Greenpeace califica de irresponsable la declaración de ayer del alcalde del Ayuntamiento de Peque, en Zamora, anunciando su interés en proponer su ayuntamiento como sede del cementerio nuclear. Acoger el cementerio nuclear no sólo implica apostar por un modelo energético insostenible, basado en energías sucias y peligrosas como la energía nuclear. además hipoteca el desarrollo […]
Greenpeace califica de irresponsable la declaración de ayer del alcalde del Ayuntamiento de Peque, en Zamora, anunciando su interés en proponer su ayuntamiento como sede del cementerio nuclear. Acoger el cementerio nuclear no sólo implica apostar por un modelo energético insostenible, basado en energías sucias y peligrosas como la energía nuclear. además hipoteca el desarrollo sostenible del pueblo. Sería acoger una herencia mortal para los vecinos y las generaciones futuras condenados a hospedar unos residuos radiactivos cuya peligrosidad persiste durante decenas de miles de años y para los que no existe solución técnica satisfactoria en ningún país del mundo.
Ofrecerse para alojar un cementerio nuclear va en contra de la opinión de la mayoría de la ciudadanía que se muestra contraria al uso de la energía nuclear para producir electricidad. Por otro lado, las nucleares no son la solución a los problemas energéticos planteados a nivel nacional e internacional, como muestran numerosos estudios y como se desprende de las conclusiones de la Presidencia de la Mesa de Energía Nuclear.
«La actitud de ENRESA es indigna. Ofreciendo dinero para acoger el cementerio nuclear va a atraer a los ayuntamientos más necesitados de fondos aunque tengan que olvidarse para siempre de un futuro sostenible», ha declarado Sara Pizzinato, reponsable de la campaña de energía y cambio climático.
Apostar por un modelo energético basado en las energías renovables y el ahorro energético es tan imprescindible como posible. Los ayuntamientos como Peque pueden también generar puestos de trabajo y riqueza aprovechando las fuentes renovables (eólica, solar…). Greenpeace invita a la ciudadanía de Peque a actuar en un asunto fundamental para ellos y para las generaciones futuras y rechazar el cementerio nuclear en su territorio.