La IX Asamblea Federal de IU entendió la necesidad de lanzar un proceso de refundación para recomponer el espacio político de la izquierda en nuestro país. Así viene reflejado, negro sobre blanco, en los documentos aprobados en la asamblea, en la resolución final, en el plan de trabajo de la secretaría de refundación y más […]
La IX Asamblea Federal de IU entendió la necesidad de lanzar un proceso de refundación para recomponer el espacio político de la izquierda en nuestro país. Así viene reflejado, negro sobre blanco, en los documentos aprobados en la asamblea, en la resolución final, en el plan de trabajo de la secretaría de refundación y más recientemente en la guía aprobada en el CPF del pasado 10 de octubre. Podemos decir, por lo tanto, que la refundación de la izquierda está en marcha.
Pero ¿qué queremos decir cuando hablamos de refundación? Hablamos de un proceso interno de recomposición orgánica, que saque los censos del debate político, que regularice el funcionamiento de los órganos de dirección, que homologue los estatutos de toda IU; y que resuelva los conflictos internos, que tanto daño nos han hecho. Pero fundamentalmente hablamos del lanzamiento de un nuevo proceso de convergencia social y política. Un proceso abierto de encuentro plural, democrático, participativo y no excluyente ideológicamente. Una apuesta política por abrir espacios de diálogo con todo tipo de fuerzas políticas y sindicales, de entidades y movimientos de la sociedad civil que se oponen al neoliberalismo y al dominio del mundo por el capital y por cualquier forma de imperialismo.
La propuesta de refundación de la izquierda que planteamos tiene tres características centrales:
En primer lugar, se trata de una propuesta abierta, que no define el resultado final del proceso, en la que caben todos y todas las que luchen contra el neoliberalismo. Se trata de construir con otras y otros muchos un nuevo proyecto político que supere la situación actual de la izquierda en el Estado, pero se trata de hacerlo sin tirar por la borda el capital político que tiene actualmente IU. La refundación no parte de la nada, sin duda IU es la fuerza central de la nueva convergencia, pero hay que tener claro que este proceso no trata de acumular fuerzas en torno a ella, sino de construir colectivamente un nuevo proyecto.
En segundo lugar, hablamos de una dinámica de trabajo necesariamente capilar, que implica a toda la organización de arriba abajo, no sólo a la dirección federal. Este no va a ser un proceso en el que simplemente la dirección negocie por arriba la incorporación de otras fuerzas políticas. El éxito de la refundación depende, decisivamente, de que cada federación y cada asamblea de base establezca espacios de convergencia con gentes de su entorno, muchas veces a nivel individual, y se vuelque en el trabajo político hacia la sociedad.
Finalmente se trata de una propuesta federal. No hace falta decir que nuestro horizonte es federal. No nos vamos a refundar para atomizar todavía más las luchas en nuestro estado. Más bien al contrario, esta propuesta nace desde el convencimiento de la necesidad de la alternativa federal, y quiere concluir en una fuerza federal de los pueblos de España.
Creemos que el momento es propicio, el neoliberalismo ha entrado en crisis. No ha muerto, sin duda, pero sus recetas económicas, su influencia ideológica y su modelo de civilización están a la defensiva. Esto abre nuevas oportunidades para aquellas y aquellos que creemos en una convivencia más justa y solidaria, en un modelo económico acorde con las necesidades de las personas y del medio ambiente, en un modelo social y político que supere el patriarcado, en definitiva, en la posibilidad y en la necesidad de una sociedad distinta. En algunos países de nuestro entorno esta situación está produciendo convergencias esperanzadoras entre todas las familias y sensibilidades de la izquierda, en América Latina está abriendo un nuevo ciclo histórico. Son procesos complejos en los que se tienen que abordar los desencuentros del pasado, los enfrentamientos entre el reformismo y el anticapitalismo más explícito, entre la cultura de la intervención directa y las formas más institucionales de participación política. Pero son procesos que despiertan esperanzas entre sectores amplios de la población que trabajan por la construcción de un mundo mejor.
El PCE jugó un papel determinante en la creación de IU. El acierto político y la generosidad del partido en esos momentos, dio como resultado el nacimiento de una nueva fuerza política que durante años fue una de los principales referentes de la izquierda europea. Creemos que el XVIII Congreso es una gran oportunidad para volver a intentarlo, para situar al partido en la vanguardia de este nuevo proceso de convergencia, para construir, con otras y con otros, el socialismo y la república.
– Más información: www.refundandolaizquierda.net