A SU EXCELENCIA SR. SEBASTIAN PIÑERA PRESIDENTE DE LA REPUBLICA PRESENTE. Señor Presidente: Me dirijo a usted luego que nuestro país, y la gran mayoría de sus habitantes, hemos sido víctimas de una violencia represiva que ha dejado centenares de detenidos; numerosos heridos y la trasgresión flagrante de los derechos fundamentales a la Libertad de […]
A SU EXCELENCIA
SR. SEBASTIAN PIÑERA
PRESIDENTE DE LA REPUBLICA
PRESENTE.
Señor Presidente:
Me dirijo a usted luego que nuestro país, y la gran mayoría de sus habitantes, hemos sido víctimas de una violencia represiva que ha dejado centenares de detenidos; numerosos heridos y la trasgresión flagrante de los derechos fundamentales a la Libertad de Expresión; a la Libre Circulación por espacios públicos y a la Libre Asociación. Hace muchos años que las chilenas y chilenos no habíamos sufrido este tipo de represión sistemática y ordenada por el poder Ejecutivo, que nos hicieron recordar los trágicos años de la dictadura de Augusto Pinochet. Se ha atentado contra la dignidad de estudiantes, profesores y padres y apoderados y la ciudadanía en general. La violencia en las calles la puso ayer el gobierno contra personas pacíficas y no al revés como lo preconizó profusamente el señor Ministro del Interior, quien anunció que prohibía las marchas porque conocía de la existencia de grupos preparados y apertrechados para atacar blancos específicos en la Alameda.
Ha resultado ser un motivo falso porque de conocer estos aprestos, el Ministro debió actuar contra esos grupos, si es que existían y no usar esto como pretexto para impedir las manifestaciones pacíficas de miles y miles de estudiantes, profesores y ciudadanos en general, con un plan represivo anunciado con antelación por el Ministro del Interior, señor Rodrigo Hinzpeter, el cual se ejecutó en forma implacable y tenaz, consiguiendo un efecto totalmente contrario a lo que se anunció, pues todo redundó en más daño, en la paralización de la ciudad, y en el descrédito de una institución del Estado que sólo refrenda los resultados de las últimas encuestas y que en nada favorecen al gobierno ni a la institucionalidad política. El masivo caceroleo que se escuchó potente anoche en toda la Capital habla a las claras del repudio ciudadano a estas formas de represión.
En el marco de esta ola represiva algunos locales del Partido Comunista de Chile fueron atacados sin motivo alguno, en Santiago, su sede central y en otras ciudades del país. Es preocupante que la Presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, Camila Vallejos, esté recibiendo amenazas y haya sido violentada su privacidad, pero lo más grave es la forma cómo una funcionaria pública se ha referido a ella, descalificándola de manera inhumana.
Señor Presidente: Le pedimos que termine esta espiral de violencia represiva; que se restituyan los derechos violentados y que, siendo de su exclusiva responsabilidad, proceda inmediatamente a pedir la renuncia del señor Rodrigo Hinzpeter a su cargo de Ministro del Interior, por su evidente responsabilidad en el caos que sufrió nuestra ciudad y la implementación del plan represivo que ha afectado tan gravemente la convivencia nacional, apoyada en argumentos falsos.
Por último, señor Presidente, dejamos expresa constancia, que al contrario de lo que se ha pretendido establecer, hemos estado dispuestos a dialogar y a contribuir para llevar adelante las profundas transformaciones que necesita de manera imperiosa hoy la educación en Chile. En el Parlamento hemos dado muestras de ello, pero la verdad es que las iniciativas de ley corresponden en su mayoría al Ejecutivo que es por tanto el principal responsable. Lo que no vemos y creemos es lo mismo que preocupa a estudiantes y profesores, es la falta de voluntad política para responder las demandas sociales por la educación, punto por punto, de manera concreta y constructiva y con disposición verdadera a producir cambios.
Saluda atte. A S.E.
GUILLERMO TEILLIER DEL VALLE
DIPUTADO – PRESIDENTE
PARTIDO COMUNISTA DE CHILE.