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Digimundo; aspectos de la era digital

Hay que aprovechar más las computadoras

Fuentes: Cubarte

Hace unos pocos días, mientras compartía, a través de una red, con un grupo de colegas dedicados a esa especialidad que se ha dado en llamar Informática, salió a la palestra una inquietud que muchos compartimos: ¿Cómo aprovechar más las computadoras con que se cuenta hoy en día? Nos fuimos preguntando uno a uno, cuantas […]

Hace unos pocos días, mientras compartía, a través de una red, con un grupo de colegas dedicados a esa especialidad que se ha dado en llamar Informática, salió a la palestra una inquietud que muchos compartimos: ¿Cómo aprovechar más las computadoras con que se cuenta hoy en día?

Nos fuimos preguntando uno a uno, cuantas horas al día se empleaban las máquinas de escritorio, las más ubicuas y fácilmente accesibles a más de un usuario en un centro de trabajo o estudio. Descartamos de nuestro análisis a las computadoras portátiles, es decir las conocidas como laptops, notebooks y palmtops, cuya utilización esta limitada prácticamente siempre a una sola persona.

Hablamos pues de las «de escritorio», conocidas por su nombre en Ingles como desktops, y la conversación demostró ser no solo muy interesante, sino altamente productiva.

Saltamos del número de horas de uso, al no menos álgido tema del software instalado, y no dejamos a un lado la vitalmente necesaria, inaplazable, migración al empleo de programas de software libre y no propietario.

Por supuesto que hubo un consenso acerca de las ventajas de sistemas operativos como las diferentes variantes de Linux, no solo por su mayor eficacia en el empleo de los recursos de la computadora, sino también porque ofrecen sin lugar a dudas mucha mayor seguridad.

Regresamos al tema de las horas al día en que se usan las computadoras y entramos de lleno en una discusión en la cual también se alcanzó un consenso envidiable en cualquier grupo humano. Llegamos a una conclusión que bien podría formar parte de un conjunto de recomendaciones para elevar la eficiencia del trabajo en cualquier actividad donde se utiliza la computación electrónica, y esta no fue otra que la optimización del software, de los programas instalados en cada equipo de computo de acuerdo a la labor que con el se realiza.

Fue entonces que el tema de los JUEGOS surgió intempestivamente. Uno de los participantes en el formal intercambio hablo de cómo en los sistemas operativos se ha hecho un hábito el incluir en la instalación inicial, varios juegos, de lo cual no se salvan muchas distribuciones de Linux. Todos los sistemas de la Microsoft Corporation, los llamados WINDOWS, traen, por instalación que se hace automáticamente, un conjunto de juegos que se han convertido en un verdadero atentado a la productividad.

Como si escucháramos todos a esos dos simpáticos personajes de los dibujos animados, que encarnan al bien y el mal, nos parecía oír al bueno diciendo «Quiten los jueguitos, quitenle los jueguitos a las computadoras» , mientras el muñequito que encarna lo maligno nos susurraba «Déjenle los jueguitos… dejen que la gente se divierta».

Precisamente, según estudios muy rigurosos realizados mediante tecnologías de la información y la comunicación bien conocidas, se ha podido determinar la enorme pérdida de tiempo laboral que representan los juegos instalados en las computadoras destinadas al trabajo.

Ninguno de los que participamos en el encuentro en la red, que no fue convocado, sino que surgió de un intercambio productivo y coherente, precisamente utilizando las computadoras para trabajar mas y mejor, se hubo de mostrar a favor de dejar instalados los juegos instalados por el sistema operativo, cuyo más conocido ejemplo quizás sea el Solitario, juego de cartas o barajas que viene en el paquete integral de los WINDOWS de Microsoft.

Uno de los integrantes del socio grupo informal en el ciberespacio, hubo de aportar su experiencia como administrador de red, explicando que había sugerido a los dirigentes de su organización el eliminar los juegos de los discos duros de las computadoras, apuntando que recibió una aprobación inmediata de los responsables mientras que a la vez se gano «el rechazo», por no decir «el odio» de prácticamente todas las secretarias de su centro de trabajo, por a «quitarle los jueguitos a las computadoras».

Abundando sobre el tema, nos explicó en un extenso mensaje de correo electrónico, que aunque el no tenía los instrumentos adecuados para medir la productividad, sí estaba seguro que en su organización no se perdería más tiempo en horario laboral jugando «al Solitario».

Finalmente pasamos en esta primera ronda de intercambio sobre como utilizar mas y mejor los equipos de computación al tema que fue en definitiva la motivación inicial: ¿Que software, que programas, debemos instalar en cada computadora para hacerla mas productiva a nuestra organización? Algo así como ponerle a cada maquina un ¨traje a la medida¨¨ que le permita a quienes la utilicen ser mas productivos y eficaces en su trabajo.

Fue aquí donde se complico el debate, lo cual me obliga a dejar para un próximo articulo los resultados, o mejor seria decir las discrepancias que se produjeron para en definitiva llegar también a un consenso fruto de la mediación inteligente del moderador de esa lista de correo electrónico, devenida en importante fuente de avance para el mejor empleo de los recursos de computación.