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Entrevista a la socióloga Liliany Obando, encarcelada desde 2008, acusada de "rebelión" sin pruebas

«Hay siete mil quinientos presos políticos de los que no se habla nunca»

Fuentes: Rpasur.com/ Agencia Pensamiento Crítico (transcripción)

«No sólo es Liliany Obando la que hoy está en la cárcel, sino que con las mismas «pruebas» pretenden vincular a muchas personas más, por lo que demostrar la ilegalidad de esas supuestas «pruebas» debería ser también ser una lucha colectiva»  Liliany Obando La invisibilización y la anulación de la oposición política al gobierno colombiano […]

«No sólo es Liliany Obando la que hoy está en la cárcel, sino que con las mismas «pruebas» pretenden vincular a muchas personas más, por lo que demostrar la ilegalidad de esas supuestas «pruebas» debería ser también ser una lucha colectiva» 

Liliany Obando

La invisibilización y la anulación de la oposición política al gobierno colombiano ha sido una de las estrategias que históricamente se han utilizado en el país para contrarrestar la permanente resistencia, denuncia, lucha y propuestas que se han venido gestando durante muchos años desde las organizaciones sociales y populares.

En este sentido hay alrededor de 7.500 prisioneras y prisioneros políticos en Colombia que pueblan las 140 cárceles del país, prueba fehaciente de la represión estatal y de la falta de libertad de expresión que no sólo han provocado el derramamiento de sangre, sino la permanencia en el poder de grupos económicos y políticos que han diezmado el país. Esta intolerancia política ejercida por parte del régimen colombiano deriva en la existencia de un conflicto político social y armado.

Liliany Patricia Obando es una prisionera política que cumple ya 2 años, 5 meses y 12 días de detención arbitraria, sin que hasta el día de hoy se haya definido su situación jurídica, es licenciada en lenguas modernas por la Universidad de Nariño, socióloga de la Universidad Nacional, estudiante de estudios políticos y defensora de los derechos humanos, que como muchas y muchos prisioneros políticos ha sufrido la violación de sus derechos en su sitio de reclusión, sufriendo el permanente estigma de «enemigos internos», y la invisibilización por parte de los medios, pero que sin embargo fiel a sus convicciones todavía resisten, luchan, viven.

Dos días después de su audiencia pública, La Red de Prensa Alternativa del Sur Occidente Colombiano dialogó con Liliany Patricia Obando en la cárcel de mujeres de Bogotá.

Transcripción de algunos apartes destacados de la entrevista 

De qué acusa el gobierno colombiano a la defensora de derechos humanos Liliany Obando

«Como pasa a miles de hombres y mujeres que hacemos oposición a un Estado y a unos gobiernos que consideramos injustos, nos acusan de «rebelión» y además la justicia colombiana para hacer más duras las condenas desde hace algunos años ha recurrido adicionalmente a imputar cargos por cualquier vínculo con actividades terroristas, en mi caso se me acusa de «rebelión» y «administración de recursos con fines terroristas»»

No hay fundamento alguno para esta acusación

«Sí, así es. Y hay que decir que el proceso al que se me vincula tiene su origen en la operación Fénix. Fénix es la operación en la que el ejercito colombiano, al parecer en compañía de fuerzas militares extranjeras, incursionaron ilegalmente en territorio de otro país, Ecuador (…) Y el proceso deviene de la supuesta adquisición en ese campamento de supuestos computadores ilegalmente recolectados (…) Entonces la posición de mi defensa es que están partiendo de «pruebas» que se recabaron de manera ilegal, porque se violaron todos los convenios relativos a la recopilación de evidencias (…) sin una orden, ni autorización de una autoridad competente del otro país, eso anula las «pruebas». Pero además ha habido manipulación a posteriori de las mismas supuestas evidencias»

Montajes judiciales sistemáticos contra defensores de los derechos humanos

«Con este proceso se ha pretendido tender una cortina de humo alrededor del escándalo de la para-política (paramilitarismo impulsado desde altos políticos), para ello necesitaban crear algo nombrado la FARC-Política (…) sin embargo la senadora Gloria Inés Ramírez, la senadora Piedad Córdoba, Carlos Lozano, Álvaro Leyva, y otras personalidades que han sido vinculadas al mismo proceso, algunos de ellos han tenido que ser absueltos(…) la única persona tras las rejas, sin derecho a debida defensa he sido yo, porque necesitan mantener en pie lo que llaman las FARC-política: esto aún cuando no han podido condenarme, porque no hay ninguna prueba. Mi caso es uno más de los tantos «falsos positivos judiciales», con el que se pretende mantener una farsa»

«Quienes estamos asumiendo un trabajo serio en la defensa de los derechos humanos somos perseguidos. Mi trabajo se trataba de llevar herramientas de derechos humanos y en materia legal a comunidades campesinas (…) apoyo en materia legal (…) Realizaba trabajo de educación popular en las comunidades, hacía proyectos de formación y de educación en derechos humanos en las comunidades. Eso es lo que incomoda a los gobiernos de turno: que haya gente que esté asumiendo la defensa de los derechos humanos de las poblaciones más vulnerables de Colombia»

«Podría estar muerta en este momento (…) Quienes defendemos los derechos humanos en Colombia, los sindicalistas, hacemos un trabajo de alto riesgo (…) recibir llamadas amenazadoras, estar en listas negras, en informes de inteligencia (…)

Violación de los derechos de las presas políticas madres y cabezas de familia

«No han tenido un fundamento de rigor en derecho para negarme la detención domiciliaria (…) a las personas que estamos detenidas por «rebelión» se nos considera el enemigo interno, y se nos niegan los derechos que por ley tenemos. (…) Derechos que sin embargo otorgan a los paramilitares y a los delincuentes de cuello blanco con toda facilidad»

Acerca de su último escrito :»Reflexiones sobre la política criminal y el tratamiento carcelario en Colombia«, un informe sobre la difícil situación de las mujeres prisioneras políticas en las cárceles colombianas

Estar en la cárcel con mi carácter de socióloga me ha permitido hacer un trabajo de campo sobre la situación penitenciaria y carcelaria. Es una situación caótica, no es una política pensada para reinsertar, sino más bien lo contrario (…) en el caso de las mujeres la política penitenciaria jamás ha contemplado incluir una condición de género (…)

Los hijos de la dignidad

«la situación con respecto a los hijos es una situación que pone en evidencia la no consideración de género (…) la visita de nuestro hijos menores de 12 años sólo contempla una visita al mes, esto crea una difícil situación (…) algunos hijos e hijas conviven con las internas, y es una situación muy difícil, son niños que tienen un nivel de desarrollo psicosocial diferente (…) sometidos a situaciones de malos tratos, gritos, situaciones que un menor no debería estar viviendo (…) las cárceles no les ofrecen las condiciones de dignidad (…)»

Sobre la gravísima situación de los hijos de madres presas

«En las cárceles donde hay mujeres con sus hijos no existe una enfermería adecuada (…) está la amenaza latente de que se van a llevar a sus hijos a «Bienestar Familiar» (quitarles los hijos) (…) también en algunas cárceles de mujeres existen guarderías infantiles, pero no están atendidas por personal idóneo lo que ha llevado a situaciones de riesgo para los menores porque ha habido intentos de violación de algunos de estos menores en la guardería, o malos tratos físicos»

Sobre las agresiones sufridas por las presas políticas

«Personalmente he sufrido bastante persecución por parte del personal del INPEC. Aquí en la cárcel he tratado de mantener mi trabajo de defensora de derechos humanos; aquí se dan multitud de vulneraciones a los derechos humanos, y he asumido la denuncia en estos temas, y esto obviamente ha traído animadversión por parte del personal de custodia hacía mí (…) muchas situaciones contra las demás compañeras también: tratos degradantes, humillaciones, pretensiones de imponer castigos no permitidos (…) eso forma parte de la cotidianidad (…) situaciones de tortura, vulneraciones de las condiciones mínimas de vida, por ejemplo en el establecimiento carcelario de Valledupar (…)»

Acerca de las situación específica de los presos políticos  

«Las condiciones de la cárcel son rigurosas para todos, pero para nosotras las presas políticas son aún más adversas, nos considera «el enemigo interno». Nosotras por ejemplo estamos en un pabellón de alta seguridad, aisladas (…) con restricciones y condiciones mucho más rigurosas»

«hay pabellones con privilegios como los pabellones para los para-políticos o los de cuello blanco»

Acerca de si las convicciones políticas siguen todavía en pie pese a todas las humillaciones, torturas y degradaciones

«Encerraron mi cuerpo pero mi compromiso sigue firme: no me van a quebrantar por tenerme tras una reja, al contrario, tras ver tantas injusticias contra las presas políticas, nos confirman la justeza de una lucha por un país diferente. Sin embargo hay que decir que el Estado por todos los medios trata de doblegar y de quebrantar la moral de los presos políticos: de hecho la «Ley de justicia y Paz» y todas estas ofertas inmorales de mentir, de entregar, de señalar a luchadoras sociales también han tenido su cometido, y esa es otra de las denuncias que nosotros hacemos. Pedimos que se nos respete como está establecido en la legislación nacional e internacional, que se nos respete la clasificación, nuestra condición de presos políticos: no se respeta y se pone en riesgo nuestra seguridad y la de las personas que nos visitan cuando nos mezclan con los paramilitares»

7.500 presos políticos: una cifra muy alarmante que los medios de comunicación masivos no han difundido

«Pienso que los medios de comunicación deberían cumplir con la función de informar y no de desinformar. A la situación del conflicto colombiano tiene que dársele un tratamiento más objetivo; hay prisioneros de las dos partes, tiene que mostrarse la totalidad del fenómeno. No sólo mostrar a los prisioneros en la selva alrededor de los cuales sí se ha hecho una gran difusión en todos los medios, y permanentemente hay campañas alrededor de eso (…) Si se quiere ser objetivo se debe cubrir la totalidad del fenómeno, pero más allá: Si se quiere aportar a que en este país algún día haya paz con justicia social, también tienen que echar una mirada a lo que está ocurriendo en las cárceles con los miles y miles de prisioneros políticos… muchos de ellos inocentes, que se encuentran en las cárceles por haber sido una voz crítica hacia el Estado»

Acerca del acuerdo de intercambio humanitario de presos

«Para nosotros el acuerdo humanitario sigue siendo algo muy importante (…) por lo que significa en Colombia ser un prisionero político: incluyendo la globalidad de los presos políticos. Los prisioneros políticos no sólo son los de la población insurgente, sino que los presos políticos también somos los defensores de los derechos humanos, los sindicalistas, los líderes campesinos (…), entonces, cuando se habla de intercambio humanitario -y pensamos que así lo ha entendido también la guerrilla de las FARC- así como el Estado colombiano nos ha impuesto a miles de colombianas y colombianos el carácter de «rebeldes» y nos lleva a la cárcel y nos aplica el «delito de rebelión» por el solo hecho de pensar distinto, pues asimismo la guerrilla ha asumido que si el Estado colombiano homologa a todo el mundo a «rebelión», pues en el intercambio humanitario debemos estar incluidos todos los presos políticos, no sólo los prisioneros de guerra sino toda la amplia gama de prisioneros políticos»

Acerca de la cantidad de detenciones de sindicalistas y estudiantes ocurridas en enero 2011, bajo burdos montajes judiciales

«Mucha fortaleza. Al ser perseguido y judicializado uno debe mantener la moral en alto y hay que seguir adelante, por la causa de una Colombia nueva, distinta, democrática, incluyente, con la justicia social que necesitamos, no importa desde dónde nos toque estar, la lucha continúa, nosotros desde la cárcel consideramos que las denuncias deben proseguir así sea entre rejas, y pensamos que las personas que se encuentran en una situación de persecución no tienen que dejarse amilanar (…) como opositores políticos sabemos que estas situaciones son parte de nuestra oposición, debemos mantenernos con la frente en alto»

«Sí haría un llamamiento a las organizaciones sociales: que no dejen solos a sus miembros cuando caen en prisión, cuando caen en una situación difícil: porque si bien el luchador social continúa siéndolo desde donde esté, también ayuda mucho que las organizaciones desde fuera no le dejen solo»

Campaña internacional para su liberación

«Yo he sido afortunada porque muchas personas que conocieron mi trabajo y compromiso han seguido apoyándome, ha habido un campaña por mi liberación, y tengo claro que esa campaña no es una campaña individual, sino que la hemos hecho como una campaña extensiva para todas las presas y los presos políticos en Colombia. Hay muchas organizaciones desde las más diversas latitudes que nos han apoyado, convergen muchas organizaciones de derechos humanos, sindicales, gremiales, personalidades, puedo mencionar algunas, y muchas otras que por la premura del momento no podré mencionar (…) Justice for Colombia, parlamentarios (…) quiero destacar el papel de la campaña permanente por la defensa y liberación de los presos políticos Traspasa los Muros y de la asociación Lazos de dignidad (…)»

A nivel judicial, qué viene en los próximos meses

«Éste ha sido un proceso demasiado largo (…) quedan pendientes testimonios pedidos por la defensa, luego vendrá una fase final de los alegatos (…)»

Acerca de la resistencia de campesinos, indígenas y afrodescendientes

«Un abrazo fraterno, mi más amplia solidaridad hacia todas aquellas mujeres y hombres que luchan por una vida más digna (…) que sigan adelante, pese a lo difícil que es hacer la lucha social en Colombia, porque merecemos una patria más justa y en paz»

Que se sepa la verdad

«Me parece importante precisar que el proceso mío tiene su origen en la operación Fénix, y cabe resaltar que la verdad sobre que lo que ocurrió en la operación Fénix en el Ecuador aún no se ha contado. Hubo una incursión ilegal, tanto armada como judicial, con una recolección ilegal de «evidencias»: fue ilegal desde el punto de vista de los protocolos que regulan la guerra, porque hasta la guerra tiene límites y sus regulaciones (…) Todavía existe un cuerpo secuestrado y desaparecido, que es el cuerpo de Raúl Reyes que desapareció tras la incursión, tras traerlo a Bogotá, nunca le hicieron la entrega del cuerpo a sus familiares que lo reclamaron (…). Habría que ver cuántos crímenes de guerra se cometieron en el lugar aparte de todas las ilegalidades que hay.

Cuando uno trabaja por la verdad, por la paz y por la justicia, pues uno tiene que exigir que todas estas cosas se aclaren. Que haya una verdad y un esclarecimiento de lo que allí ocurrió. De allí deriva todo este proceso de las «FARC-Política», con el que han puesto en la picota pública a muchas personas, y que esperan judicializar a partir de las supuestas «evidencias» a muchas personas más.

Nulidad de «pruebas» informáticas recolectadas ilegalmente y manipuladas  

Sin embargo decirles que esas «evidencias» desde el punto de vista legal, tanto internacional, como nacional son nulas. Son nulas y sin embargo, como hemos visto en mi proceso, las adelantan (…) y esa ha sido mi lucha en el proceso: demostrar la ilegalidad y la nulidad de esas «pruebas» porque no sólo es Liliany Obando la que hoy está en la cárcel, sino que con las mismas «pruebas» pretenden vincular a muchas personas más, y entonces ésta debería ser también ser una lucha colectiva»

Fuente: http://www.rpasur.com/videos-1055.html

NOTA DE REBELIÓN:

El famoso «computador mágico» de Raúl Reyes ha servido al Estado colombiano para judicializar y perseguir a defensores de derechos humanos, periodistas, políticos, profesores y activistas sociales molestos. Como de una chistera, del supuesto computador del comandante de las FARC Raúl Reyes, asesinado en Ecuador por el ejército colombiano en un bombardeo que contó con el apoyo logístico de Estados Unidos y que asesinó a otras 24 personas, entre ellos 5 civiles, mientras dormían, el Estado colombiano ha ido filtrando a sus medios de propaganda supuestos «correos electrónicos» que probarían la vinculación de tal o cual persona con la insurgencia, en un montaje mediático-judicial denominado «FARC-política» y concebido para acallar el escándalo de la «para-política», o vínculos probados de numerosos congresistas uribistas con los escuadrones de la muerte narco-paramilitares. Las personas perseguidas mediante este mecanismo se encuentran, años después, satanizadas pero sin la posibilidad efectiva de conocer las pruebas de su acusación para poder defenderse efectivamente ante un juez. En Colombia, son varias las personas que se enfrentan a procesos muy similares. En España es el caso de Remedios García Albert, activista por la paz dialogada en Colombia. Para conocer los fundamentos de la ilegalidad de las supuestas pruebas del computador mágico, recomendamos releer los argumentos de la defensa de Remedios García.

rCR