Recomiendo:
0

Camila Sepúlveda, presidenta del centro de alumnas del Liceo Carmela Carvajal de Prat

«Haremos los cambios que los adultos no se atrevieron»

Fuentes: Punto Final

«Es una de las mejores experiencias que he tenido», dice Camila Andrea Sepúlveda Soto (17), presidenta del Centro de Alumnas del Liceo Carmela Carvajal de Prat, refiriéndose a la toma indefinida en demanda de mejor educación de ese centro de estudios de la comuna de Providencia. Camila ingresó al Carmela Carvajal en 1º medio, ahora […]

«Es una de las mejores experiencias que he tenido», dice Camila Andrea Sepúlveda Soto (17), presidenta del Centro de Alumnas del Liceo Carmela Carvajal de Prat, refiriéndose a la toma indefinida en demanda de mejor educación de ese centro de estudios de la comuna de Providencia. Camila ingresó al Carmela Carvajal en 1º medio, ahora cursa 4º medio y participa en el centro de alumnas desde 2010.

Hija única de padres separados, vive con su madre, que la apoya en sus actividades como dirigente estudiantil. Su padre también está con ella, aunque se muestra escéptico respecto a la posibilidad de obtener logros a través de este movimiento. «Sucede que algunos padres no están de acuerdo con la forma como actuamos, pero comparten el fondo de las demandas y por eso nos apoyan», dice Camila Sepúlveda.

Precisa que el Liceo Carmela Carvajal de Prat está catalogado como de excelencia porque prepara bien para la universidad. Sin embargo, el trato que reciben las estudiantes no se compadece con esa excelencia académica. «Somos sólo un número para hacer un puntaje nacional en la PSU o lograr alto rendimiento en las pruebas Simce. Pero el trato personal y la formación valórica son deficientes».

Camila quiere estudiar derecho o ciencias políticas en la Universidad de Chile, algo que probablemente conseguirá porque es buena alumna y ha obtenido altos puntajes en los ensayos de PSU, que ya le permitieron ganar una beca para el preuniversitario Pedro de Valdivia. No teme perder el año académico y si ello llegara a suceder, considera que ha ganado muchas cosas con la toma: «Hemos crecido como personas y eso es lo más importante; más que dar una buena PSU. Si eso lo pude ganar con esta toma, no lo considero un año perdido. He logrado una madurez que no tenía, luego de dirigir a mil ochocientas estudiantes en toma. Hemos tenido que cocinarnos, limpiar el colegio y despegarnos de nuestros padres. En lo personal he estrechado lazos con compañeras con las cuales jamás pensé que iba a cruzar unas palabras. Ahora convivimos a diario y sostengo con ellas conversaciones que jamás pensé que tendríamos».

 

¿Qué desgaste les ha producido estar más de un mes en toma?

«Estamos cansadas, pero mantenemos la misma convicción de querer cambiar la educación chilena. No queremos que este movimiento sea en vano, y aunque estemos desgastadas y enfermas, seguiremos actuando con la misma fuerza y convicción con que hemos asumido esta causa desde el principio, porque la creemos justa».

 

Apoyo de padres y profesores

 

¿Reciben apoyo de profesores, apoderados o vecinos?

«En un principio no teníamos apoyo de los apoderados. La directiva del centro de padres cerró las puertas a la forma de movilización que estábamos realizando. Pensaban que nuestras demandas eran justas, aunque no creían en la forma como las estamos tratando de conseguir. Hicimos una reunión con nuestros padres, no sólo con la directiva, y ahora nos apoyan completamente. Los apoderados realizan turnos, nos ayudan a cocinar y a limpiar, marchan y se quedan con nosotras en las noches.

No hemos tenido el apoyo de algunos profesores, pero sabemos que están comprometidos con nosotras; ellos también son víctimas de la represión del liceo. Las niñas o profesores que piensan diferente de la dirección, de la Corporación Municipal de Educación de Providencia o del alcalde, sufren represión. Hay profesores que no están contratados y que temen ser despedidos. Estamos recibiendo además apoyo de la junta de vecinos del sector y del Colegio de Profesores de Providencia».

Ustedes han sido desalojadas y han vuelto a tomarse el colegio…

«Llevamos seis desalojos y siete tomas. Nosotras votamos por toma indefinida y aunque nos desalojen, este movimiento va a seguir de manera indefinida hasta que las alumnas decidan lo contrario».

Un grupo de niñas de 1° medio presentaron un recurso de protección a los tribunales, solicitando que se reanuden las clases.

«Ellas no son representativas. La inmensa mayoría ha votado por la toma y participa activamente del movimiento. Debemos reconocer, sin embargo, que hay una minoría de alumnas que opinan como las cuatro niñas que interpusieron ese recurso.

También hay apoderados que piensan diferente. Como en todas partes, existe la pluralidad de pensamiento. Pero claramente son minoría. Ese grupo no es representativo del pensamiento del conjunto de los apoderados y apoderadas. En asambleas a las que asisten normalmente cerca de 200 apoderados, no son más de cuatro los que plantean volver a clases».

Este movimiento, que comenzó centrado en lo educativo ha ido evolucionando hacia otras demandas, que no están directamente relacionadas con la educación.

«No tenemos mucho que perder. Vemos las cosas que están mal e intentamos cambiarlas. Los adultos muchas veces creen que no van a lograr nada y eso les impide moverse. Posiblemente ellos piensen ‘estos niños no van a conseguir nada, entonces no hago nada’. Los jóvenes tenemos la energía para decir que sí es posible cambiar las cosas y estamos dispuestos a arriesgarnos.

Demandas como la renacionalización del cobre tienen que ver, porque allí están los 2.800 millones de dólares que se necesitan para que la educación chilena sea estatal. Los mineros del cobre están de acuerdo con nosotros en que este dinero debe destinarse a la educación para formar librepensadores que puedan conducir este país y no solamente para uso militar o para crear mentes cuadradas».

 

Democracia directa

 

¿Cómo están organizadas en la toma?

«Tenemos comisiones de difusión, aseo, comida, finanzas y talleres de reforzamiento en todos los niveles de la enseñanza. Nos estamos concentrando especialmente en los 4º medios, que son los más perjudicados. Tenemos talleres de PSU, de ética, formativos y de recreación. Hemos realizado además tocatas, tallarinatas, y otras actividades para mantener activo el movimiento».

El gobierno ha dicho que no tienen in-terlocutores entre los secundarios. ¿Qué responde?

«Trabajamos bajo la forma de la democracia directa, que considera el universo total de votantes. Es lo que nos ha funcionado mejor. Tenemos reuniones martes y jueves, o cuando sea necesario, y estamos tomando resoluciones metropolitanas, que llevamos a las asambleas nacionales. Nos hemos organizado también en una coordinadora, que es una especie de confederación nacional de federaciones de estudiantes secundarios, que se reúne semanalmente en Santiago o regiones. Tenemos voceros metropolitanos y voceros nacionales que nos representan. Ellos son nuestros interlocutores válidos con el gobierno. Nos sentaremos a conversar cuando existan condiciones mínimas para realizar una reunión de trabajo».

¿Cómo se coordinan con los otros actores del movimiento por la educación?

«Si queremos arreglar los problemas deben estar presentes todos los sectores. No basta con los secundarios o universitarios por separado. También deben estar los profesores y apoderados. Entre todos tenemos que crear una nueva institucionalidad para la educación. De otra forma seríamos como un médico que examina a un paciente del estómago y sólo se preocupa del estómago. Lo mejor es examinar todo el cuerpo en su integridad y evitar soluciones de parche».

 

Vías de solución

 

El gobierno ha dicho que no tiene todas las herramientas para resolver este problema y ha intentado traspasar el debate el Congreso Nacional.

«Queremos una mesa de carácter vinculante, compuesta por todos los actores, en la que hagamos nuestras propuestas. Las leyes las propone el gobierno, pero tiene que hacerlas en conjunto con los parlamentarios. Queremos que el Congreso también escuche de nuestra boca lo que queremos y cómo queremos las cosas, porque se pueden tergiversar. A través de una mesa vinculante podríamos participar directamente en el proceso para crear un proyecto de ley».

Ustedes no quisieron conversar con el ex ministro Joaquín Lavín, porque tenía conflicto personal con el lucro en la educación. ¿El nuevo ministro Bulnes les parece un interlocutor válido?

«Tenemos la esperanza de que con este ministro se puedan tratar todos los temas de educación, en un diálogo sin oídos sordos. Que nos escuche y que ponga atención a lo que queremos como estudiantes».

¿Cuáles son para ustedes soluciones de corto y largo plazo?

Lo ideal es la gratuidad del pasaje escolar; pero por ahora queremos tener al menos una Tarjeta Nacional Estudiantil, que nos permita tener en el transporte una tarifa única por región. Sabemos que la tarifa gratuita que pedimos para la Región Metropolitana no es aplicable por ejemplo a Magallanes, porque existen distintos sistemas de pago.

También estamos pidiendo más recursos para los liceos técnicos. Esta es una medida que puede tomarse ahora. Que les aporten los implementos necesarios para recibir educación técnica actualizada, que sus prácticas sean fiscalizadas por la autoridad y pagadas, y que se garantice que las carreras tengan campo laboral.

Buscamos además que los liceos que quedaron en mal estado como consecuencia del terremoto sean reconstruidos en un plazo no superior a dos años, para que nuestros compañeros vuelvan a tener clases en aulas y no en ‘containers’ como sucede en el Internado Nacional Barros Arana o el Liceo de Aplicación, en Santiago, y por cierto en muchos colegios de las regiones.

Queremos la estatización de la educación, aunque sabemos que ésta es una demanda de largo plazo, porque los colegios no pueden pasar al Estado de un día para otro. Aclaro también que no estamos con la ‘desmunicipalización’, porque con este pretexto la administración de los colegios podría pasar a las corporaciones, que son el paso previo para su privatización. Eso iría contra lo que queremos.

Una demanda -todavía de más largo plazo- es una nueva Constitución Política. Por ahora nos conformamos con modificar el artículo 19 de la actual, en sus numerales 10 y 11, para eliminar los impedimentos que existen para que la educación sea pública y gratuita. Para lograrlo hay que formular un proyecto de ley y tendremos que someternos a ciertos plazos».

 

Mensaje a los adultos

 

¿Cuál es tu mensaje a los adultos?

«Deben entender que conocemos los riesgos y costos que tiene hacer los cambios en la educación que ellos no se atrevieron a realizar en su momento. Estamos alzando nuestras voces para concretarlos y necesitamos su apoyo. Los adultos son los ciudadanos que deben ayudarnos, votando por una Asamblea Constituyente o para elegir a los gobernantes. La educación chilena está mal y si no corregimos ese problema, el país va a seguir mal. Si conseguimos el apoyo de la ciudadanía esto se puede cambiar en un dos por tres».

¿Es sólo la educación lo que está mal?

«También hay muchas otras cosas que cambiar, pero la educación es la base. Si cambiamos la educación, cambiaremos la formación de los médicos, y por esa vía la calidad de la salud. Con ciudadanos mejor educados podremos cambiar el sistema de gobierno, enfrentar los problemas desde su raíz e iniciar el cambio macro que necesitamos para llegar a ser un país desarrollado. Todos debemos tener las mismas oportunidades y compartir la riqueza del país. No queremos que pocas personas, por tener más recursos, logren una mejor educación».

Dirigentes estudiantiles han dicho que están dispuestos a perder el año para lograr sus demandas. ¿Qué opina?

«Estamos dispuestos a asumir los costos y a repetir el año si es necesario. No depondremos nuestros objetivos bajo amenaza. Estamos luchando para que nuestros hermanos, primos, hijos, nietos, y todos los que vienen detrás de nosotros, tengan una educación gratuita, de calidad e igual para todos. Si tengo que perder un año para que los que vienen después tengan algo mejor, estoy dispuesta».

¿Incluso no rendir la PSU?

«Ya me inscribí para dar la PSU, pero si tengo que repetir el año, lógicamente no podré darla por no tener 4º medio rendido».

 

—————

 

 

 

 

Publicado en «Punto Final», edición Nº 739, 5 de agosto, 2011

[email protected]

www.puntofinal.cl

www.pf-memoriahistorica.org