Mafiolandia es un reino donde hacer plata es muy fácil. Pero construir mafiolandia fue difícil, sobre todo desaparecer a los pesimistas, a quienes hubo que encarcelar, matar o eliminar de los periódicos, los televisores y los radios. Para que mafiolandia pudiera existir fue necesario cambiar paulatinamente el lenguaje, la ética, la moral y en general […]
Mafiolandia es un reino donde hacer plata es muy fácil. Pero construir mafiolandia fue difícil, sobre todo desaparecer a los pesimistas, a quienes hubo que encarcelar, matar o eliminar de los periódicos, los televisores y los radios.
Para que mafiolandia pudiera existir fue necesario cambiar paulatinamente el lenguaje, la ética, la moral y en general toda la educación, a la que se le llamó «empresarismo»; en mafiolandia todos son multimillonarios o sueñan serlo.
El rey de mafiolandia les enseña a todos que él es amigo de Dios y que todos deben ser policías y soldados para defender la continuidad del reino, y también les enseña que hacer trampa, robar, estafar, mentir y eliminar a la competencia son valores necesarios para poder ser ciudadano o sea empresario.
Para elegir a sus gobernantes o reemplazar al rey de mafiolandia se escogen a los más tramposos de todos los más ladrones y entre ellos se ponen de acuerdo para repartirse las ganancias y por supuesto entre ellos también se hacen trampas, y si por algún descuido estas corren el riesgo de hacerse evidentes ellos dicen que hay una «hecatombe».
NOTA: Para entender el contexto de esta nota, leer Colombia vive una ‘hecatombe’ por la Registraduría: Valencia Cossio, en relación con «Reelección, solo si hay una ‘hecatombe'», dijo presidente Uribe a miembros de su coalición
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