para aumentar: en otras palabras su crecimiento se convierte en marginal, es decir, crece cada vez menos al grado de que su crecimiento puede llegar un punto en que cese. Este momento marca la irrupción de la crisis, de las rupturas y de las mutaciones en los órdenes económico, social y político.

Dentro del neoliberalismo, en el curso de las décadas de los ochenta y noventa del siglo pasado, la «salida» de la crisis del capital consistió en el desdoblamiento de las inversiones a la esfera monetaria y financiera, en sentido estricto se fortaleció el capital ficticio que se convirtió en hegemónico hasta la actualidad. La época estuvo caracterizada por crisis recurrentes estructurales que se desarrollaron en los países dependientes de la periferia capitalista, desde la crisis mexicana de 1982 hasta la de argentina de 2001-2002. Pero las cosas cambiaron a partir de diciembre de 2007, 2008 y 2009, cuando la crisis del capital se desplaza al centro del centro del sistema económico capitalista: Estados Unidos y ahora se bifurca hacia la eurozona, constituida por 16 países, pero también cubre a Gran Bretaña, Japón, Rusia, Turquía y a algunos países de América Latina 2 como México −dependiente de la economía norteamericana− y Brasil fuertemente dependiente de las importaciones chinas y cuyo gobierno recientemente aprobó una reducción del gasto del Estado y autorizó el incremento de las tasas de interés supuestamente para contener el «sobrecalentamiento» de la economía y el aumento de la inflación.

A partir de aquí vislumbramos dos etapas del proceso de la crisis estructural del capital.

La primera se caracteriza por las enormes dificultades del capital financiero y de las grandes empresas inmobiliarias que sumergieron al sistema en una profunda recesión que sólo va a ser paliada por la intervención del Estado a través de un apoyo incondicional al capital financiero. Al respecto un autor asevera correctamente que: «A dos años de haber explotado la crisis neoliberal no se ha prohibido ni una de las transacciones financieras que sirven para especular, incrementar riesgos e intensificar la volatilidad. En cambio, se inicia la última ofensiva en la guerra para desmantelar lo que queda de una etapa en la vida del capitalismo en la que la solidaridad social y una norma salarial que permitía hacer frente a la deficiencia de demanda agregada importaban un poco. 3

La segunda etapa, que se prolonga hasta la actualidad (2010), se caracteriza por la crisis fiscal del Estado (derivada del apoyo que éste le otorga al capital financiero o, mejor dicho, al capital ficticio), lo que nos hace recordar la obra del reconocido autor James O’Connor, The Fiscal Crisis of the State , donde certeramente postula la tesis de la crisis del Estado de bienestar desde la década de los setenta del siglo pasado y que ahora se desdobla en sus rasgos estructurales sobre las clases trabajadoras de todo el planeta. 4

Al respecto un autor plantea que: «La crisis fiscal no tardará en llegar a otras economías desarrolladas con cuentas frágiles y endeudamientos excesivos. La causa del gran deterioro en las finanzas públicas fueron las medidas adoptadas por los gobiernos durante los últimos dos años para contener las consecuencias de la gravísima crisis financiera que eclosionó en los Estados Unidos» (el «centro» del Centro del imperio)» «…y que luego se diseminó al resto del sistema financiero mundial. Las políticas instrumentadas para salvar a los bancos y sacar las economías de la recesión han generado enormes déficit y forzado a los gobiernos a endeudarse y a asumir compromisos financieros que presionarán las cuentas fiscales por muchos años».5 Mientras que el FMI advierte que la deuda pública pone al mundo en riesgo de otra nueva crisis.6

La contrapartida de la crisis fiscal, que ocurre en medio de la recesión y de graves problemas de sobreacumulación de capital y de disminución de la masa de plusvalía creada en el sistema, es el fuerte endeudamiento de las economías con bancos y acreedores. Es así como el sistema se comienza a fracturar por la insolvencia o incapacidad de pagos de los países cuyo déficit es capitalistamente insostenible. De este modo la deuda de Grecia representa 115,1% de su producto interno bruto, la de Italia, 118%; la de Portugal, 76,8 y la de España, 53,2%, que se agravan por un creciente desempleo que, en la eurozona, se calcula oficialmente rebasa los 15 millones de personas y promete incrementarse.

Estructra de la deuda griega por países Europeos

Francia: 75.172 millones de € (40% del total)

Alemania: 45.003 millones de €

Gran Bretaña: 15.089 millones de €

Holanda: 11.892 millones de €

Italia: 6.924 millones de €

Bélgica: 3.600 millons de €

Austria: 4.649 millones de €

España: 1.273 millones de €

Suecia: 684 millones de €

Portugal: 9.746 millones de €

Irlanda: 8.464 millones de € 

Total: 188.598 millones de €

Fuente: Banco Internacional de Pagos de Basilea

En el caso de los bancos alemanes (en sí capital dinero que en rigor no genera valor ni plusvalía mientras no se recicla a la esfera productiva), segundos acreedores de Grecia en el seno de la Unión Europea, 7.900 millones corresponden al banco hipotecario Hypo Real Estate, nacionalizado el año pasado debido a las dificultades para sobrevivir sin declarar la suspensión de pagos. El segundo banco alemán acreedor de la deuda Griega es el Commerzbank (uno de los líderes del sistema bancario alemán con sucursales en más de 40 países en el mundo) a quien el país helénico le debe 3.100 millones, mientras que al Deutsche Postbank Group (uno de los principales bancos de Alemania proveedor de servicios financieros que se encuentra en manos del Estado), le debe 1.300 millones en bonos y otros productos financieros griegos. A consorcios como el de seguros Munich, Grecia le debe 2.200 millones y al Allianz, el mayor grupo europeo de seguros y uno de los mayores aseguradores y proveedores de servicios financieros en el mundo, 700 millones, según el Banco Internacional de Pagos.

En este contexto, el 7 de mayo de 2010, los líderes de los 16 países de la eurozona aprobaron un «paquete de rescate» a Grecia por la cantidad de 110.000 millones de euros (unos 147.000 millones de dólares), de los cuales 80 millones fueron aportados por la UE y el resto por el FMI.7 Las primeras partidas de la «ayuda» millonaria deben llegar antes del día 19 porque el gobierno griego tiene que liquidar

9.000 millones por el vencimiento de los intereses de su abultada deuda que asciende a 273.000 millones y que corresponde a 115% de su PIB.

Este paquete se otorga a cambio de imponer a la sociedad griega un draconiano programa de austeridad social que fue aprobado por el parlamento griego hegemonizado por el Movimiento Socialista Panhelénico (PASOK) durante tres años y que incluye drásticos recortes en el gasto público -con énfasis en el gasto social− con el fin de reducir un déficit que alcanza 13,6% del PIB8 para situarlo en 8,1% en 2011. Asimismo, las pensiones, los salarios de funcionarios y otros beneficios sociales de la población serán recortados mientras aumentan los impuestos a la población. Cabe destacar que ya se aplicó un aumento de 10% en los impuestos sobre el tabaco, el alcohol y la gasolina, así como al IVA; aumentó también la edad para jubilación y se flexibilizaron los despidos de trabajadores y empleados, mientras que la reforma laboral está pendiente.

El paquete, además, refuerza las medidas presupuestarias en toda la Unión Europea (UE) con todas las consecuencias sociales que ello implica. Entre otras medidas adoptadas destaca un plan general de «rescate» por 750.000 millones de euros (cercano a un billón de dólares), para todos los países europeos en crisis y se considera el más grande desde que los líderes del Grupo de las 20 naciones más importantes del mundo (G-20) acordaron inyectar dinero a la economía global tras el colapso del banco Lehman Brothers en 2008, el cuarto banco de inversión en Estados Unidos rescatado por el gobierno de este país.9

Sin embargo, esas medidas no atacan de raíz los problemas estructurales que generaron la crisis griega y, en general, del régimen del capital en Europa y en el mundo, por lo que están condenadas al fracaso y a generar nuevos paquetes de austeridad para la población. Confirmando lo anterior, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Baroso, señaló que «hay que apretarse todavía más el cinturón en pos de una mayor austeridad para que los socios de la eurozona hagan esfuerzos adicionales con el fin de atajar sus abultados déficit públicos».10 En particular, ese fracaso se da entre otras cosas porque: «El ‘plan de rescate’ de Grecia no ataca a los beneficios y las rentas financieras sobre la deuda»11; por el contrario, las estimula y protege. Y el efecto «contagio» de la crisis griega a otras países de la región, debido a la insuficiencia de las medidas adoptadas, lo destaca la agencia calificadora Moody’s que amenaza con rebajar la calificación crediticia de Portugal y recortar más la de Grecia a estatus «basura».12 «El contagio se ha extendido desde Grecia -históricamente un crédito más débil en el contexto de la zona euro- a soberanos con métricas de crédito más fuertes como Portugal, Irlanda y España», reveló Moody’s. A partir de aquí la imposición de paquetes de austeridad se ha ido extendiendo como lava a cada vez más países del sur de Europa.

En efecto, el 12 de mayo de 2010 el presidente socialdemócrata del Estado Español anunció la posibilidad de que sea puesto en vigor un paquete de austeridad a la población para reducir el déficit público del gobierno de 11,1% a 3% entre 2010 y 2013. El objetivo es «ahorrar» 5.000 millones más en 2010 y un total de 10.000 en 2011. De ellos, 1.200 saldrán de comunidades y ayuntamientos. También contempla disminuir en décimas la previsión del PIB para 2011.13 Para ello plantea impulsar las siguientes medidas a través de un decreto ley:

– Reducir el salario 5% en promedio a los burócratas (unos 2.600.0000 millones) y mantenerlo congelado en 2011.

– Suspender en 2011 la revalorización de las pensiones, excluyendo las no contributivas y las pensiones mínimas.

– Eliminar el régimen transitorio para la jubilación parcial de la Ley 40/2007.

– Eliminar la prestación por nacimiento de 2.500 euros a partir del 1 de enero (el «cheque-bebé»).

– Revisar el precio de los medicamentos (no los de referencia) y adecuar las unidades del envase a la duración estándar del tratamiento (incluso con monodosis).

– Suprimir para nuevos solicitantes la retroactividad del pago por dependencia al día de la presentación, excepto si la tramitación supera el límite de 6 meses.

– Reducir 6.045 millones de inversión pública estatal para 2010 y 2011, y 600 millones de Ayuda Oficial al Desarrollo.  14

Ante esta política unilateral de ajustes económicos anunciados por el gobierno español, al igual que en Grecia, los sindicatos del país como la Unión General de Trabajadores (UGT), Comisiones Obreras (CCOO)   y la Federación de Servicios Públicos (FSP)   anunciaron el jueves un plan de movilizaciones ante la reducción de salarios a trabajadores del Estado con la perspectiva de impulsar una huelga general para el 2 de junio. Sin embargo es muy probable que las direcciones corporativas de estos sindicatos negocien con el gobierno socialdemócrata para no concretar la huelga general y mediatizar las movilizaciones, al menos en un sentido radical.

Un día después del anuncio del plan español de austeridad el gobierno de Portugal, en alianza con el conservador Partido Social Demócrata (PSD), aprobó un aumento generalizado de impuestos y un recorte drástico del gasto con el objetivo de «ahorrar» 2.100 millones y reducir el déficit público desde el 9% de 2009 a 7% del PIB en 201015 para, de esta manera, llegar a 4,6% (sólo 1,6%) sobre el límite de 3% que impone Bruselas a los Estados de la Unión Europea.

De acuerdo con la fuente citada de El país, el Plan de Austeridad del gobierno portugués contempla las siguientes medidas que deterioran las condiciones de vida y de trabajo de la población:

  • Aumenta la presión fiscal en 1.000 millones y recorta el gasto en otros 1.100 millones.

  • El IVA subirá un 1% en todos los escalones y el tipo normal pasará de 20% a 21%.

  • El nuevo impuesto del rendimiento de las personas físicas (IRS) se incrementará en un 1% para los salarios de hasta 2.375 euros mensuales y un 1,5% para los que estén por encima de ese valor.

  • El impuesto a las empresas tendrá una tributación autónoma de 2,5% para las más grandes, sobre todo para las instituciones financieras.

  • El impuesto sobre el capital aumentará un 1,5% para los tipos de interés de los depósitos a plazo, lo que afectará también a los dividendos.

  • El Gobierno recortará 150 millones en las indemnizaciones compensatorias a las empresas públicas, 100 millones (5%) en las transferencias del Estado a los ayuntamientos y rebajará en 5% los salarios de ministros, diputados, alcaldes, gestores públicos.

Para los gobiernos de la Europa del gran capital, la crisis se reduce a la dimensión fiscal de los presupuestos públicos. Como existe un tope al déficit público de 3%, entonces rebasarlo implica su inmediata corrección. La segunda línea de preocupación es la defensa del euro, como «moneda soberana» que es el «cimiento» de la Unión: les preocupa la «unidad» y consideran que cualquier perturbación de las economías puede quebrantarla. De tal manera que así justifican la imposición de las políticas de austeridad y la reducción de la dimensión social del decadente Estado de bienestar consolidado después de la segunda guerra mundial del siglo pasado. El gran capital financiero está en lo general de acuerdo con las medidas de austeridad adoptadas para «paliar» la crisis, pero se opone rotundamente a ser objeto de «ajustes» que lesionen sus intereses de clase, así como de sus grandes capitales y empresas trasnacionales.

Por su parte el FMI considera que las políticas de austeridad, que golpean gravemente a los trabajadores europeos, constituyen la única alternativa de superación de la crisis fiscal y de la supuesta pérdida de competitividad internacional de las economías. Al respecto, el Primer Subdirector Gerente y Presidente Interino del Directorio Ejecutivo, John Lipsky, señaló:

«La economía griega se ha visto sacudida por una reacción adversa del mercado en los últimos meses. Estas presiones reflejan la preocupación acerca de la sostenibilidad de las finanzas públicas y la baja competitividad. Las medidas adoptadas inicialmente para resolver estos problemas no lograron restablecer la confianza del mercado, lo que tuvo repercusiones adversas sobre el sector bancario… Las autoridades griegas han elaborado ahora un audaz programa integrado por sólidas medidas iniciales orientadas a recobrar la credibilidad y recuperar la confianza del mercado. El programa se centra en i) restablecer la sostenibilidad fiscal, ii) incentivar la competitividad externa, y iii) salvaguardar la estabilidad del sector financiero. Para dar tiempo a Grecia a aplicar estas reformas y demostrar una trayectoria creíble de aplicación de políticas adecuadas, así como para aliviar la carga del ajuste sobre el pueblo griego, la comunidad internacional ha puesto en marcha un programa de apoyo financiero sin precedentes. Las ambiciosas medidas que las autoridades griegas se han comprometido firmemente a aplicar en el marco del programa, en un contexto de importantes riesgos de contagio a otros países, merecen un nivel excepcional de acceso a los recursos del FMI.16

Como complemento de lo anterior el representante del FMI aclara que «La sólida implementación de reformas orientadas a flexibilizar el mercado de trabajo, mejorar la competencia interna y racionalizar la administración pública» será esencial en la «estrategia de recuperación de la economía griega.

Como se puede apreciar el eje de la preocupación de gobiernos y organismos internacionales radica en el problema del déficit público y en el mercado, que proporcionan el rumbo y las «buenas señales» para los empresarios para decidir invertir o contraer sus inversiones, como lo revela el siguiente diagnóstico del FMI:

«Tras amplias consultas con la Comisión Europea, las autoridades griegas anunciaron medidas fiscales adicionales en febrero y marzo de 2010, pero estas medidas tampoco lograron afianzar plenamente la confianza del mercado . Por último, la inestabilidad en los mercados se agudizó como consecuencia de lo que parecían seguridades de financiamiento insuficientemente claras por parte de los países socios de la zona del euro. Como resultado, la confianza del mercado se deterioró aún más, y la preocupación con respecto a la sostenibilidad fiscal se agudizó, agravando la crisis de confianza. El acceso al financiamiento externo se agotó y los diferenciales de los títulos del gobierno se ampliaron drásticamente, lo que creó la amenaza de conducir a la economía a una espiral descendente de nuevos riesgos». 17

Por ello el Programa de austeridad del gobierno griego se resume en estos tres ajes:

1) Restablecer la confianza y la sostenibilidad fiscal.

2) Restablecer la competitividad de la economía.

3) Salvaguardar la estabilidad del sector financiero, es decir, del capital ficticio que en buena parte es el responsable de la crisis.

Frente a las ficciones de ciertas corrientes de pensamiento dominantes en la época del neoliberalismo, que negaban no sólo la pérdida de perspectiva de lucha de los trabajadores sino, además, la misma existencia del mundo del trabajo y de su protagonista: el obrero, consideramos que esta crisis marca el preludio del resurgimiento de un sujeto histórico, ciertamente renovado por la incorporación de sectores y clases sociales del mundo proletario, que va a dar la respuesta ante las embestidas del capital y del Estado en esta coyuntura histórica de la crisis capitalista caracterizada, como asentamos al principio, por la disminución relativa de la producción del valor y por las crecientes dificultades que encuentra el capital social global para seguir incrementando tanto la masa como la cuota de plusvalía. Por todo ello al capital no le queda otra alternativa que hacerlo a partir de la expropiación del fondo de consumo y de vida de la fuerza de trabajo y extendiendo la superexplotación del trabajo en el seno mismo de los países del capitalismo avanzado.

Notas:

1 El autor es, sociólogo, investigador del Centro de Estudios Latinoamericanos de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM

2 Eleni Belu, «La crisis económica capitalista internacional», Revista Comunista Internacional, núm. 1, 2009-2010, p. 15. Un buen análisis de estos cambios estructurales en América Latina se encuentra en CEPAL, Panorama de la inserción internacional de América Latina y el Caribe . Crisis y espacios de cooperación regional , Naciones Unidas, Santiago de Chile, 2008-2009, octubre de 2009, disponible en internet: http://www.eclac.org/cgi-bin/getProd.asp?xml=/publicaciones/xml/6/36906/P36906.xml&xsl=/comercio/tpl/p9f.xsl&base=/comercio/tpl/top-bottom.xsl.

 3 Alejandro Nadal, «La Unión Europea rescata el proyecto neoliberal «, La jornada , 12 de mayo de 2010.

 4 La crisis del welfare state europeo se originó con la firma del Tratado de Maastricht el 7 de febrero de 1992 que entró en vigor el 1 de noviembre de 1993 y con el que se constituyó la actual Unión Europea (UE).

 5 Felipe de la Balze , «El mundo prefiere no ver la próxima crisis fiscal», rebelión: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=103300 , 31-03-2010.

6 La jornada, 20 de abril de 2010.

7 Cf. FMI, Comunicado de Prensa No. 10/87 (S) de
9 de mayo de 2010, en: http://www.imf.org/external/spanish/np/sec/pr/2010/pr10187s.htm.

8 La jornada, 08 de mayo de 2010

9 La jornada, 08 de mayo de 2010.

10 La jornada, » Recibe Grecia fondos de FMI-UE para salvarla de la bancarrota», 12 de mayo de 2010.

11 Catherine Samary Y Hugo Harari-Kermadec , » Robo organizado contra Grecia», en: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=105573 , 10 de mayo de 2010.

12 La jornada, » Recibe Grecia fondos de FMI-UE para salvarla de la bancarrota», 13 de mayo de 2010

13 El país online , « Plan de choque de Zapatero», http://www.elpais.com/articulo/espana/Zapatero/da/vuelco/estrategia/recorte/sueldos/publicos/precedentes/elpepunac/20100513elpepinac_1/Tes , 13 de mayo de 2010.

14 Idem.

 15 Idem.

16 FMI, Comunicado de Prensa No. 10/87 (S) de
9 de mayo de 2010, en: http://www.imf.org/external/spanish/np/sec/pr/2010/pr10187s.htm .

17  Idem. Negritas y subrayados nuestros.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

rCR