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Cronopiando

Guerra de fechas

Fuentes: Rebelión

¿Y dónde estaba usted el 11 de septiembre?, me interpela airado un caballero XL, obviamente molesto por mi repudio a la invasión estadounidense de Irak del 19-M, y que asegura haber estado el 11-S, al mismo tiempo, debajo de las Torres Gemelas y en el DC de EEUU. Casi estoy por responderle que el 11-S […]

¿Y dónde estaba usted el 11 de septiembre?, me interpela airado un caballero XL, obviamente molesto por mi repudio a la invasión estadounidense de Irak del 19-M, y que asegura haber estado el 11-S, al mismo tiempo, debajo de las Torres Gemelas y en el DC de EEUU.

Casi estoy por responderle que el 11-S yo me manifestaba en rechazo al derribo en Chile, no de dos torres, sino de un país, de un pueblo, de un orden constitucional y democrático, atentado terrorista auspiciado por Estados Unidos un 11-S que costó bastantes vidas más, por cierto, que las del otro 11-S, y hasta le cito el Septiembre Negro como antecedente pero, me interrumpe y proclama el 4-J, fecha de la independencia EEUU, como referencia para la dignidad humana. Me lo dice a mí, que sigo enamorado del 1-E, hermoso día del calendario en que Cuba dio inicio a su revolución, el mismo 1-E que registra el alzamiento zapatista y el mismo 1-E que recuerda la independencia de Haití, primera negra república libre americana,

Y vuelve y me reprocha el 7-D, fecha en que los japoneses atacaron Pearl Harbur, y así justificarme el 6-A en que los estadounidenses lanzaron su primera bomba atómica que todavía cuesta vidas en Hiroshima, amén de citarme el 28-N en que cae el Muro de Berlín, para que sólo sobrevivan Wall Street, (la calle del Muro) y algunos otros racistas paredones en los que fusilar inmigrantes, y yo le digo que la única fecha que no olvido es la del 17-O, día de la primera revolución obrera aunque me consta él prefiera la del 12-O cuando sus antepasados secundaron al pirata de Colón en lo que fue el inicio del despojo.

Y que si él llora y lamenta el 23-F en que nazis como Tejero decomisaron la esperanza general, a mi va a dolerme siempre el 9-0 en que fue asesinado el Che.

¿Que dónde estaba yo el 9-A, cuando eran condenados en Cuba periodistas vinculados al entorno terrorista de Miami, el «brazo político» del terrorismo anticastrista?, pues, además de celebrándolo, en el mismo lugar que usted el 22-M, cuando eran condenados y torturados periodistas vascos, acusados de ser parte del mentado «entorno terrorista de ETA», en el mismo sitio que usted el 23-J cuando era cerrado el periódico vasco Egin, o el 8-S cuando era clausurada la emisora vasca E.Irratia.

Me replica que él, sin embargo, festeja el 2-F en que fue declarada ilegal la organización política Batasuna y en consecuencia más de mil diputados, alcaldes y regidores de esa organización vasca, así como algunos centenares de miles de ciudadanos votantes de esa propuesta, pero yo le aclaro que, como quiera, el 16 de abril estaremos celebrando el Aberri Eguna, día de la patria vasca.

Reitera, entonces, el 18-J y la necesidad de que la historia, la suya, resucite más generalísimos alzándose en armas contra las perversas repúblicas españolas…

Pero yo, ya no discuto, simplemente, desentiendo mis neuronas de sandeces y de idiotas, y brindo a la memoria del 14-A y, celebro, de paso, el 20-N que se llevó por fin a Franco, tan hermoso día como el 30-M que enterró a Trujillo, o el 19-J en que los sandinistas entraron en Managua.

Porque no importa de cuantos días se apropie el energúmeno cuantos días secuestre o interrumpa, cuantos días

envilezca o desperdicie… el tiempo es nuestro y el 14 de Abril también.