Aprovechando una breve visita a Santiago, el vocero de la combativa organización mapuche Coordinadora Arauco Malleco (CAM), Héctor Llaitul, ( http://www.rebelion.org/noticia.php?id=200505 ) se refirió a la contingencia tanto en la región de La Araucanía, como en Chile en general, marcada por la reciente manifestación de los propietarios de camiones del pasado 27 de agosto, la […]
Aprovechando una breve visita a Santiago, el vocero de la combativa organización mapuche Coordinadora Arauco Malleco (CAM), Héctor Llaitul, ( http://www.rebelion.org/
-El gremio de los dueños de camiones, vanguardia e instrumento histórico del capital y la minoría opresora en Chile, acaba de hacer una demostración de fuerzas, llegando hasta la propia casa de gobierno en la metrópolis, sin dejar de recibir, por cierto, el explícito menosprecio de la inmensa mayoría de la población, independientemente de su simpatía o antipatía con la administración ejecutiva de turno. ¿Qué significado político contiene un hecho que está lejos de resultar un mero incidente?
«El vocero de ese gremio, Sergio Pérez, es propietario de más de 60 camiones. No se trata de trabajadores. La manifestación viene a ratificar lo que la CAM señala hace tiempo: la manifestación de los dueños de camiones se inscribe en un proceso que es resultado del aumento de la contradicción entre la lucha de las comunidades mapuche por nuestros derechos políticos-territoriales en el Wallmapu histórico o La Araucanía, y los sectores dominantes en la región. Es preciso aclarar que este gremio representa las franjas más recalcitrantes, conservadoras y ultraderechistas de todo Chile, y que cuenta con un bastión añoso y significativo en zona de La Araucanía. Al respecto, nosotros planteamos que la construcción del Estado-Nación chileno se reafirmó y se reafirma en la ocupación de nuestros territorios.»
-¿A qué te refieres?
«A que de manera estructural, el Estado de Chile tiene su origen en la violencia y el genocidio. A partir de esa realidad surgen las castas dominantes y nuestra propia condición de pueblo oprimido. Lo que vemos hoy es la continuación histórica de la oligarquía. Ahora bien, el gremio de los dueños de camiones sólo es el Caballo de Troya de los grupos de poder, y en particular de la industria forestal.»
-¿Cómo se ilustra el tonelaje de la explotación forestal?
«Sólo una de ellas, la Forestal Mininco del grupo Matte ( https://es.wikipedia.org/
-¿Cuál crees que será el próximo paso del capital y la ultraderecha?
«Superiores políticas represivas en La Araucanía. Lo medular es que con estos acontecimientos se pretende legitimar la militarización del territorio mapuche. Las forestales están empleando como guardia pretoriana de sus explotaciones a carabineros de Chile. Entonces enfrentamos una estrategia ofensiva mucho más amplia que un espectáculo gremial. La protesta de los dueños de camiones abre una brecha en el gobierno con el fin de favorecer un avance del fascismo en el sur del país.»
Las causas de la caída del ex intendente Huenchumilla y su significado político
-¿Qué lectura haces de la remoción del ahora ex intendente regional de La Araucanía, Francisco Huenchumilla, justo antes de paro gremial camionero ( http://radio.uchile.cl/2015/
«Para nosotros el democristriano Huenchumilla es un miembro de la vieja guardia de la Concertación, ahora Nueva Mayoría. Siempre lo vimos como a alguien que ofrecería garantías a la gobernanza ultra liberal en la zona. Eso sí, Huenchumilla nos pareció interesante cuando a nivel de discurso, recogió algunas demandas mapuche para reposicionarse como figura en la zona.»
-¿Por qué existen agrupaciones mapuche que hacen una diferencia más notable entre el expulsado Huenchumilla y el nuevo intendente Andrés Jouannet Valderrama (DC)?
«Huenchumilla, en efecto, dijo que, de algún modo, había que replantear el rediseño territorial, tocando ciertos intereses de las forestales. Luego lo matizó mucho más, siempre beneficiando al empresariado. También señaló que era preciso ‘conocer al mundo mapuche’ para enfrentar la causa mapuche. De cualquier forma, el discurso de Huenchumilla no era muy distinto al emitido durante la campaña presidencial de Bachelet. Hablar de un «Estado plurinacional» para la CAM tampoco tiene mucho sentido porque no nos garantiza la devolución territorial ni la autonomía de los pueblos originarios. Estados Unidos y Canadá, por ejemplo, son Estados plurinacionales, pero sus pueblos originarios jamás han dejado de estar sometidos.»
-Entonces para la CAM, ¿por qué cayó en desgracia Huenchumilla para el gobierno?
«Porque Huenchumilla en el documento de su propuesta expresó poner límites a la prolongación del Decreto Ley 701 ( http://www.leychile.cl/
-Esa fue una de las causas fundamentales de la destitución de ex intendente Francisco Huenchumilla. ¿Qué ocurre en materia de expropiaciones de terreno?
«En este momento existen tres formas de recuperación de tierras. La establecida por la gobernanza ultra liberal, genocida e instaurada por la Ley Indígena con la entrega de tierras y de agua a través del mercado, y donde se genera la especulación financiera sobre el valor de la tierra. Otra es desempolvar el tema de las expropiaciones, justa, menos justa, depende, y con criterios de Estado. Y la última es la que nosotros planteamos y que consiste en el control territorial directo. Al respecto, Huenchumilla fue claro en optar por la primera forma. En fin, el resultado es que en ningún momento se trata de debilitar al capitalismo, sino por el contrario. Con los recursos que se llevan las forestales, producto de tierra robada, expropiada y depredada, esa industria sigue haciendo negocio en el Wallmapu, en Brasil, Uruguay, Argentina, etc.
Bajo este contexto, Huenchumilla propuso que la devolución de tierras no debía ser tan exclusiva de los predios particulares, sino que era preciso comenzar a tocar algunos intereses de las forestales, gradualmente, con los representantes de las forestales, etc. Sin embargo, si Huenchumilla lograba provocar la concesión y devolución de algunas tierras, hoy propiedad de las forestales, se sentaba un precedente muy importante en el rediseño territorial. Evidentemente, eso no fue aceptado por las forestales. Ambos hechos provocaron la ‘quitada de piso político’ del ex intendente.
Ahora bien, la salida de Huenchumilla es un síntoma nítido de la supremacía general de las grandes corporaciones en Chile y de la ultraderecha, en cómo se han ido desenvolviendo y en qué terminarán las reformas del programa de Bachelet. El golpe de timón proviene del Ejecutivo y muy particularmente de la cartera del Interior y su ministro, el DC Jorge Burgos. Es decir, la reflexión y el accionar capitalista se resume en que si las modificaciones moderadas comprometidas por la Nueva Mayoría son revertidas en el caso mapuche, igual cosa pasará con el resto de las reformas (educacional, laboral, sanitaria, etc.). Y las corporaciones triunfaron. Estamos frente a una guerra de baja intensidad del empresariado contra los pueblos, donde la militarización de La Araucanía se efectúa a través de la policía militar y donde el factor de inteligencia política está jugando un papel cardinal.»
El ministro Jorge Burgos y la ultraderecha
-¿Quién es el ministro del Interior, el democristiano Jorge Burgos?
«Burgos hizo escuela durante la guerra de El Salvador ( http://www.rebelion.org/
La lucha por la liberación nacional
-¿Cuál es el proyecto y la estrategia de la CAM?
«Resistencia y Reconstrucción. Y nuestra estrategia es la lucha por la liberación nacional, a través de un proceso complejo y dinámico de la acción directa del control territorial para lograr la recuperación de los territorios y la autonomía. Nuestras posiciones han avanzado y ello lo ha leído correctamente la derecha. Por eso las principales armas de la represión estatal no son tanto para los sectores ‘progresistas’ del movimiento mapuche, sino que están dedicados a nosotros y a posturas como las nuestras.»
-Durísimas son las luchas de liberación nacional. ¿Cómo la explicas hoy?
«Nosotros recién estamos sentando las bases para la construcción de condiciones de una estrategia de esa naturaleza. Actualmente estamos en procesos ligados a la resistencia, las recuperaciones de tierra, el control territorial, expresiones mínimas de autodefensa. Ahora bien, los últimos acontecimientos confirman nuestros diagnósticos y los cimientos del único proyecto posible para nuestra propia sobrevivencia como pueblo en vías hacia su emancipación. La otra alternativa es la desaparición física e ideológica de un pueblo, y su asimilación forzada. ¿Cuánta tierra han recuperado quienes están participando de la institucionalidad de la dominación? Nada. Uno que otro proyecto de asimilación y avasallamiento de sectores del pueblo mapuche. En cambio por la vía del control territorial y la resistencia, sí, efectivamente, se han recuperado tierras. Nosotros consideramos que la presente ofensiva capitalista va dirigida específicamente contra el movimiento mapuche autónomo y revolucionario representado por el proyecto político de la CAM.»
-Héctor, quiero hablarte como huinca, como no mapuche (aunque no tengo duda de que también estoy hecho de tu-nuestro pueblo). Existen versiones ideológicas mapuche que vuelven su liberación casi como un fenómeno autosuficiente y donde los anticapitalistas de Chile y más allá, parecen estar excluidos. Es un relato y propaganda que pone el acento en una especie de reafirmación nacionalista mapuche. Sin embargo, desde mi modesta perspectiva, considero que es imposible la liberación de los oprimidos/as en Chile y el mundo sin la unidad amplia y generosa de toda la humanidad despierta. ¿Cuál es tu opinión al respecto?
«Para nosotros la liberación del pueblo mapuche pasa por la liberación del pueblo chileno. Hace un tiempo me titularon una entrevista donde digo «No me simpatiza la izquierda de este país». Pero naturalmente esa expresión hay que ponerla en contexto. Lo que pasa es que prácticamente no existe izquierda anticapitalista ni un movimiento popular con esa impronta en Chile que, por ejemplo, al día siguiente o el mismo día del paro de los dueños de camiones de la ultraderecha en complicidad con Burgos y otros miembros de la Nueva Mayoría, haya salido a la calle a enfrentarse a una de las manifestaciones más transparentes de la ofensiva capitalista en curso. Y a la otra izquierda, la que colabora con el proyecto burgués, que es parte del gobierno que tiene un programa burgués, no le creo. Los sectores revolucionarios chilenos, el pueblo revolucionario chileno se encuentra fragmentado, desorientado y aún no construye el proyecto revolucionario desde y para los oprimidos en Chile. Esto es gravísimo porque nosotros comprendemos la liberación mapuche de la mano con la liberación del pueblo chileno. Y creemos firmemente en la liberación de la humanidad.
Sobre ese ‘nacionalismo’ del que hablas por parte de sectores mapuche en lucha, primero, en realidad es ‘nacionalitaria’, es decir, no tiene nada que ver con el nacionalismo de los dominadores (que siempre ha sido falsificado porque los intereses del capital carecen de fronteras o por su uso fascista), sino que con la identidad y la visión de mundo del Pueblo-Nación mapuche.»
-¿Dónde vez movimiento popular en Chile?
«Yo valoro el movimiento estudiantil, pero por sí solo no es capaz de darle proyección a un emprendimiento revolucionario. Sin negar a nadie, es el pueblo trabajador, en términos ampliados, el actor fundamental de la transformación social radical. Los pobres de la ciudad y del campo, que son los trabajadores más castigados. Y yo considero que la izquierda anticapitalista y antiimperialista debería concentrar sus esfuerzos ahí. Esa es mi opinión, claro.»
-¿Te reconoces en la lucha independentista del Pueblo vasco, por ejemplo?
«Por supuesto. Y de los pueblos palestino, kurdo, saharaui. Así también, comprendemos las distinciones propias de los pueblos originarios, sus modos específicos, su cosmogonía, nuestra relación humanidad-naturaleza. Y aquí me refiero a una espiritualidad. Ese es el etos (carácter, personalidad, identidad) de nuestra construcción como pueblo. Cuando reivindicamos el weichan (‘que siga nuestra lucha’), hacemos presente el espíritu de los antiguos cuando defendieron su territorio y su libertad.»
«El capitalismo es nefasto para todos los pueblos del mundo»
-Aquí Héctor quiero solicitarte que compartas conmigo una reflexión. Efectivamente, salvo proyectos asociados al nacional-desarrollismo y sus programas que enarboló la izquierda chilena desde más de 70 años, bajo otra fase del capitalismo (imposible de reproducir dada las actuales condiciones y contexto de un planeta finito, en sus límites, que ya no alcanza, mundialmente financiarizado, etc.), el anticapitalismo y antiimperialismo en Chile y mucho más allá, efectivamente está huérfano de proyecto político liberador. Ahora bien, la emancipación de los oprimidos/as también está falto de un etos, de una espiritualidad, de una épica y una ética política, de una identidad. ¿Consideras que sobre este asunto la lucha mapuche puede arrojar luces sobre la desorientación general del anticapitalismo en Chile?
«Ciertamente. Y creo que el aporte principal se encuentra en la autonomía, que nosotros entendemos como una forma de vivir cotidianamente. Es una autonomía que la hacemos aquí y ahora y que nos convierte en su desenvolvimiento, en una fuerza antisistémica. Logrando consciencia, resignificando el ser mapuche, vamos conquistando autonomía. Este es el llamado que hacemos entre los mapuche. Y la autonomía es nuestra independencia política e ideológica respecto de aquellos que nos quieren conducir. Por razones de manipulación histórica se explica nuestra desconfianza con la izquierda tradicional. Desde allí, con la autoridad de nuestra lucha centenaria contra el colonizador, nosotros reafirmamos nuestra independencia política y lentamente orgánica para construir las fuerzas propias. Y eso va atado al proceso de auto-reconocimiento de lo mapuche, al proceso de desalienación y descolonización ideológica entre nuestra misma gente. La comunidad es la salvaguarda para la lucha y la sobrevivencia de los pueblos. Esta concepción comunitaria o comunista, es una condición para la libertad. Y esa concepción, que a su vez, contempla una estética propia, tiene que trascender las fronteras del Wallmapu.
Nosotros no nos victimizamos. Desde la acción concreta sostenemos un discurso confrontacional y en contradicción con los intereses del capital y del Estado del capital.»
-Volviendo a la estrategia de la lucha por la liberación nacional, los combates que bajo esa dirección política, por sí sola, se han ofrecido y triunfado en el mundo no han significado en demasiados casos la emancipación de los oprimidos. La situación de las luchas de liberación nacional en África es un claro ejemplo al respecto. Los pueblos colocaron el pecho y, debido a la amplitud de las alianzas políticas y de representaciones de clase distintas a la exclusivamente oprimida, hoy nos muestra muchos países africanos que tienen hasta reyes. ¿Qué pasa allí?
«Nosotros reivindicamos con mucha fuerza el weichan y jamás la derrota. El tiempo que iluminamos es el de los rewe, el de los centros sagrados y ceremoniales en donde se tomaban las decisiones de la política y de la guerra por excelencia. Se trata del tiempo de la unidad de todo un pueblo y de la concatenación de todas las fuerzas. Pero no ya para mantener las estructuras de linaje o de privilegios. En el rewe existió una relación muy poderosa con la concepción del hermano, del ser con el otro, de la tierra, de la reciprocidad y del equilibrio. Ocurre que hoy sí somos anticapitalistas. En el presente, el capitalismo destructivo se expresa de manera fascista, derechizada, extractivista y donde las forestales tienen carta blanca para hacer y deshacer, junto con las mineras, las hidroeléctricas y el consumo del agua y los territorios para sus explotaciones y no para la vida humana. Para eso el capitalismo depredador quiere y tiene el mar, el aire, el suelo y el subsuelo. Tú me preguntas qué más quieren. Lo que pasa es que todavía quedan muchísimos recursos, que son precisamente los que la mundialización de la opresión capitalista reclama. Ello se nos aparece como el convencimiento de lo nefasto que resulta el capitalismo para todos los pueblos del mundo. Y para el pueblo mapuche en especial. Si nosotros observamos que están matando a nuestros hermanos, a los ríos, las montañas, con mayor razón vamos a defenderlos. Esto atenta contra el propio ser mapuche. Sin cerros, sin agua, sin territorio, no somos nada. De la radicalidad del capital proviene nuestra lucha revolucionaria. Es el camino único para nuestra sobrevivencia como pueblo mapuche en la historia de la humanidad.»
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