Los habitantes del municipio de El Tarra, Santander, que responsabilizan al Ejército por la muerte de un niño de doce años y heridas con arma de fuego a otros tres menores de edad, protagonizaron este lunes una violenta protesta, según informaron fuentes oficiales y algunos campesinos de la región. Durante la protesta, la comunidad saqueó […]
Los habitantes del municipio de El Tarra, Santander, que responsabilizan al Ejército por la muerte de un niño de doce años y heridas con arma de fuego a otros tres menores de edad, protagonizaron este lunes una violenta protesta, según informaron fuentes oficiales y algunos campesinos de la región.
Durante la protesta, la comunidad saqueó y quemó la sede del Banco Agrario y ocupó la Alcaldía en represalia por la muerte del niño y las heridas a los otros tres menores.
Voceros de los campesinos que participaron en la protesta, indicaron que es mentira que la noche del pasado viernes se haya presentado un combate con la guerrilla, como supuestamente dicen los militares.
En una gran manifestación contra la Fuerza Pública, la multitud enfurecida quemó 3 vehículos militares frente a la propia base que el Ejército colombiano tiene en esa ciudad.
La comunidad les reclamó por la muerte del niño de 11 años Luis Esteban Santos Rolón, residente en el corregimiento La Cristalina del municipio de San Calixto en pleno parque principal del Tarra Catatumbo.
«La gente del pueblo indica que los militares le dispararon al niño y luego le arrojaron una pistola nueve milímetros», aseguró Arnulfo León, concejal de El Tarra.
Los habitantes de esta población señalaron que otras tres personas resultaron heridas y están exigiendo que las autoridades generen una cadena de custodia para poder determinar si se trata de disparos provenientes del Ejército Nacional que hace presencia en la población.
La noche del domingo, la comunidad alterada quemó una camabaja con una retroexcavadora, un vehículo del Ejército y una garita del batallón, además arrojó piedras a las instalaciones de la Alcaldía destruyendo algunas ventanas. La comunidad permaneció en pleno parque principal con el cuerpo sin vida del niño a esperas de una respuesta de las autoridades locales.