Héctor Llaitul Carrillanca (47), preso político en libertad condicional -después de casi 6 años en la cárcel El Manzano de Concepción y en otras prisiones-, cumple ahora el rol de vocero de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM). Protagonista de largas huelgas de hambre, sobre Llaitul pesa una condena que sólo termina a mediados de 2021. […]
Héctor Llaitul Carrillanca (47), preso político en libertad condicional -después de casi 6 años en la cárcel El Manzano de Concepción y en otras prisiones-, cumple ahora el rol de vocero de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM). Protagonista de largas huelgas de hambre, sobre Llaitul pesa una condena que sólo termina a mediados de 2021. Inicialmente fue condenado a 25 años de presidio pero mediante huelgas de hambre logró reducir la pena a 15 años y medio. Sin embargo, cada semana debe firmar en Concepción el registro de reos en libertad condicional.
En esta entrevista, Héctor Llaitul aborda los temas fundamentales que preocupan a la CAM y al pueblo mapuche. Las preguntas fueron elaboradas por un periódico del duopolio que posteriormente se negó a publicar las respuestas del dirigente mapuche.
¿Qué es la CAM hoy?
«En el actual contexto socio-político, la CAM ha pasado a convertirse en un referente político-ideológico para el movimiento mapuche desde la vereda autonómica de liberación. Esto lo reafirmamos, porque nuestros planteamientos ya se han vuelto transversales, es decir, inspiran y mueven al grueso del movimiento mapuche más allá de la presencia orgánica en ciertas zonas.
Hemos logrado una victoria sin precedentes: hacer prevalecer las ideas frente a un contexto desigual es un elemento valórico y estratégico de suma importancia».
¿Qué busca la CAM?
«En su esencia, el objetivo primario de la organización no ha variado desde su comienzo. Por tanto, los objetivos primordiales siguen siendo desarrollar un proceso de control territorial para alcanzar la autonomía y la liberación. En este sentido, se hace necesario entender que el control territorial es la plataforma para articular la restitución territorial, y con esto llegar a la recuperación del Wallmapu».
¿Cuál es su rol dentro de la CAM?
«Desde hace un tiempo he asumido el rol de representación pública de la organización debido, fundamentalmente, a dos motivos: en primer lugar, se requería con urgencia que los planteamientos de la CAM fueran emitidos y discutidos públicamente y por otro lado, debido a mi actual condición de preso político mapuche, podía cumplir con tales requerimientos. Aquí es importante explicitar también que actualmente estamos trabajando en la sistematización y recuperación de la verdadera historia de la CAM, trabajo que materializaremos en un libro que pretendemos salga a la luz el presente año y se constituya como un instrumento de discusión teórica e ideológica sobre la situación actual del movimiento mapuche».
¿Hay una estructura dentro de la CAM y cuál es ésta?
«En el contexto actual de resistencia sería imposible expresar una respuesta concreta a esta pregunta, por razones lógicas; desde sus inicios la CAM ha sido perseguida y una cantidad no menor de sus integrantes encarcelados. No es secreto para nadie que hay estructuras de inteligencia encargadas específicamente de desarticular nuestra organización. En algún momento existió una estructura explícita, la cual sirvió para una representación territorial en el Wallmapu, pero actualmente estamos replanteando tales lineamientos bajo nuevas condiciones cuantitativas internas».
RESISTENCIA TERRITORIAL
¿Qué son los Organos de Resistencia Territorial (ORT) y cuál es su función?
«Los ORT, básicamente, expresan la resistencia territorial concreta en función de la línea estratégica de la CAM, por tanto, su vinculación es directa. En otras palabras, los ORT se encargan de enfrentar los proyectos de inversión transnacional cuando se han visto agotadas las demás vías de resistencia. Este enfrentamiento es un concepto necesariamente multidimensional; hace referencia y se fundamenta, más allá de lo operativo, en aspectos culturales y cosmogónicos que intervienen en el proceso de reconstrucción del Wallmapu, como el Itrofil Mongen , Küme Mongen y Az Mapu «.
Según la inteligencia policial, las ORT son el brazo armado de la CAM. ¿Es así?
«El juicio que utiliza la llamada ‘inteligencia policial’ para denominar a cualquier organización de carácter anticapitalista está cargado de aspectos etnocéntricos y profundamente occidentalizados. Es explícito en tal clasificación que la inteligencia trabaja bajo supuestos de la clásica concepción de una estructura político-militar de Izquierda, que no se corresponde con el carácter de nuestra organización mapuche. En este sentido se hace necesario comprender que los fundamentos que inspiran y mueven a nuestro movimiento, y a sus integrantes, subyacen en una naturaleza que resulta incomprensible para la lógica de la inteligencia del Estado. Tal naturaleza se nutre de elementos que son propios del weichan , por tanto, de la lucha de todo un pueblo en defensa de su integridad. Y aquí cobra mucha importancia el rol que puedan cumplir nuestras representaciones tradicionales como las machi, los lonkos, y por supuesto, los weichafes «.
La primera vez que Ud. salió de la cárcel durante su actual condena dijo «la lucha seguirá». ¿Cómo seguirá?
«No hice referencia necesariamente a una consigna de carácter individual, por el contrario, hice alusión directa a que el movimiento mapuche en su conjunto continuará (y así lo ha demostrado) impulsando el proceso de recuperación del Wallmapu. Ahora bien, este proceso hoy tiene el desafío de transformarse en un movimiento de carácter revolucionario y autonomista, en donde la CAM debe cumplir un rol prioritario».
VIOLENCIA EN LA ARAUCANIA
Ha habido constantes atentados en Bío Bío y La Araucanía. La vía violenta, ¿es una vía de lucha? ¿Justifica la violencia?
«Responder a esta pregunta con un sí o un no sería considerar que la violencia, en este caso violencia política (con todo lo que involucra este concepto), es un fenómeno estático, espontáneo y que carece de una naturaleza histórica. Para nosotros la violencia hacia nuestro pueblo comienza en el tiempo de la ocupación de La Araucanía y se ha perpetuado a través de la historia hasta el día de hoy en todas sus dimensiones: económica, política, cultural, bélica, etc. En este sentido, somos enérgicos al sostener que bajo una condición histórica de constante opresión, expresada hoy en los procesos de inversión capitalista en nuestro wallmapuche con su correlato de asedio y represión, tenemos todo el derecho a articular la autodefensa de nuestro territorio y de nosotros mismos, mediante la violencia política que los medios satanizan como terrorismo».
¿Hasta dónde llega la eventual responsabilidad de la CAM en estos hechos violentos? Hay algunos donde aparecen panfletos que se adjudica la CAM o los ORT…
«La responsabilidad de la CAM está circunscrita a los diversos conflictos territoriales que tienen como antesala una demanda y una reivindicación concreta, en los cuales ya se ha iniciado un proceso de recuperación y defensa por parte de las comunidades y/o un sector mapuche movilizado. Además, estas acciones deben, y en esto somos enfáticos, tener un carácter anticapitalista, eso delimita claramente un rango de nuestra praxis. Ahora bien, la adjudicación de algunos hechos concretos puede recaer en la decisión autónoma de cada ORT y obedecer, por tanto, a sus criterios políticos dando cuenta de sus contenidos y los objetivos que persiguen bajo situaciones locales y características propias. Acá es importante indicar también que estas medidas de adjudicación cumplen un rol mediático, toda vez que los medios de comunicación neoliberales no cubren los hechos, pretendiendo invisibilizar así un conflicto que ya tiene características estratégicas».
RELACION CON
EL ESTADO CHILENO
¿Se considera una amenaza para el Estado chileno?
«Por el contrario, el Estado chileno me considera una amenaza; reflejo de esto son la criminalización y enjuiciamiento de mi persona por parte del aparato jurídico-estatal sin pruebas contundentes, sino en base a un perseguimiento ideológico y político. En el contexto actual, cualquier expresión anticapitalista contundente, sobre todo mapuche, es un peligro severo para el Estado chileno porque va en contra de sus pretensiones tanto en el plano estructural como superestructural, es decir, amenaza la mantención del sistema económico y de su entramado jurídico-político, como también los lineamientos inmateriales basados en el colonialismo interno que mantienen la sumisión ideológica-cultural en base a la enajenación mapuche y el acelerado proceso de institucionalización».
¿Cómo se soluciona el llamado «conflicto mapuche»?
«Para empezar, considero que el llamado ‘conflicto mapuche’ es una denominación errónea porque hace aparecer un conflicto que obedece a una naturaleza unilateral, como si nosotros solos fuéramos responsables e impulsáramos una resistencia por antojo. Más bien es preciso referirse a un conflicto entre el pueblo-nación mapuche y el Estado chileno, en un contexto de dominación capitalista expresada concretamente en la ‘amenaza extractivista’ de que es objeto nuestro territorio ancestral. Ahora bien, en esta perspectiva, desde la CAM no visualizamos una posible solución en el corto y mediano plazo mientras no se comprenda que la problemática alcanza rangos estructurales y pasa, necesariamente, por un rediseño territorial (recuperación) y la conquista de la autonomía. Nuestro análisis es bien claro; en la actual fase de acumulación capitalista y su respectivo marco de soporte legal, la solución al conflicto no puede reducirse meramente a un reconocimiento político ni a una ‘integración’ al proyecto nacional de Chile, sino debe obedecer a una condición de carácter sistemática, lo que es imposible en el actual contexto sociopolítico. Es por esto que para nosotros la solución pasa necesariamente por la articulación de una acción política revolucionaria y anticapitalista, alejada de las maniobras que se dirigen a perpetuar el colonialismo interno».
¿Cuál es su opinión del intendente Francisco Huenchumilla?
«Huenchumilla es la extensión de la Concertación que pretende institucionalizar el movimiento mapuche en todas sus expresiones. Es la persona encargada de perpetuar la política de integración estatal de nuestro pueblo mediante un discurso, entre comillas, radical, basado en el ‘multiculturalismo’. En este sentido, la mejor carta que puede jugar la Concertación es atender el conflicto mapuche con una persona que aparezca como progresista y suene en discordancia con la clase política conservadora y de derecha, pero que, en un plano concreto dará continuidad a las políticas del neoliberalismo hacia el pueblo mapuche. La identificación de ciertos sectores mapuches con este discurso sería un grave error para la construcción de un movimiento mapuche que lucha por la autonomía».
Publicado en «Punto Final», edición Nº 831, 26 de junio, 2015